El Gobierno no deja de presumir de los datos económicos gracias al espejismo del corto plazo impulsado por el ingente gasto público y el buen comportamiento del sector exterior, pero estructuralmente la economía languidece y se resiente por su composición de crecimiento insano.
Es más, este mes, por segundo consecutivo, se destruye empleo en el conjunto nacional, constituyendo, un mal dato en el mercado laboral: pese a ser un mes de temporada veraniega, se destruye empleo y se destruye con fuerza.
Paro registrado
El paro sube en 21.884 personas. Por otra parte, en tasa interanual el paro baja en 130.579 personas, que es el tercer peor dato interanual de un mes de agosto de los últimos doce años, con lo que la bajada no es especialmente destacable para este mes, hecho que muestra la ralentización interanual de la bajada del paro, comparando períodos homogéneos. Así, la bajada se queda en alrededor del 60% de lo que bajaba en agosto del año pasado.
De nuevo, la bajada de paro interanual no se ralentiza más gracias a que donde más baja es en Andalucía (-56.921 personas), Valencia (-13.713 personas) y Madrid (-12.211 personas). Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11,5%, y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 25,5%.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente en agricultura en 2.337 personas; sube en servicios en 20.189 personas; en construcción sube en 4.187 personas y en industria se incrementa en 2.995 personas. Baja en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 3.150 parados. Aumenta el desempleo femenino, en 10.913 personas y el masculino sube en 10.971 personas. El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) sube en 2.186 personas, y sigue liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 25,5%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, aumenta en 9.476 personas en agosto, que muestra que realmente hay al menos ese número de personas que probablemente tenía un empleo temporal y que se encontraría incluido en el número de parados de no haber sido reconvertido en fijo-discontinuo debido al cambio normativo que se llevó a cabo. Esto es especialmente preocupante, pues se produce en una época de alta contratación, con lo que esa potencial destrucción de empleo -con reflejo en menor afiliados- que muestra ese aumento de demandantes de empleo indica la desaceleración de la economía.
Desde octubre de 2022 ha aumentado en 401.728 nuevos demandantes de empleo ocupados, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.
Contratos
De nuevo, vuelven a caer los contratos en términos interanuales. Más de la mitad (un 58%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril de 2023 y continúa, por los mismos motivos, desde entonces.
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados) y que nunca más han vuelto a dar. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro.
Afiliación
El empleo se destruye este mes, con el descenso de afiliados a la Seguridad Social, profundizando en la destrucción de empleo del mes de julio, después de que el que se hubiese creado en los últimos meses no fuese sólido, porque no se creaba, sino que se repartía, pero este mes, además, se destruye empleo.
El número de afiliados, como se mencionaba anteriormente, cae en 193.704 personas, el tercer peor mes de agosto de los últimos dieciséis ejercicios. Se destruyeron, así, 260 empleos a la hora en agosto.
Adicionalmente, el último día de mes se destruyeron 62.954 puestos de trabajo. De hecho, en términos interanuales se desacelera de manera importante, siendo el cuarto peor dato interanual de un mes de agosto de los últimos once años.
Además, ese aumento de afiliación interanual se debe al impulso de Madrid, que lidera la creación de empleo, con 122.482 afiliados, y Andalucía, la tercera región en creación de empleo interanual, con 72.878 afiliados más.
Además, en julio (último dato disponible de sector público) gran parte del empleo interanual se mantuvo gracias al incremento del empleo público en 109.639 personas. Los autónomos caen en 10.135 personas, signo del empeoramiento de la economía.
Desde febrero de 2020 hay 31.492 empresas menos, 11.276 menos respecto a julio de este año. Es decir, deterioro del mercado laboral, con fuerte destrucción de empleo en plena campaña de verano.