A comienzos de verano, el gobierno de Javier Milei anunció una nueva vuelta de tuerca en su agenda económica. Pese al nerviosismo inicial, los indicadores macro empiezan a darle la razón al presidente, que no se conformó con los frutos que estaban dando sus primeras medidas de estabilización y redobló su apuesta por dejar a cero la emisión de moneda.
En el siguiente gráfico se puede ver que. en efecto, la base monetaria del Banco Central de la República de Argentina (BCRA) se ha mantenido prácticamente inalterada bajo gobierno de Javier Milei. Esta situación contrasta con el paradigma anterior, cuando en los años de gobierno del peronismo se inyectaba dinero de nueva creación por montos equivalentes a más del 30% del PIB.
Como explica el economista David Mermelstein, el IPC del pasado mes de julio confirma que la inflación sigue una trayectoria descendente. De hecho, tras una caída del 90%, el ritmo de aumento de los precios se sitúa ahora en su nivel más bajo en 30 meses. El proceso de desinflación, pues, avanza a buen ritmo y con resultados cada vez más tangibles.
Gráfico 1 (Precios)
En la misma línea, los datos de alta frecuencia para los precios semanales de productos básicos muestran señales de deflación en ocho de las dieciocho últimas semanas. Esto vendría a confirmar el acierto que ha supuesto la adopción de una política basada en cortar de raíz el déficit presupuestario para así poner fina la impresión de moneda y, con ello, romper el círculo vicioso de inflación que viene sufriendo Argentina desde hace tantos años.
De igual modo, los primeros cálculos del IPC para comienzos de agosto apuntan que los precios estarían subiendo ya a tasas de entre el 1,5% y el 3%, lo que significa que la inflación seguirá relajando su ritmo de crecimiento a lo largo de las próximas semanas, acercando al país del Cono Sur a un escenario de estabilidad que supondría un verdadero hito económico para Milei.
Todo esto favorece la recuperación del poder adquisitivo. El INDEC, organismo equivalente al INE español, publicó recientemente su índice de salarios para el mes de junio, en el que se puede apreciar que la remuneración de los trabajadores subió un 6,2% frente a un aumento de los precios del 4,6%. Esto significa que se han registrado ya tres meses consecutivos con un aumento de los salarios por encima del crecimiento del IPC.
Gráfico 2 (Salarios)
La brecha cambiaria es otro de los indicadores en los que tiene puesta la mirada el gobierno. Si el peso se acerca al dólar, facilitar la adopción de la moneda estadounidense será mucho más factible. A comienzos de año, el diferencial se situaba en torno al 60%, un porcentaje que hacía inviable hablar de dolarización. Aunque la brecha ha vivido distintas oscilaciones desde entonces, los últimos registros la sitúan en torno al 35%. Por tanto, se ha producido una caída notable que puede facilitar el sistema de libre circulación de monedas con el que Milei quiere impulsar una dolarización de facto de la economía argentina.