Menú

El gráfico que deja en evidencia a Yolanda Díaz y su ocurrencia para reducir la jornada laboral

Fedea recuerda que, en general, "se trabajan más horas en los países de menor productividad y renta per cápita; y menos horas en los más ricos".

Fedea recuerda que, en general, "se trabajan más horas en los países de menor productividad y renta per cápita; y menos horas en los más ricos".
Yolanda Díaz, junto a Íñigo Errejón y Marta Lois, este jueves en Santiago de Compostela. | EFE

¿Cómo podemos ganar mucho más dinero? Hay muchas maneras, pero quitando las excepciones (tengo inversiones-rentas, me toca la lotería o aparece una herencia inesperada) tenemos dos grandes opciones a nuestra disposición:

  • Trabajar más
  • Ganar más por cada hora trabajada

Esto es de cajón. Y sí, hasta aquí hablamos de personas y familias. Pero podríamos ampliar a empresas o países. En el caso de estos últimos, hay tres grandes alternativas para aumentar la producción anual:

  • Incrementar el número de trabajadores: (i) manteniendo el porcentaje de población ocupada, sube el total de población; (ii) la población total se mantiene estable, pero sube la tasa de empleo
  • Incrementar las horas trabajadas: mismo número de trabajadores, pero cada uno trabaja más
  • Incrementar lo que cada trabajador hace en cada hora que está trabajando: mejora de la productividad

No estamos descubriendo la pólvora. Esto es así desde que el mundo es mundo. Y en los últimos 200 años lo hemos vito de manera palpable. Los países más ricos han tirado sobre todo el tercer factor (incrementos en la productividad por mejoras tecnológicas, innovación en los procesos, especialización y división del trabajo) y eso les ha permitido cuadrar el círculo de trabajar menos (porque trabajamos mucho menos que nuestros abuelos) y ganar más.

La apuesta de Díaz

De todo esto se ha hablado mucho en nuestro país en los últimos meses, por las propuestas de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dirigidas a reducir la jornada laboral por decreto. El planteamiento de la líder de Sumar es que trabajando menos, seremos más productivos. Y viviremos mejor (porque tendremos más horas de ocio) sin que nuestros ingresos se reduzcan [Desde que se conoció esta propuesta, en Libre Mercado hemos planteado que parece poco probable que veamos mejoras mágicas de productividad sólo por el hecho de reducir la jornada: aquí y aquí, dos explicaciones sobre este asunto].

Esta semana, Fedea presentaba un informe sobre productividad y competitividad junto al Colegio General de Economistas. La conclusión principal ya la conocíamos, aunque no está de más recordarla, porque probablemente es el factor más importante en el mal desempeño económico de nuestro país en los últimos años (y no se le presta demasiada atención): "Los bajos niveles de productividad de España con respecto a los de la Eurozona está provocando que nuestro país está perdiendo convergencia con respecto a Europa en términos de renta y competitividad". Nos alejamos de los países más ricos y nos adelantan otros que eran más pobres hasta anteayer, sobre todo países del Este. Nada que no supiéramos.

¿Culpables de esta baja productividad? Los investigadores de Fedea, Javier Ferri y José Carlos Sánchez de la Vega, señalan a los sospechosos habituales: sistema educativo (sobre todo, por el elevado abandono escolar), formación en el puesto de trabajo (no mucha y de baja calidad), escasa formación también de los empresarios, exceso de pymes y micropymes, poca inversión en I+D, poca inversión en capital fijo más allá del ladrillo, exceso de burocracia, rigidez en los procesos productivos, rigidez normativa, trabas administrativas, legislación laboral muy poco flexible...

Pero, además, se han fijado en las horas trabajadas, preguntándose si sería posible esa combinación tan atractiva, pero muy complicada de lograr, que pide Díaz: trabajar menos y ganar más.

Su respuesta no le gustará demasiado a la ministra gallega: la causalidad no es trabajar menos para ganar productividad; sino la contraria: ganar productividad te permite trabajar menos. Así lo explica Ferri en su presentación: "En general, las horas trabajadas se van reduciendo conforme aumentan los niveles de vida. En general, se trabajan más horas en los países de menor productividad y renta per cápita; y menos horas en los países más ricos. En un mundo globalizado, si quieres competir con países más productivos, necesitas o trabajar más horas o pagar menores salarios".

El gráfico

Para ilustrarlo, nada mejor que una imagen como la siguiente, con los países europeos distribuidos en función de (i) PIB por hora trabajada y (ii) horas trabajadas al año por empleado. Como vemos, a más productividad, jornada laboral más corta. Por supuesto, no es una relación lineal. Hay muchos otros factores que también contribuyen... pero no debemos engañarnos: si queremos trabajar menos, debemos hacerlo mejor en cada rato que pasemos trabajando (esto se consigue con una fuerza laboral mejor formada, más inversión en capital que redunde en más producción por trabajador, flexibilidad para que cada empresa o trabajador deje de hacerlo que el mercado no valora y se concentre en aquello en lo que destaca...).

horas-trabajadas-1.png

Porque, además, todo apunta a que no lo estamos haciendo bien desde hace demasiado tiempo. En la presentación de Ferri, muy clara y sencilla, se muestra cómo España ha ido alejándose en PIB per cápita de la media de la Eurozona desde hace ya casi dos décadas. Tras un período de convergencia entre el 95 y el 2005-07, comenzamos un declive continuado que sigue hasta hoy. Por eso decíamos antes que cada vez estamos más lejos de los países ricos y se nos acercan (o nos adelantan) otros que hasta hace poco eran mucho más pobres.

Cuando desglosamos esa trayectoria que nos aleja de los países que usamos como referencia, vemos que la primera razón es que la productividad por hora trabajada es ahora inferior, en términos relativos y en comparación con la Eurozona, a la que disfrutábamos en el 2000 (85 España aproximadamente para 100 de referencia de la Eurozona). También en tasa de empleo sobre la población activa hay poco que celebrar: es verdad que hemos mejorado algo en los últimos años, pero si miramos la evolución relativa respecto a la Eurozona, estas dos décadas tampoco han sido buenas. Entonces, ¿hay algún elemento que nos haya ayudado a amortiguar el golpe? En realidad, sí. Las horas trabajadas por empleado: cada español con un trabajo está más horas de media en el tajo que sus colegas del resto de la Eurozona. Y esa diferencia ha crecido algo desde el 2000.

Esto último seguro que es toda una sorpresa para la señora Díaz pero lo cierto es que lo que nos dice es que la única manera que hemos tenido para reducir el impacto, tras el estallido de la burbuja del ladrillo en 2007-08, ha sido trabajar más, y no menos. ¿Habría sido fantástico ver ganancias de productividad espectaculares que nos hubieran ayudado a superar esta crisis, que ya casi es estructural, mejorando nuestros salarios? Sí. Pero no es lo que ha ocurrido. Para mantener la renta y la competitividad (o no perder más en términos relativos) frente a los países más ricos de Europa, hemos tenido que incrementar las horas por ocupado.

Podemos mirar la lista de potenciales culpables de nuestra baja productividad que citábamos antes. Y preguntarnos si esto podría cambiar. Pero mientras la miramos y asumimos que las causas siguen ahí, no nos engañemos. ¿Reducir la jornada laboral para hacernos más ricos como por ensalmo? Tiene pinta de que no ocurrirá.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios