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Garamendi propone que el trabajador cobre el sueldo íntegro y pague sus cotizaciones y Yolanda Díaz monta en cólera

Los trabajadores recibirían toda su nómina para después ser ellos los que ingresen las cotizaciones y el IRPF a la Seguridad Social y a Hacienda .

Los trabajadores recibirían toda su nómina para después ser ellos los que ingresen las cotizaciones y el IRPF a la Seguridad Social y a Hacienda .
Yolanda Díaz y Antonio Garamendi | Libertad Digital

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha acabado de prender la mecha. El pasado martes, el líder de la patronal de empresarios hizo una propuesta que ha indignado al área económica del Gobierno y a buena parte de la izquierda.

La idea ya la han planteado muchos economistas liberales en numerosas ocasiones, aunque es novedoso que la patronal la ponga encima de la mesa. Se trata de que los trabajadores reciban su nómina completa cada mes para después ser ellos los que ingresen a la Seguridad Social sus cotizaciones y a Hacienda, la parte que les corresponda del IRPF.

"Es la forma en la que se vería realmente cuánto es el coste real de los salarios en España", aseguró Garamendi en declaraciones a la prensa durante su asistencia al IV Encuentro del Comercio de CEOE. Ese dinero "puede ser casi el doble de lo que realmente a alguien le llega al bolsillo", recordó Garamendi. Hace pocos días, un informe del Instituto Juan de Mariana llegaba a una conclusión similar generando un gran revuelo también entre la izquierda.

Garamendi hizo este planteamiento cuando explicaba por qué la CEOE había rechazado la Ley de Reforma de las Pensiones de José Luis Escrivá, que supone una estocada año a año (y cada vez mayor) a las cotizaciones sociales que pagan todas las empresas y trabajadores del país. El Gobierno puso en marcha esta medida el 1 de enero de 2023, y pretende usar ese dinero proveniente de la economía productiva para engordar la exigua hucha de las pensiones.

Aunque Garamendi no se extendió mucho en su explicación, podemos suponer que la idea es que a los empleados les llegase a su cuenta el dinero que paga la empresa por ellos por la vía de las cotizaciones sociales, lo que pagan ellos mismos también por cotizaciones y lo que pagan por IRPF. Después, ese empleado tendría que ingresar a Hacienda y a la Seguridad Social la parte sistemática de su salario bruto (o real) que se queda el Estado.

Aunque llevar a cabo esta propuesta podría suponer un mayor coste administrativo y/o de tiempo para los declarantes, lo que está claro es que sería un ejercicio de transparencia sin precedentes. Para evitar este problema, otra posibilidad es que, simplemente, vinieran todas las cotizaciones sociales desglosadas en la nómina.

La eterna discusión por las cotizaciones

Si las cotizaciones sociales son o no parte del salario de los trabajadores es la eterna discusión entre los economistas de izquierdas y los liberales, que no dudan de que esta categoría forma parte de la remuneración del trabajador. De hecho, los propios empresarios también tienen claro que cuando evalúan el coste de contratar a un empleado tienen en cuenta, sin duda, las cotizaciones que tendrán que abonar por él para determinar si pueden contratarle o no.

Tras la propuesta de Garamendi, las reacciones a favor y en contra no tardaron en llegar. Una de las primeras en cargar contra el presidente de la patronal fue la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que llamó "imprudente" a Garamendi por hacer este planteamiento. La razón de este descalificativo es sorprendente: Yolanda Díaz considera que el presidente de la CEOE se estaría dejando "secuestrar por discursos más propios de Milei o de Trump, pero debe saber que este gobierno camina en la dirección contraria".

La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, también quiso entrar en el conflicto asegurando que "los trabajadores tienen ese conocimiento reflejado perfectamente en la nómina", aunque no es cierto que la nómina recoja lo que paga el empresario. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustiduy, también rechazó la idea de Garamendi aludiendo a la marxista idea de la plusvalía del trabajador.

¿Cómo es la imposición al trabajo en España?

Ayer miércoles la guerra CEOE-Yolanda Díaz continuaba. En un acto, la vicepresidenta insistía en que las afirmaciones de Garamendi son "impropias" de un dirigente empresarial y "profundamente incorrectas". Sin embargo, no sólo Garamendi o el Instituto Juan de Mariana ponen encima de la mesa la elevada imposición al trabajo en España a través de las cotizaciones sociales o el IRPF. En el siguiente gráfico de la Airef puede observarse cómo las cotizaciones sociales (de empresa y trabajador) y el IRPF gravan las rentas del trabajo superando, en muchos casos, el 50%.

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De esta forma, por ejemplo, una renta laboral en España de 10.000 euros brutos anuales está sujeta a un gravamen del 36,25% en concepto de cotizaciones sociales (3.625 euros) y casi no soporta IRPF al situarse ese nivel de renta en un intervalo que le permite acogerse a una serie de reducciones que hacen la cuota del IRPF cero. Por su parte, una renta salarial de 80.000 euros gravada con un tipo del 52% (29% en concepto de IRPF y 23% de cotizaciones sociales), lo que supone 41.600 euros de impuestos al año. La parte gris de las barras representa el efecto del nuevo plan del Gobierno para seguir subiendo las cotizaciones sociales los próximos años.

En este sentido, Yolanda Díaz ha declarado que las cotizaciones sociales "no son limosnas" y que representan "lo mejor del sistema de protección social de España: el sistema público de pensiones". En su opinión, el discurso de Garamendi "tiene que ver con gentes que tienen mucho dinero y que pueden vivir de las rentas privadas y de los sistemas de planes de pensiones privados".

Garamendi insistió ayer también en que "lo que yo he dicho es que sería bueno, y evidentemente vamos a imaginarlo, que a cada trabajador le llegara exactamente el coste a su cuenta corriente, de tal manera que viera exactamente qué es lo que paga la empresa por el trabajo. ¿Por qué? Porque realmente esa cotización social es el trabajador el que la paga".

Así, según Garamendi, se estaría haciendo un ejercicio de "transparencia" y los trabajadores podrían conocer cuándo sus cotizaciones sociales han subido y ser conscientes de que esto está afectando a su salario, restándole competitividad.

Al ser preguntado por las acusaciones de la titular de Trabajado de que la patronal busca fomentar los planes privados, Garamendi ha reiterado que, con esta sugerencia, lo que busca es "que todos seamos conscientes de los impuestos que pagamos".

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