El eurodiputado del Partido Popular Europeo, Christophe Hansen, será el nuevo comisario de Agricultura y Alimentación, a la espera de que reciba el visto bueno del Parlamento Europeo. La presidenta Ursula von der Leyen ha apostado por este político de Luxemburgo con amplia experiencia en agricultura y comercio comunitarios. Pero Hansen tendrá que lidiar con las reivindicaciones de los agricultores y también con los conflictos que puedan surgir de otra cartera paralela, la de Transición Limpia, Justa y Competitiva que lidera Teresa Ribera.
El campo ha celebrado la propuesta de Von der Leyen y respiran aliviados porque "Ribera no tendrá competencias en agricultura", según ha señalado Asaja. Sin embargo, esto no es del todo cierto porque, en el pasado ya se ha constatado que muchas políticas medioambientales relacionadas con la descarbonización o el Pacto Verde han tenido consecuencias para los profesionales del campo. Así que las sinergias (o conflictos) entre Hansen y Ribera serán determinantes para los objetivos de Von der Leyen.
En este sentido, uno de los puntos en los que Hansen y Ribera no están de acuerdo es la ley de Restauración de la Naturaleza. La ministra socialista siempre ha sido una de sus mayores defensoras, celebró su aprobación e incluso llegó a decir que el reglamento se queda corto. Sin embargo, Hansen votó en contra de esta ley alegando el terrible impacto económico que supondría para la agricultura y la seguridad alimentaria.
Por otra parte, Hansen apoyó el Reglamento de Deforestación de la Unión Europea que prohíbe importar productos que hayan podido provocar la tala de bosques. Y desde que se convirtió en eurodiputado en 2018, también ha apoyado las líneas generales del Pacto Verde de la UE, particularmente en áreas alineadas con la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, su enfoque suele ser equilibrado con los intereses económicos y agrícolas.
Los retos de Hansen al frente de Agricultura
Von der Leyen ha destacado que Hansen será el encargado de presentar en los primeros 100 días de su mandato un "informe estratégico" con las claves para el futuro de la agricultura europea, "con un enfoque particular en la sostenibilidad, la modernización del sector y la lucha contra el cambio climático". Teniendo en cuenta esto, a priori no parece que vaya a haber cambios a corto plazo en las líneas generales de las políticas agrícolas mantenidas hasta el momento.
Por otra parte, Hansen aboga por reformar la Política Agrícola Común (PAC) para "garantizar un mejor apoyo a los jóvenes y a los pequeños agricultores y promover la sostenibilidad ambiental".
Además, el nuevo titular de la cartera de Agricultura tendrá que lidiar con las exigencias de las asociaciones agrícolas. Entre ellas está la reducción del infierno burocrático o la creación de cláusulas espejo para obligar a los productores de terceros países a cumplir con las mismas condiciones ambientales que se han impuesto a los agricultores y ganaderos europeos, algo que acabaría con la competencia desleal pero que también encarecerá aún más la cesta de la compra.