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Colas en toda España para vender el iris a cambio de criptomonedas: "Da un poco de miedo"

Desde que el pasado 24 de julio Worldcoin fuera lanzada al mercado, más de 3,5 millones de personas se han hecho con algún token.

Desde que el pasado 24 de julio Worldcoin fuera lanzada al mercado, más de 3,5 millones de personas se han hecho con algún token.
Un joven escanea su iris para recibir la criptomoneda Worldcoin. | YouTube

Todas las mañanas se ven grandes aglomeraciones de gente en el transporte público de las grandes ciudades como Madrid. Miles de personas cada día se dirigen en metro y autobús al trabajo o a la universidad. Sin embargo, durante las últimas semanas, en el intercambiador de la madrileña estación de Avenida de América encontramos largas colas que nada tienen que ver con obligaciones laborales o estudiantiles. Y es que decenas de personas pasan por allí para escanear su iris a cambio de una criptomoneda. Lo mismo está ocurriendo por los centros comerciales de todo el país.

La criptomoneda que tantos fans tiene se trata de Worldcoin, y la ha creado el CEO de OpenAI, Sam Altman. Por esta fiebre, en Libre Mercado hemos decidido acudir a uno de esos lugares para preguntar a la ciudadanía su opinión acerca de este modelo de negocio y sobre el atractivo que puede tener esta nueva criptomoneda. Allí encontramos un ambiente de normalidad donde la única nota discordante era un grupo de personas de mediana edad, móviles en mano, que en fila esperaban a ser atendidos para escanear su iris en una extraña bola plateada. Sin embargo, ni la seguridad de Metro de Madrid (por motivos administrativos) ni los trabajadores de la empresa nos permitieron filmar lo que allí ocurría.

A este respecto, un turista colombiano comentaba que había tenido noticias de esta criptomoneda nada más llegar a Madrid y destacaba que "como lo cuentan suena maravilloso, pero cómo sea realmente no lo sabemos". Asimismo, este turista explicaba que, en su opinión, seguramente pueda suponer un riesgo para la privacidad, "porque toman el iris y todo el tema biométrico y no sabemos a qué damos acceso con eso".

En este mismo sentido se pronunciaba otro hombre, que mostraba su asombro subrayando que "me parece un poco de película" y que "da un poco de miedo". "Yo no lo haría", afirma. También guardaba ciertas reservas otra chica, que nos comentaba que si bien puede ser una forma de progreso, dado el proceso de digitalización en el que nos vemos sumergidos hoy día, también puede ser una forma de control. "A veces vamos un poco lejos con estas cosas", subraya.

Pero, entonces, ¿por qué ha surgido esta fiebre? Para el turista colombiano que entrevistamos, la clave está en la recompensa que la empresa da a los usuarios que se hacen con este activo. De hecho, otro joven al que pudimos preguntar sobre esta criptomoneda se mostraba más confiado, pues explicaba que él no tendría ningún problema en escanear su iris. "La privacidad a día de hoy está violada", sostenía.

Con todo, la ciudadanía discrepa acerca del potencial de este token en particular y de las criptomonedas en general. Para algunos, "hay que limar muchas cosas que si siguen así no creo que puedan llegar a mucho más", pero para otros "son un poco el futuro".

Más de 3,5 millones de usuarios

Pero a pesar de las reticencias de muchos, el éxito de Worlcoin es incuestionable. Desde que el pasado 24 de julio Worldcoin fuera lanzada al mercado, más de 3,5 millones de personas se han hecho con algún token (una unidad de valor basada en criptografía) de esta moneda. Así se expone en la página web de la criptomoneda.

Del mismo modo, desde que hace más de medio año saliera al mercado esta criptomoneda, ya existen usuarios en 120 países. Esto explica que hasta el 23 de febrero de 2024, la valoración de este activo haya experimentado un notable crecimiento desde su lanzamiento. Así, supera ya los 7,5 euros por unidad, habiendo aumentado su valor más de un 130% desde el 24 de julio (cuando cotizaba en torno a los 3,24 euros).

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COINBASE

El motivo del interés generado podría ser la aparente facilidad con la que se puede adquirir y la generosa remuneración, pues a día de hoy la empresa está dando más de 50 euros a quienes deciden escanear su iris. Todo ello explica que en los lugares donde se puede conseguir esta moneda (centros comerciales, estaciones de metro, etc.) muchos estén guardando largas colas a la espera de hacerse con la que esperan que sea una de las monedas del futuro.

