Menú

Dentro de Almaraz: los motivos para no cerrar la instalación que más electricidad ha generado en España

La central nuclear saca pecho de seguridad y excelencia en los meses en los que se decidirá su futuro.

La central nuclear saca pecho de seguridad y excelencia en los meses en los que se decidirá su futuro.
Vista de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres. | CNAT

Un cartel destaca en la entrada del centro de visitantes de la central nuclear de Almaraz: el que acredita su número 1 en la clasificación de WANO, el organismo que "examina" a las centrales nucleares de todo el mundo y que otorgó en su día la nota máxima a la central extremeña por sus "excelentes estándares de funcionamiento". Una "excelencia" que afirman defender todos los días y que es su prioridad junto a la seguridad, una obsesión perceptible en todo el recinto, desde las defensas propias de una instalación crítica a los paneles que cuantifican los días sin incidencias. Pero ni el sobresaliente en gestión, que examinadores de WANO revisarán de nuevo a principios del año que viene, ni el cuidado meticuloso de la seguridad de la operación y los trabajadores, ni las innovaciones acometidas en sus 41 años de vida han librado a Almaraz, de momento, de su anunciada fecha de cierre: el reactor 1 se apagará en octubre de 2027 y el reactor 2 un año después.

grua-almaraz-periodistas140524.jpg
Periodistas junto a la gran grúa que desplaza los bidones con residuos en Almaraz | CNAT

El calendario del Gobierno sobrevoló la visita que LD junto a otros medios hizo esta semana a las instalaciones, invitados por la patronal que agrupa a las propietarias, Foro Nuclear. Entre las explicaciones sobre el funcionamiento de una central nuclear y las características específicas de Almaraz (como la gestión independiente de sus dos reactores o su embalse con un circuito de 25 kilómetros que permite enfriar el agua), los ingenieros que atendieron a los periodistas dejaron entrever su orgullo por su trabajo en un lugar tantas veces denostado desde fuera y sus ganas de trasladar lo que ocurre tras el doble vallado que protege la infraestructura. Se teme lo que no se conoce.

ati-almaraz140524.jpg
Combustible gastado almacenado en el ATI de Almaraz | CNAT

La visita arrancó en el ATI, el almacén de residuos radiactivos, consistente en una losa antisísmica protegida por un muro de hormigón. Alberga hoy por hoy 17 grandes bidones con el combustible gastado que desde 2018 se fue sacando de la piscina de los reactores, anclados al suelo y cuya presión y estado se monitoriza a distancia. Almaraz, como otras centrales, ya trabaja en la construcción de un segundo almacén adyacente con capacidad para más de 100 bidones ante la decisión del Gobierno de no construir el almacén temporal de Villar de Cañas, que en principio iba a centralizar los residuos de todas las centrales hasta la construcción del almacén definitivo. La instalación, precisan desde la central, es imprescindible tanto si siguen operando más allá de 2027 como si cierran: el actual se llenará en 2026 y si la central se apaga se necesitará espacio para vaciar las piscinas y almacenar los residuos procedentes del desmantelamiento.

La siguiente parada fue el edificio de turbinas, las espectaculares máquinas que transforman en electricidad el calor que se genera en el núcleo. El edificio alberga dos instalaciones gemelas, una para cada reactor. En la planta superior se encuentran las salas de control, también duplicadas para Almaraz I y II. Desde allí se vigilan todos los procesos de la planta, desde los generadores de vapor hasta el reactor y las turbinas, y se activan las barras de control capaces de detener los reactores en dos segundos, el "disparo", en el argot de los expertos. Desde allí, explicaron los operadores que atendieron a los periodistas, han emprendido las últimas bajadas de potencia de la central en un entorno de desplome de precios, un proceso, detallaron, más rápido de acometer que de revertir y que conlleva costes pero que también ofrece flexibilidad a la central.

