Menú

La Sareb suspende de nuevo el desahucio de los okupas de Vallecas: los vecinos amenazados de muerte no pueden más

Después de tres años, la entidad participada por el FROB alega que no ha podido comprobar si los okupas de la calle Yeseros son o no vulnerables.

Después de tres años, la entidad participada por el FROB alega que no ha podido comprobar si los okupas de la calle Yeseros son o no vulnerables.
Los vecinos sufren a diario amenazas de muerte, lanzamiento de huevos y hasta de carne podrida | LD

Por segunda vez en menos de tres meses, la Sareb deja en la estacada a los vecinos de la calle Yeseros de Madrid y da alas a los okupas que llevan haciéndoles la vida imposible más de tres años. Tras la suspensión del desahucio de hasta 18 viviendas previsto para el pasado mes de abril, se acordó que el lanzamiento de 12 de ellas tendría lugar el 10 de julio. El proceso no fue sencillo, porque según los vecinos, inicialmente querían dejarles a los dos okupas más conflictivos.

Finalmente, consiguieron que sí les incluyeran entre los desahuciados. Sin embargo, una vez más, el ya conocido como banco malo ha optado por retrasar el procedimiento y alargar el sufrimiento de quienes padecen a diario el acoso, las amenazas de muerte y los actos "mafiosos" -como dejarles carne podrida en la puerta de su casa- de aquellos que quieren seguir viviendo gratis en unos pisos valorados en medio millón de euros.

"Estábamos muy contentos porque el pasado día 10 el juzgado les iba a echar y, además, como era un lanzamiento de alto riesgo, iba a haber antidisturbios e incluso también se habían pedido medidas excepcionales a la Policía Municipal y la Junta municipal del distrito", explica la presidenta de la comunidad, que lamenta, sin embargo, que el desenlace haya vuelto a ser el mismo que el pasado mes de abril.

"Todo iba sobre la marcha, pero el viernes anterior al lanzamiento, la PAH de Vallecas se presentó en el FROB (dueña de más del 50% de la Sareb) y, como lo que no quieren es que se haga ruido con este tema, pues acabaron plegándose a sus deseos", denuncia Pilar. Precisamente, por eso, los vecinos han decidido adoptar su misma estrategia y este miércoles también ellos se manifestan a las puertas del FROB: "Son unos embusteros y vamos a decírselo a la cara. Que nos den una solución o que al menos nos hagan partícipes de lo que quieren hacer y en qué quieren convertir nuestra comunidad".

El enfrentamiento con la Sareb

Según la Sareb, esta nueva suspensión de los desahucios responde al propio mandato de esta sociedad de participación pública que, por su consideración de gran tenedor, no puede desalojar a ningún ciudadano si existen indicios de vulnerabilidad. "Hay algunos casos en los que está muy claro que hay conflictividad y está acreditada. Otros en los que sabemos que no hay vulnerabilidad. Pero hay otros, y esto nos pasa muy a menudo, en los que directamente no hay colaboración. Es decir, no nos abren la puerta y, por tanto, no sabemos lo que pasa al otro lado" explican fuentes del llamado banco malo, quienes insisten en que esta entidad tiene la obligación de ser extremadamente garantista. "Y, además, es que, si no lo fuéramos, el propio juzgado acabaría paralizando el desahucio igualmente", advierten.

Los vecinos, mientras tanto, se desesperan ante una partida en la que ellos siempre tienen las de perder. "Si les siguen danto tiempo, cada vez habrá más vulnerables, porque se las saben todas: de repente me separo, de repente pongo una denuncia por malos tratos, de repente dejo a mi hija soltera con una niña pequeña… Y, al final, todos son vulnerables". Precisamente por eso, tampoco entienden por qué no se va echando a aquellos que ya saben que ahora mismo no lo son.

La Sareb alega que todos los pisos iban a ser desalojados en bloque, por lo que, incluso aunque haya algunos casos en los que, tal y como reconocen, la situación sea clara, hasta no saber las circunstancias de todos ellos, no pueden echar a unos sí a otros no. Además, recuerdan que tan solo llevan cinco meses implicados en esta batalla, ya que, a pesar de que los pisos les fueron adjudicados en 2021, ellos no pudieron inscribirlos en el Registro hasta febrero de este 2024: "Entendemos el sufrimiento de los vecinos, pero, aunque parezcan tiempos muy largos, en realidad son lo son. Según datos del propio Consejo General del Poder Judicial, la media en temas de desahucios está entre 9 meses y 3 años y encima nosotros estamos sujetos a toda una serie de protocolos".

Premiar al delincuente

De hecho, son precisamente estos protocolos los que denuncian los vecinos. Mientras el llamado banco malo presume de haber regularizado ya la situación de 7 de los 18 pisos que estaban okupados el pasado mes de mayo a través de un alquiler social, la presidenta de la comunidad se indigna ante lo que a todas luces es un premio para quienes llevan años cometiendo un delito: "Lo que no puede ser es que nosotros estemos pagando hipotecas de hasta 1.500 euros y esta gente con 175 euros lo haga y sin pagar comunidad, pero sí con derecho a piscina, con derecho a canchas de tenis y con derecho a todo. Yo no me he podido meter en una hipoteca hasta los 50 años y eso no me ha dado pie a que, como la Constitución me reconoce que tengo derecho a una vivienda, dé una patada y me meta en la que yo quiera".

Y lo peor, insiste Pilar, es aguantar que se rían de ellos a la cara. "La misma PAH nos llama pringados por pagar una hipoteca… Pues a lo mejor somos unos pringados, pero es lo que nos han inculcado desde pequeños, que las cosas se consiguen con esfuerzo y con trabajo, y aquí hay gente que no es que no sea vulnerable, sino que igual gana mucho más que otros propietarios", denuncia. Así, pone el ejemplo de un matrimonio formado por una profesora y un funcionario o el de una exdirigente de Podemos en Madrid, Maby Cabrera, que, según dice, "tiene piso propio, pero lo alquila y, mientras tanto, disfruta de un ático gratis en esta urbanización".

Acoso y amenazas constantes

La situación es tan desesperante que, tal y como relata Pilar, "un matrimonio mayor no ha tenido más remedio que irse porque ya no aguantaban más, otras dos vecinas están en tratamiento psicológico y una se ha tenido que ir al pueblo por la presión". Desde hace tres años, las amenazas son constantes, pero desde que decidieron salir a los medios a denunciar la situación, el acoso se ha incrementado. A las pintadas de "hijos de puta, estáis muertos" que aparecieron en el ascensor, se suma el lanzamiento de huevos y hasta de carne podrida, tal y como muestran las fotografías que la propia presidenta nos envía de la puerta de su propia casa.

Según relata Pilar, los okupas se dedican a vandalizar las cámaras de seguridad que han tenido que poner precisamente para protegerse de ellos, los accesos a los garajes, los farolillos y hasta las taquillas de Citibox que los vecinos pusieron para recibir la paquetería. Y eso no es lo único que les preocupa. "Han cambiado calderas por termos eléctricos y han hecho toda una serie de reformas sin la supervisión de personal técnico cualificado que, obviamente, nos hace tener miedo. De hecho, han tenido que venir los bomberos en varias ocasiones porque también han modificado las terrazas y han puesto elementos que, en cuanto viene el aire, se vuelan, con el consiguiente peligro de quien pasa por debajo", relataba ya en mayo la presidenta. Con todo, Pilar vuelve a hacer un llamamiento a la Sareb y al Gobierno. "¿De verdad alguien cree que se puede vivir así?".

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura