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La farsa de los ataques del Gobierno a la banca: pagan casi un 40% en impuestos

La elevada fiscal del sector encarece el crédito a empresas y familias.

La elevada fiscal del sector encarece el crédito a empresas y familias.
María Jesús Montero | Europa Press

Las cinco principales entidades financieras de nuestro país (CaixaBank, BBVA, Santander, Sabadell y Bankinter) obtuvieron un beneficio antes de impuestos cercano a los 18.000 millones a lo largo del pasado ejercicio. Sin embargo, la ganancia neta se redujo prácticamente un 40% a raíz de la aplicación del Impuesto de Sociedades y del gravamen extraordinario aplicado sobre el sector.

Si sumamos los 5.200 millones del Impuesto de Sociedades a los 1.400 millones del nuevo tributo aplicado a las entidades financieras por el gobierno de Pedro Sánchez, alcanzamos la cifra de 6.600 millones de recaudación por ambas figuras fiscales. Y si comparamos dicha aportación a las arcas públicas con un beneficio bruto de 18.000 millones, encontramos que la suma de ambos impuestos se llevó casi 4 de cada 10 euros de ganancias.

A primera vista, la cifra de beneficios cosechados antes de impuestos por estas cinco entidades se situó en el entorno de los 26.000 millones. Sin embargo, a esta cifra hay que restarle unos 8.000 millones correspondientes a las ventas en el extranjero. Sin hacer ese ajuste, podría parecer que la suma de ambos impuestos se llevó alrededor del 25% de sus ganancias brutas, pero este cálculo sería equivocado.

Así, si ajustamos los datos para tomar en cuenta las bases imponibles aplicables y hacer una comparativa homogénea, debemos proceder a comparar los 18.000 millones de beneficios por la operativa en suelo español con los 6.600 millones de pagos al fisco en concepto de pagos por el Impuesto de Sociedades y el gravamen extraordinario. Esto arroja una fiscalidad sectorial equivalente al 37% de su resultado en España.

Una fiscalidad muy elevada

Hay que recordar que el tipo de referencia aplicado en Sociedades es más alto para la banca (30%) que para otros sectores (25%). Asimismo, el impuesto extraordinario recae solamente sobre las principales compañías nacionales del ramo, no siendo de aplicación en el caso de operadores extranjeros ni existiendo una tasa de estas características en los demás mercados europeos, con todo lo que esto supone en términos de distorsión de la competencia, doble tributación y ruptura de la unidad de mercado.

Además, es importante tomar en cuenta que estas empresas están sujetas también al pago de los demás gravámenes aplicados de forma general. Un estudio elaborado por la consultora PwC estimó que las empresas del Ibex dedican aproximadamente el 50% de sus beneficios a cumplir con el sinfín de obligaciones tributarias que impone el gobierno de Pedro Sánchez.

De hecho, el reparto de dividendos acometido por el Ibex 35 en el último ejercicio se sitúa tres veces por debajo del pago de impuestos, lo que incide directamente en el atractivo de los títulos cotizados en el selectivo español de referencia y redunda en una menor riqueza financiera de los accionistas.

Por otro lado, la evidencia disponible subraya que el grueso del Impuesto de Sociedades recae sobre los salarios de los trabajadores, que soportarían alrededor del 70% de los ingresos derivados de dicho tributo. A esta cifra hay que sumarle el efecto de la tributación empresarial en los precios pagados por los consumidores o, en el caso de la banca, el coste de la financiación ofrecida a empresas y familias. En este sentido, Santander llegó a estimar que, por cada 1 euro que genera el gravamen extraordinario, el sector retira 17 euros de crédito a la economía.

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