
La afiliación a la Seguridad Social marca la capacidad de la economía de crear empleo. Si se debilita, no hay "cohetes" que valgan, diga lo que diga el presidente del Gobierno de turno. Pues bien, la tasa de variación de la afiliación a la Seguridad Social refleja una realidad que nada tiene que ver con los mensajes propagandísticos de Pedro Sánchez: la afiliación a la Seguridad Social no deja de caer desde 2021 y acaba de marcar el peor dato desde 2015. Todo un cohete… en caída.
Más contratos, pero precarios
Los datos han sido extractados por el departamento de estudios del sindicato USO en base a los datos oficiales. Es decir, la única diferencia con respecto al triunfalismo que se escucha en el resto de sindicatos responde a la mayor independencia de USO. Y su último documento señala que "la Seguridad Social ha registrado un aumento de 22.220 alcanzando los 21.220.899 afiliados en septiembre, descontando la estacionalidad y el efecto calendario. Supone un aumento de 377.963 ocupados en lo que va de año". Hasta ahí el dato puede parecer levemente positivo, pero el informe añade: "Lo que no nos cuentan es que para conseguir los 377.963 ocupados en estos primeros nueve meses del año ha sido necesario realizar la cifra de 11.408.909 contratos. Es decir que de media cada nuevo afiliado habría tenido que realizar 30 contratos en ese periodo de tiempo, unos 3,3 contratos al mes".
Es más, "se está produciendo una desaceleración del crecimiento, si exceptuamos 2020 -año de la pandemia- este es el peor septiembre de los últimos diez años".
Hay más datos: "La afiliación media se acerca a los 21,2 millones de afiliados (21.198.206), lo que se traduce en que es el septiembre con mayor nivel de empleo de la serie histórica, al contar con 473.411 afiliados más que hace un año (+2,3%). Se trata de 8.805 ocupados más que en agosto". Pero, ¿cómo es esa contratación?
Bien, pues "el seguimiento de la afiliación diaria, más allá de los habituales saldos negativos de los viernes, demuestra que en el último día en este mes se produjo un saldo negativo de 179.493". Una auténtica fuga de afiliados.
Una tasa menor que en 2015
Pedro Sánchez ha pretendido sacar pecho de su reforma laboral y de su "cohete" económico. Pero hay datos obvios que tumban su impostado optimismo. No sólo es que la mitad de los parados sea de larga duración y un tercio agota los pagos sin encontrar empleo. Es que los propios contratos llevan una carga de precariedad difícil de justificar desde los postulados socialistas: cuatro de cada diez contratos duran menos de un mes y casi un tercio menos de dos semanas.
El resultado de todo ello es que, en estos momentos, la tasa de variación de la afiliación se sitúa en el 2,28% y en 2015 era del 3,17%. Es más, en 2021 —en plena llegada de ayudas covid y con todo el efecto escalón estadístico, obvio, con respecto al año 2020 y la irrupción más brutal de la pandemia— la tasa llegó al 3,47%. Y el dato actual es el más bajo desde 2015, descontando el año 2020 con la explosión del covid.