Se trata de uno de los sectores de mayor consumo de energía. Su capacidad de competencia con el encarecimiento de la energía se ha visto más que comprometida. Pero ahora les llega la verdadera amenaza: Yolanda Díaz se ha fijado en ellos. Los quiere "reconvertir" para que "el sector del azulejo encuentre en la descarbonización y la transición energética una oportunidad".
Sumar no deja de demostrar el peligro de llevar a la política a cuadros carentes por completo del más mínimo contacto con la empresa y el trabajo.
La industria cerámica es híperdependiente del gas. Se ha visto golpeada de forma dramática por la crisis energética y las medidas verdes en materia de restricción a la generación de electricidad. La fabricación de baldosas cerámicas implica, sí o sí, un empleo intensivo de energía, con un alto porcentaje de consumo de gas natural en sus procesos productivos. Muchas de las empresas del sector se encuentran en un difícil callejón sin aparente salida, especialmente en la Comunidad Valenciana, donde, sólo en la provincia de Castellón, se concentra el 94% de la producción nacional y el 80% de las empresas del sector. Y, en medio de todo ello, Sumar ha descubierto la forma de convertir en verde el sector y generar "una oportunidad" en que dejen de consumir energía como lo hacen hasta ahora.
"La producción del sector azulejero, según el índice de Producción Industrial, descendió en 2023 un 20% respecto 2022, un año que ya fue duro con la reducción de un 15 % por el alza de los costes energéticos", reconoce el partido de Yolanda Díaz. "La compra de materias primas para la producción azulejera se ha reducido, según la Autoridad Portuaria de Castelló, a menos de la mitad en un año. Pasando de una importación 2,6 toneladas a 1 de arcillas y caolines. Una situación de máxima vulnerabilidad que afecta duramente al empleo y la estabilidad laboral", añade el documento de Sumar.
Pero Yolanda Díaz tiene la solución: "La situación de extrema vulnerabilidad de la industria castellonense, pero también sus sectores auxiliares, así como, también la grave situación de los cítricos, exige una mirada integral que permita fomentar una reindustrialización verde que apueste por la innovación y la calidad como motor de la productividad".
¿Y cómo lo piensa hacer? Sumar quiere "acelerar la ejecución del corredor mediterráneo, particularmente, las obras del tramo Castellón-Tarragona para transformar el ancho ibérico en internacional, y la ejecución del corredor cántabro mediterráneo, en particular el eje Sagunto-Zaragoza". También dotando "presupuestariamente un nuevo paquete de ayudas de emergencia para mantener la competitividad del sector del azulejo, con dotación suficiente, y que se adapte a las particularidades de su gestión, como la flexibilidad en los pagos a proveedores, derivadas del alto peso de las exportaciones".
Y, sobre todo, con "un plan de reconversión industrial y diversificación económica del sector del azulejo que encuentre en la descarbonización y la transición energética una oportunidad". Fin de la explicación. El cómo se pasa de ser un sector de alto consumo de energía a uno que no consuma nada y sea verde, por lo visto, se lo dejan para otros expertos un poco más técnicos.