Junio de 2024. Yolanda Díaz era cazada por Libertad Digital presentando un informe comprado de la OCDE que, según ella, dejaba muy bien a España. Lo cierto es que no dejaba bien –ni siquiera bajo pago– a la productividad española. Pero, eso sí, caro fue un rato. Y largo: 150.000 euros tirados a la basura para lograr un mal informe, pagado y que, para colmo, no se cortó: plantó un pie de página donde dejaba claro que el informe había sido comprado. Todo un hito en la gestión de los fondos públicos.
El Gobierno de Pedro Sánchez pretendió vender como imparcial un informe de la OCDE que ponía menos mal a España de lo normal. "Acompañada por el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, y el Director de Trabajo, Empleo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta", Yolanda Díaz "ha explicado que el informe destaca que las medidas puestas en marcha en estos últimos años, en especial la reforma laboral y la subida sostenida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), han contribuido a mejorar el reparto de la productividad y reducir la desigualdad", señalaron los servicios propagandísticos del Gobierno.
Bien, lo primero que llamó la atención de Libertad Digital es un dato obvio: El "reparto de la productividad" es un dato distinto de la productividad. Compararlo no tiene nombre en términos económicos.
Pero el chiste fue a más. Porque, al margen del contenido del informe, lo llamativo se encontraba en la página 4. Y es que, la OCDE dejó constancia en su propio documento de que el departamento de Yolanda Díaz había pagado por el estudio: "La OCDE agradece el apoyo financiero del Ministerio de Trabajo y Economía Social de España para la elaboración de este informe", señaló expresamente el documento como mostró Libertad Digital. Las advertencias del informe llegaron al súmmum cuando incluyeron en su página dos una leyenda más: "Por favor, cite esta publicación de la siguiente manera: Ministerio de Trabajo y Economía Social (2024), Reactivar el crecimiento ampliamente compartido de la productividad en España". Literalmente.
La investigación de aquel acto propagandístico ha ido a más. El PP tomó el testigo de la noticia y preguntó oficialmente y por escrito, qué había detrás del informe. Hoy sabemos parte. Que costó nada menos que 150.000 euros. Eso sí, el departamento de Yolanda Díaz se ha negado a contestar a otra pregunta: "La Sra. Díaz acudió a París a presentar los resultados del informe encargado por su Ministerio. ¿Cuántas personas le acompañaron en ese desplazamiento? ¿A cuánto asciende el coste del desplazamiento de la ministra de Trabajo y su séquito? ¿Se utilizaron medios públicos (Falcón, helicópteros Súper Puma, coches oficiales...) para el desplazamiento?" Sobre esta pregunta, por ahora, secreto absoluto.
La respuesta, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, sí señala lo siguiente: "En relación con la pregunta de referencia, se informa de que, a lo largo de estos años, España ha colaborado estrechamente en los trabajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), participando activamente en los diversos foros que se enmarcan en el ámbito sociolaboral, entre ellos el Comité ELSA (Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales) o el Global Deal y sus grupos de trabajo". Y que "fruto de esta estrecha colaboración se celebró, en el mes de marzo de 2022, un encuentro bilateral entre la Vicepresidenta Segunda del Gobierno y el Secretario General de la OCDE en el que se planteó la posibilidad de hacer un estudio conjunto sobre cómo mejorar la productividad de las empresas y el mercado laboral español, iniciativa que fue apoyada con interés por el equipo de la OCDE". ¿Y el coste de la aventura, tras todo este rodeo? Pues, "teniendo presente lo expuesto anteriormente, cabe señalar que el Ministerio de Trabajo y Economía Social contribuyó a la elaboración del Informe sobre la productividad laboral en España con una aportación de 150.000,00 euros abonada a la OCDE con cargo al presupuesto de gastos del Ministerio en 2022".
¿Qué dice el informe?
Pese a ello, lo cierto es que el informe asegura lo siguiente: "2.2. Reactivar el crecimiento de la productividad. El débil crecimiento de la productividad en España refleja una combinación de retos estructurales de larga data, en su mayoría específicos de España, y retos más recientes relacionados con el contexto económico mundial más amplio".
O, también, que "en España, un importante desajuste entre las cualificaciones aportadas por los trabajadores y las requeridas por los empresarios obstaculiza el crecimiento de la productividad". O que "los jóvenes españoles se enfrentan a una difícil transición de la escuela al mundo laboral". O que "España sigue teniendo una de las tasas de abandono escolar temprano más elevadas de la OCDE, a pesar de los importantes avances de los últimos años: en 2021, el 13% de los jóvenes de 18 a 24 años dejará los estudios sin haber superado el primer ciclo de secundaria, casi la mitad que una década antes, pero aun considerablemente por encima de la media de la OCDE, que es del 9%".
O que "la FP podría ser eficaz para proporcionar competencias técnicas específicas de las que se carece. No obstante, en 2021, solo el 24% de los estudiantes españoles de bachillerato estaban matriculados en FP, frente a una media de la OCDE del 43%". O que "las oportunidades de formación para los parados son limitadas en España". O que "las empresas se enfrentan a barreras estructurales para aumentar la productividad". O que "España se queda atrás en la adopción de tecnologías digitales avanzadas". O, sólo por citar un ejemplo más, que "los resultados de España en materia de productividad laboral se han deteriorado considerablemente en las últimas décadas".
Todo eso tras pagar 150.000 euros.