La restauración también vive una revolución tecnológica que está transformando la forma en que los comensales aseguran sus mesas en los restaurantes más exclusivos. El mundo de la restauración también está en constante cambio y ahora hay personas que pagan hasta 600 dólares por una mesa en un restaurante, según explica ‘The New Yorker’. Desde la creación de plataformas como Appointment Trader y la aplicación Blackbird, los métodos tradicionales de reserva han dado paso a un mundo de posibilidades y controversias.
Según Ben Leventhal, cofundador del servicio de reservas online Resy, la evolución en las reservas de restaurantes ha dado paso a transacciones a través de aplicaciones, como Blackbird, que recompensan a los clientes con puntos en lugar de realizar reservas directas.
La plataforma Appointment Trader ha irrumpido en el mercado, permitiendo a los usuarios comprar y vender reservas en restaurantes de renombre. Con un diseño antiguo, esta plataforma ha logrado generar ventas millonarias en reservas durante el último año, con comisiones que oscilan entre el 20 y el 30%.
"La tecnología está redefiniendo la experiencia culinaria, permitiendo a los comensales acceder a mesas codiciadas de una manera nunca antes vista", explica Leventhal. Un ejemplo de ello es la historia de un estudiante universitario que ha encontrado en la reventa de reservas una actividad lucrativa en la que a veces hasta tiene que "actuar como una niña para asegurar una reserva. Es un juego de estrategia y creatividad".
105.000 dólares revendiendo reservas
Alex Eisler, estudiante universitario, ha triunfado en este nuevo mercado con grandes ganancias revendiendo reservas a través de la plataforma. Eisler ha recaudado 105.000 dólares en una actividad que hace por una motivación que va más allá del dinero ya que busca equilibrar la oferta y la demanda en el mercado de las reservas.
La plataforma Appointment Trader, creada por el ingeniero de software Jonas Frey, ha logrado un gran éxito al facilitar la compra y venta de reservas en diversos establecimientos, desde restaurantes de renombre hasta experiencias exclusivas de compras. "No se trata solo de dinero, sino de unir la oferta y la demanda en un mercado dinámico", defiende Frey.
Sin embargo, esta revolución no está exenta de controversias. Propietarios de restaurantes como Eric Ripert de ‘Le Bernardin’ expresan su preocupación por la proliferación de bots y revendedores que obstaculizan la recopilación de datos valiosos de los clientes. "Los bots y las reservas falsas son perjudiciales para los negocios. Estamos luchando contra un enemigo invisible que pone en riesgo la integridad de la industria", advierte Ripert.
En un escenario donde revendedores y mercenarios se disputan mesas privilegiadas, se revela la diversidad de perfiles que participan en este mercado. Desde personas que acumulan reservas con múltiples nombres hasta jóvenes que utilizan tarjetas de crédito prestadas, la dinámica de las reservas en restaurantes ha alcanzado un nivel de sofisticación inesperado.
En España, todavía no ha llegado a esta situación pero ya se pueden ver restaurantes que hacen pagar la reserva para asegurarse de que el cliente va a acudir a la misma. Es una medida que, en ciertas situaciones, provoca rechazo en el futuro cliente ya que siempre existe la posibilidad de faltar a la reserva o llegar tarde a la misma pero, de esta manera, el negocio se asegura de llenar sus mesas con clientes que no van a faltar a su cita.