El Gobierno sigue haciendo caja con la inflación. El departamento de María Jesús Montero recaudó en 2023 la friolera de 271.935 millones de euros, lo que supone un 6,4% más de lo ingresado en 2022 y otro hito para el Gobierno a costa del esfuerzo del contribuyente.
El IRPF ha sido el principal responsable del éxito recaudador del Gobierno superando la barrera de los 120.000 millones. Como ya hemos publicado en Libre Mercado, de los 16.350 millones de euros extra que logró embolsarse Hacienda por todos los impuestos del año, 10.485 millones llegaron de la mano del IRPF, el 65% del total. Cabe recordar que el mayor peso de este tributo lo soportan las rentas de entre 30.000 y 60.000 euros anuales, que aportan casi el 40% de toda la recaudación del IRPF (37,17%)
Una subida de impuestos encubierta
Una de las razones que explican el banquete del Gobierno con el IRPF está en que el Ejecutivo de Sánchez se ha negado en redondo a deflactar la parte estatal del IRPF desde que comenzara la tormenta inflacionista en el año 2021.
Deflactar la tarifa del IRPF consiste en tener en cuenta la inflación a la hora de cobrar impuestos impidiendo que un contribuyente pague más a Hacienda cuando su poder adquisitivo no ha aumentado. Al ignorar este efecto, Hacienda ejecuta una subida de impuestos encubierta.
Teniendo en cuenta que el IPC desde marzo de 2021 a marzo de 2024 se ha disparado más de un 17%, los copiosos beneficios para Hacienda son evidentes. Autonomías como la Comunidad de Madrid, País Vasco o Navarra sí han aprobado el alivio de la deflactación.
Ayer martes, el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) volvió a poner de manifiesto el "efecto pernicioso" de no deflactar el IRPF para los ciudadanos. En plena campaña de la renta, a los economistas le sigue chocando la actitud de Hacienda. "Sorprende que después de prácticamente ya dos o tres años de una inflación importante, el Estado y algunas autonomías no hayan deflactado las tarifas y esto tiene directamente unos impactos en la capacidad de ingresos de los contribuyentes", señaló ayer el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich.
Como ejemplo práctico, los expertos del REAF han elaborado varias tablas con diferentes escalas salariales y el ahorro que supondría la deflactación de la tarifa para cada contribuyente.
Varios ejemplos prácticos
Como la cifra que hay que usar para deflactar la tarifa también es un elemento de discusión (¿la inflación, la inflación esperada, la subida media de salarios?...), el REAF ha cogido tres supuestos: el IPC de 2023 (3,2%), el incremento del salario medio de 2023 (5,4%) y el IPC acumulado entre 2021 y 2023 (16,1%). A mayor porcentaje, mayor ahorro para el ciudadano. El resultado es el siguiente:
Como se observa en gráfico anterior, un trabajador con un sueldo de 30.000 euros se ahorraría entre 46,22 euros y 232,56 euros dependiendo de la fórmula que quisiera aplicar el Gobierno para la deflactación.
En caso de una renta de 70.000 euros, estaría pagando entre 162,45 euros y 611,74 euros de más. Para rentas altas de 350.000 euros, la deflactación podría llegar a devolver a ese ciudadano hasta 1.707,73 euros. Dicho de otra forma, el Estado se estaría quedando con todo ese dinero.
Hay que recordar que la deflactación de la tarifa no supone ninguna bajada de impuestos en términos reales, simplemente se ejecuta para que el contribuyente no pierda poder adquisitivo.