
La Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) deberá esperar a que Magyar Vagon se pronuncie sobre su Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones sobre Talgo para poder desestimar la operación, después de que el Gobierno la haya rechazado.
Según fuentes de la CNMV citadas por Europa Press, la normativa exige que el oferente, Magyar Vagon, realice una comunicación formal para que el regulador pueda proceder a la desestimación de la oferta. Esta comunicación no necesariamente implica una retirada, sino cualquier tipo de manifestación sobre el estado del trámite.
No obstante, los húngaros planean recurrir el veto del Gobierno a su oferta, lo que sugiere que no retirarán la OPA, obligando a la CNMV a tomar una decisión sobre su desestimación. Si la CNMV espera a que se resuelvan los recursos, la OPA podría quedar paralizada durante años, lo que podría perjudicar a Talgo al limitar sus opciones para expandir su capacidad industrial.
Una posible comunicación al mercado por parte de Magyar Vagon podría ser la presentación de estos recursos, lo que permitiría a la CNMV desestimar la OPA, justificándose en el daño que su mantenimiento podría causar a Talgo.
En situaciones normales, una OPA que no cumple con la aceptación mínima por parte de los accionistas es retirada por el oferente. En este caso, como no se ha retirado, la CNMV esperará cualquier comunicación de Magyar Vagon, aunque el regulador no ha especificado qué sucederá si esta comunicación no se produce.
Lo que está claro es que la CNMV no puede autorizar la OPA tras el veto gubernamental, a menos que los recursos sean favorables a Magyar Vagon.