Así lo destacaban varios usuarios en redes sociales. "Ya llegó a Marineda la nueva moda de escanear el iris a cambio de criptomonedas".

Otros se sorprendían de las largas colas que hacía la gente para hacerse con este token. "Gente haciendo cola para vender sus datos por un puñado de aire".

Escaneo del iris

El objetivo de Worldcoin, según su propia página web, es "convertirse en la red financiera y de identidad digital más grande del mundo". De este modo, la compañía tendría el objetivo de "brindar acceso universal a la economía global sin importar su país u origen, estableciendo un lugar para que todos los humanos se beneficien en la era de la IA".

En este sentido, la empresa no duda en intentar convencer a los usuarios de que "Worldcoin consiste en una red de identidad digital (World ID) que preserva la privacidad y se basa en la prueba de personalidad y, cuando las leyes lo permiten, una moneda digital (WLD)". Así, desde Worldcoin inciden en que "todo ser humano es elegible para recibir una parte de WLD simplemente por ser humano".

Por esta razón, la empresa ha decidido basar su negocio en lo que llaman "prueba de personalidad", que, como ellos mismos explican, "es una de las ideas centrales detrás de Worldcoin". Este pilar indiscutible del negocio de la compañía "se refiere a establecer que un individuo es humano y único", algo que se hace mediante una prueba biométrica.

Tal y como explican desde Worldcoin, para adquirir este token "las personas primero deben descargar World App", tras lo cual deben "verificar" su identidad escaneando su iris en un dispositivo llamado "Orb" que "utiliza sensores multiespectrales para verificar la humanidad y la singularidad para emitir una identificación mundial". Finalmente, según la empresa, "todas las imágenes se eliminan rápidamente en el dispositivo de forma predeterminada".

Según detallan desde la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, "una vez escaneado tu ojo, se crea un código de iris de una función hash, lo que se traduce en una identidad digital en la aplicación, tu World ID", recibiendo a cambio unos 25 tokens de la moneda.

Riesgos para la privacidad

Dado el peculiar modelo de negocio en el que se basa esta criptomoneda, no es de extrañar que algunas personas puedan desconfiar de conceder este tipo de información. Y es que, en realidad, la cesión de datos biométricos sí puede tener algunos riesgos importantes.

El pasado mes de agosto, desde la Federación de Consumidores y Usuarios CECU alertaban de los peligros a los que se enfrentaban los usuarios que decidieran ceder esta información. Concretamente, desde la organización señalaban que, aunque Worldcoin indique que se requieren datos biométricos para no tener que pedir información personal (como podría ser el correo electrónico, el nombre, el número de teléfono o el domicilio), "cediendo nuestros datos biométricos, ya estamos dando información de carácter personal y extremadamente sensible".

De este modo, advertían a los ciudadanos de que entre los riesgos para la privacidad que puede conllevar la cesión de datos biométricos se encuentra el hecho de que éstos resultan ser datos únicos ("si los datos biométricos son robados o suplantados no podemos cambiarlos", detallan) y la existencia de vulnerabilidades técnicas en el sistema (lo cual podría exponer estos datos biométricos a la amenaza de la ciberdelincuencia).

Asimismo, detallan que otros riesgos son el empleo inadecuado de estos mismos datos y las amenazas a la privacidad (dado que la cesión de estos datos "podría exponer a las personas a un mayor riesgo de seguimiento y vigilancia, ya que, al tratarse de información única y difícil de cambiar, podría permitir la identificación de las personas sin su consentimiento").

Consultados ahora por Libre Mercado, desde CECU explican que su mayor preocupación no es tanto que la empresa pueda emplear mal esta información como la posibilidad de que se produzca una fuga de datos. Si en algún momento los ciberdelincuentes lograran hacerse con estos datos, las consecuencias serían terribles, porque no es un tipo de información de la que puedas deshacerte o cambiar.

Por este motivo, la Fundación hace un llamamiento a la ciudadanía para que sopesen si está dispuesta a aportar estos datos, pues dado que en el futuro quizás la información biométrica podría tener importantes usos, no sabemos si una fuga de esta información pondría en riesgo a los usuarios ante hipotéticas suplantaciones de identidad.

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