Miles de españoles han optado por "votar con los pies" y trasladarse a la Comunidad de Madrid. El modelo liberal de impuestos bajos, regulación inteligente y pluralismo sociocultural ha hecho de la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso un "imán" de captación de nuevos habitantes, que se trasladan desde otros territorios con la esperanza de mejorar su vida en la autonomía de la capital española.
De igual manera, también son miles los españoles que prefieren hacer las maletas y "votan con los pies" contra el separatismo catalán. La "tormenta perfecta" desatada por un lamentable contexto político en el que predominan el socialismo económico y el nacionalismo político ha hecho que cada vez sean más quienes se trasladan a otras regiones en busca de mejores oportunidades.
Los jóvenes apuestan por Madrid
Si nos centramos solamente en los jóvenes, encontramos que Barcelona es la provincia que ha perdido un mayor número de residentes cuya edad se sitúa entre los 25 y los 39 años. Los datos del Instituto Nacional de Estadística analizados por El Correo confirman que Barcelona tiene un saldo negativo de -25.640 jóvenes en esta medición, cifra que empeora incluso los registros alcanzados por Jaén, Cádiz o Córdoba, donde la pérdida fue de 19.490, 19.440 y 17.590 personas, respectivamente. En cambio, las provincias donde hay un mayor número de personas de entre 25 y 39 años nacidas en otras demarcaciones de la geografía española son Madrid (+58.190), Baleares (+38.240), Málaga (+20.280) y Toledo (+17.350).
Barcelona, la provincia de la que se van más jóvenes (25.640); Madrid, la que capta más (58.190) https://t.co/uwgx3tZTND pic.twitter.com/0W5xuINAb4
— Diego de la Cruz (@diegodelacruz) March 10, 2024
Cataluña, a menos
Se detecta un mismo patrón cuando analizamos el saldo migratorio neto de todas las provincias catalanas. Como vemos en el siguiente gráfico, la región que hoy gobierna Pere Aragonés ha experimentado un claro cambio a peor a raíz del referéndum ilegal de independencia celebrado el 1 de octubre de 2017, cuando el poder autonómico estaba en manos de Carles Puigdemont. Aquel año, Cataluña atrajo a unos 3.800 residentes, a razón de unos 2.500 en la primera mitad del año y 1.300 en la segunda.Después de toda la inseguridad jurídica que generó el 1-O, el saldo migratorio de Cataluña ha pasado a moverse en terreno negativo. Así, en el periodo comprendido entre 2018 y el primer semestre de 2022 (último con datos disponibles), observamos que el saldo migratorio de Cataluña con el conjunto de España pasa a estar en números rojos.
De hecho, si ampliamos el foco para revisar toda la serie estadística del INE, encontramos que, de 2008 al primer semestre de 2022, Madrid ganó casi 70.000 habitantes llegados de otras comunidades mientras que Cataluña se dejó aproximadamente 20.000 vecinos debido a sus traslados a otras regiones españolas. El siguiente gráfico ilustra el marcado contraste de resultados entre los dos casos.
La acumulación de traslados a Madrid es tal que parte importante de su población (40%) y de sus ocupados (50%) provienen de otras comunidades o países, lo que da buena cuenta de su atractivo económico y sociocultural. Estas cifras contrastan con las de Cataluña, donde las salidas de población son un patrón muy marcado. Algo similar ocurre si nos fijamos en los datos de inversión extranjera o de traslados de sedes corporativas, otros aspectos donde cada vez hay una diferencia más acusada en los resultados de Madrid y Cataluña.