La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no ha acabado de implantar la obligación a las empresas de reducir la jornada laboral a 37 horas y media a la semana (pagando lo mismo a sus empleados), que ya tiene otro plan. Se trata del despido a la carta o despido disuasorio. Yolanda Díaz lleva años planteando esta idea.
Este despido a la carta consiste en aplicar distintas indemnizaciones (más altas que las actuales) según el perfil de cada trabajador despedido. Esto daría un giro de 180 grados a la formulación de la indemnización por despido como hasta ahora la conocemos, que es tener en cuenta el tiempo que lleva el empleado trabajando en la empresa para calcular la indemnización y el tipo de despido.
Por tanto, factores personales, como la edad o la situación familiar, empezarían a ser determinantes a la hora de obtener una indemnización más alta de los 33 días por año trabajado actuales. Cabe recordar que, con su reforma laboral, la ministra de Trabajo pretendía que el coste del despido volviera a los 45 días, pero no lo consiguió.
Ahora, Yolanda Díaz tiene la excusa perfecta para imponer su despido a la carta. Según UGT, podría haber muchos colectivos que podrían obtener mayores indemnizaciones por despido si son mayores, si están de alquiler o pagando una hipoteca o si tienen hijos.
Sin embargo, lo que no están teniendo en cuenta Pepe Álvarez o Yolanda Díaz es que estas ideas podrían generar el efecto contrario entre los perfiles de trabajadores a los que teóricamente se quiere proteger. Y es que, su implantación supondría un desincentivo para que las empresas contraten a este tipo de empleados si luego les a salir más caro despedirlos.
Si tenemos en cuenta que España tiene el coste del despido más alto de Europa junto con la mayor tasa de paro, no hay duda de que, de nuevo, tomarán una decisión contraria a la que necesita nuestro mercado laboral.