almaraz-turbinas.jpg
Edificio de turbinas de Almaraz | CNAT

El último tramo de la visita fue para explicar algunas mejoras en la seguridad "redundante" característica de una central nuclear: una es la del quinto generador diésel, previsto para paliar fallos eléctricos. La central nació con tres, se incorporó luego un cuarto y desde 2006 existe un quinto, que puede emplearse en cualquiera de los dos reactores. Otra es la losa "segura" (antisísmica), construida a raíz del accidente de Fukushima, donde se almacena el equipamiento portátil de emergencia: más generadores diésel en camiones, equipos de bombeo o mangueras. En las calles de la central están marcadas en el suelo, de color magenta, las zonas donde se situaría cada uno en caso de ser necesarios y que han de estar siempre despejadas.

Ante una gran maqueta de la central, el director, Rafael Campos, ofreció algunos datos menos conocidos de Almaraz, que con una potencia eléctrica de 1040 MW ve cómo su rendimiento desciende hasta los 1008 en agosto por el calentamiento del agua en el embalse. También contó que los diseños originales de la central contemplaban hasta dos reactores más y por ello el parque eléctrico adyacente tiene una superficie mayor que el edificio de turbinas. En medio de su explicación sobre la seguridad por capas, "como una cebolla", que rodea el proceso de fisión nuclear, Campos enfatizó que la central extremeña es la primera instalación generadora de energía eléctrica de España, con 611.000 GW desde su origen, el equivalente, añadió Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear y ex director de Almaraz, a "dos años y medio de consumo eléctrico en España".

Preparándose para cerrar o continuar

Respecto a su situación desde su encendido hace 41 años, Campos enfatizó los 50 millones al año que se vienen invirtiendo en nuevos equipos, inspecciones y "mejoras tecnológicas", que hacen, dijo Araluce, que su estado actual sea mejor que cuando se inauguró pero que de momento no frenan los planes del Gobierno. Respecto a ellos, Campos señaló que cuentan con equipos trabajando ya en los dos escenarios, el del cierre y el de la continuidad.

Si se quisiera, explicó, el apagón se podría revertir "hasta el último día". Pero el plazo para "hacerlo bien", es decir, para evitar que la central tuviera que estar unos meses parada después de 2027 por no haberse contratado o formado el personal suficiente o no haberse adquirido el combustible necesario concluiría en el primer trimestre de 2025. En cuanto a si sería posible reencender la central si se decidiera una vuelta a lo nuclear tras la clausura, Araluce señaló que todo es posible pero entrarían en juego los costes y las expectativas en el precio de la energía.

Las cifras de Almaraz

En la central entran a trabajar a diario casi 800 trabajadores, centrados en el "día a día" pese al ruido en torno a las fechas. La cifra llega a casi 2000 en los periodos de recarga de combustible, que se acomete por tercios cada 18 meses y en los que se aprovecha para revisar instalaciones y acometer mejoras. El último concluyó hace pocos días.

almaraz-sala-control140524.jpg
Una de las salas de control de Almaraz | CNAT

"No hay razones técnicas" para el cierre, insistieron desde una central que presume del impacto económico en la zona (de 97 millones y hasta 2.900 empleos entre directos, indirectos e inducidos) y de su importancia para el sistema energético español: el año pasado aportó el 7 por ciento de la demanda de energía eléctrica anual, equivalente al consumo de cuatro millones de hogares.

Desde una central que lleva levantada cuarenta años y que podría funcionar más allá de 2040, a imagen de centrales de tecnología idéntica que están renovando sus licencias en EEUU, enfatizaron los 400 millones invertidos en mejoras en los últimos diez años y los reconocimientos a sus profesionales "altamente especializados y cualificados". Nada de eso servirá si siguen en marcha los planes del Gobierno para cerrar la central, que en estos tiempos de incertidumbre quiso abrir sus puertas y enseñar lo que está en juego.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Biblia Ilustrada
    • Libro
    • Curso