Menú

Gracias por tanto, Ramón

Tras una dilatada carrera vinculada a los medios, se incorporó el año pasado a GroupM como chief investment officer de la compañía.

Tras una dilatada carrera vinculada a los medios, se incorporó el año pasado a GroupM como chief investment officer de la compañía.
LM

Querido Ramón. Hoy es un día muy triste para todos los que te conocemos y te queremos tanto. Qué difícil se hace escribir algo para honrar tu memoria, amigo. No me salen las palabras. No consigo quitarme de encima el dolor. Porque estamos todos desolados, un poco rotos por dentro. Qué duro, qué terrible, y qué sensación de impotencia. Las lágrimas son la única forma que tenemos algunos de expresar nuestro dolor, Ramón. Porque va a resultar imposible llenar el vacío que dejas en nuestras vidas. Para muchos, un gran profesional. Para todos, una gran persona. Brillante, inteligente y generoso como pocos, no hay nadie del mundo de la comunicación y la publicidad que no me haya hablado siempre grandes cosas de ti. Una industria a la que amabas, y a la que consagraste tu profesión, hasta ser uno de los más reconocidos de todo el sector. Trabajador incansable, qué inspirador era conversar contigo. Siempre tenías una palabra de ánimo para todos, para encarar juntos una situación complicada.

Ramón. El corazón más grande, y más bueno, que he conocido. Siempre dándote a todos: familia, amigos, colegas de oficio. Sin límite. Has peleado estos últimos doce días muy duro, como un jabato. Como siempre hiciste todo. Yo creo que, de alguna manera, estarás ahora viéndonos, desde allí, con esa sonrisa tan tuya. De alguna manera te oigo diciéndome, como tantas otras veces Sebas, no te preocupes, todo va a salir bien. Siempre lo hacías, con tu mano en nuestro hombro. Siempre trasladando tranquilidad, calma, serenidad. Siempre esa sonrisa. Siempre ese saber hacer. Siempre creando atmósferas de confianza entre todos. Qué rabia me da, Ramón, haber podido pasar tan poco tiempo contigo. Ha sido tan intenso, que casi duele más.

Ramón. Me decían ayer que desprendías luz. Que eras un faro. Tu pérdida deja una profunda herida en quienes te queremos tanto. Creo que hablo por todos, en estos momentos nos sentimos más cercanos, aún si cabe, a tu familia. A tus hermanas Rosa y Margarita, a esa mujer tan fuerte, Cristina, y a tus hijos Juan e Inés. Le decía hace sólo unos días a tus padres que tienen que estar muy orgullosos del hijo que criaron. Y de la familia tan bonita que tenéis. En apenas unas horas con ellos, entendí perfectamente de dónde venía todo. Y fui tan afortunado de poder ver también, en primera persona, el legado tan importante que dejas, no sólo en tus compañeros de trabajo, que te adoramos, sino en tus amigos y - como no puede ser de otra manera - en esa maravillosa familia. Hablo siempre en presente y no en pasado porque, los que creemos, sabemos que tu recuerdo nos acompañará siempre en nuestros corazones, y mantendremos vivo todo lo que nos has enseñado. Siempre. Ramón, eres irremplazable. Una persona tan especial que te echaremos mucho de menos, todos los días. Nunca te olvidaremos. Siempre estarás a nuestro lado. Gracias por haberme dejado conocerte. Gracias por dejarnos ser una pequeña parte de tu vida.

En Libre Mercado

    0
    comentarios