El gobierno de Canadá lanzó en abril del pasado año 2023 una innovadora cuenta de ahorro para la primera vivienda que permite acumular fondos y retirarlos en el momento de la operación sin necesidad de pagar tributo alguno sobre las ganancias obtenidas. En su primer año de funcionamiento, esta iniciativa que permite reinvertir lo ahorrado en depósitos, acciones, fondos y otros vehículos financieros ha logradp captar a más de 750.000 partícipes, de modo que su arranque parece prometedor.
De acuerdo con Bloomberg, las cuentas FHSA (First Home Savings Account) permiten realizar aportaciones de hasta un máximo de 40.000 dólares canadienses a lo largo de un periodo que puede llegar a quince años. El tope anual de las aportaciones asciende a 8.000 dólares. Entidades financieras como Questrade, que ofrece el producto desde abril de 2023, apuntan que la cuenta media alcanza un saldo de casi 5.500 dólares en su primer trimestre de operativa.
El tratamiento impositivo de los fondos acumulados en las FHSA es idéntico al de las cuentas de ahorro TFSA o los planes de pensiones RRSP, dos vehículos que no se pueden comparar con el caso español, puesto que nuestro sistema impositivo sí aplica el IRPF de las rentas del ahorro a los rendimientos de vehículos como los planes de pensiones.
La cifra de 40.000 dólares no fue elegida al azar, sino que obedece al precio medio del pago inicial que suelen abonar en concepto de entrada los compradores de vivienda, aunque es cierto que esta cifra es solamente un promedio que puede parecer excesivo en zonas rurales e insuficiente en los principales polos económicos del país.
Así pues, aunque el mecanismo es susceptible de ser mejorado y ampliado, la titular del ministerio de Finanzas, Chrystia Freeland, ha celebrado que "ya hay más de 750.000 canadienses que forman parte del programa y toman decisiones prácticas y concretas día tras día para poder cumplir su sueño de llegar a ser los dueños de su propia vivienda".
Los impuestos son el 26% del precio final
En nuestro país, la adquisición de vivienda soporta un sinfín de gravámenes tributarios. A finales de 2023, un estudio del Consejo General de Economistas señaló que, en España, los impuestos inflan hasta un 26% el precio final de los pisos, generando así un sobrecoste fiscal muy significativo que contrasta con las medidas de alivio introducidas por el gobierno canadiense, con la creación de las cuentas libres de impuestos para el ahorro dedicado a la compra de la primera vivienda.