Bruselas tumba la reforma de las pensiones del Gobierno de Pedro Sánchez. La Comisión Europea ha publicado este viernes su Informe Envejecimiento 2024, y España no podría salir peor parada.
El documento revela que España será el país de la UE donde se prevé un mayor aumento del gasto en pensiones debido al plan del entonces ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de reformar el sistema sin reducir en ningún momento el gasto y encomendándose sólo a subir los impuestos a los trabajadores vía cotizaciones sociales.
Tan descuadradas se verán las cuentas del sistema, que Bruselas pronostica un desajuste entre ingresos y gastos que generarán un déficit del 3,1% en 2053 frente al 0,2%, por ejemplo, de 2022.
Bruselas también hace alusión a que el gasto en pensiones sufrirá una "tendencia ascendente hasta 2050 debido a la progresiva jubilación de los trabajadores de la generación del baby boom". Una vez que la presión demográfica disminuya en la década de 2050, creen que "el gasto público en pensiones caerá ligeramente y se estabilizará en torno al 17% del PIB".
Precisamente, Escrivá aprobó el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que es una herramienta que asesta cada año subidas en las cotizaciones de todos los trabajadores y autónomos del país. La excusa de este mazazo fiscal fue sostener el aumento del gasto en pensiones que experimentará el sistema próximamente debido a la entrada masiva de estos nacidos desde finales de los años cincuenta a principios de los setenta.
Sin embargo, ese aumento de los impuestos al trabajo no será suficiente para cuadrar las cuentas del sistema como quiere Bruselas y el Gobierno se verá obligado a seguir subiendo las cotizaciones o reducir el gasto para ajustar un 0,8% del PIB (una fórmula establecida en la reforma y requiere una evaluación de la Airef). Fedea también alertaba recientemente de este asunto.
"Las medidas adoptadas en 2021 y 2023 supondrán un aumento del gasto de 3,3 puntos porcentuales del PIB en las pensiones públicas y un aumento de 5 puntos porcentuales en 2070" pronostica Bruselas. La CE también ha detectado que "las principales fuerzas impulsoras de este aumento del gasto público son la nueva regla de indexación de las pensiones al IPC y la abolición del Factor de Sostenibilidad". Y es que, el empeño de Escrivá de seguir actualizando las pensiones al IPC para contentar a los más de 9 millones de pensiones del país hará todavía hace más grande el agujero del sistema.
En el siguiente cuadro se observa que el mayor pico del gasto en pensiones en porcentaje del PIB llegará en España en el año 2050 cuando ascenderá al 17,3% (un 14% del PIB sin la reforma).
La tabla también recoge el mínimo efecto que generará el "nuevo sistema de bonificación/malus" que genera la penalización de las prejubilaciones y "el consiguiente aumento de la edad efectiva de jubilación" o el sobrecoste de seguir aumentando todavía más las pensiones no contributivas, entre otros asuntos.