Malestar entre los supermercados por el "clima de alerta constante" y hasta las "fake news" que está generando el tratamiento de las informaciones que se generan alrededor de la temática de la seguridad alimentaria.
Fuentes del sector aseguran que "en los últimos años, estamos detectado que se tergiversan informaciones para llamar la atención de los ciudadanos sobre temas alimentarios que no son ciertos. Estamos muy preocupados" lamentan.
Ecologistas y agricultores, contra los súper
En las cadenas de distribución consideran que "este clima" estaría ejerciendo de "caldo de cultivo para alimentar las tácticas e intereses de desinformación de ciertas organizaciones", como pueden ser las ecologistas y hasta las de los agricultores.
Desde el sector de los supermercados critican que algunos de estos colectivos están utilizando "la excusa de la seguridad alimentaria o la del bienestar animal" para desprestigiar a las empresas cárnicas o a los alimentos procedentes del extranjero.
"No podemos seguir así"
El hartazgo del sector es total. "No podemos seguir así. Nos jugamos nuestro prestigio" aseguran. Según su testimonio, este incremento de la confusión sobre la seguridad alimentaria "hace que se produzcan bajadas de ventas". Ponen de ejemplo de este "caos" a una alerta que se sucedió el pasado mes de marzo por la detección de fresas con hepatitis A procedente de Marruecos.
"Esta información entró en el RASFF, el sistema de alerta rápida para el control de alimentos y piensos en la Unión Europea, y las fresas no llegaron nunca a las tiendas españolas. El sistema de control funcionó correctamente: se detectó el problema y se impidió que las fresas se comercializaran. Sin embargo, las alarmas causaron una caída de ventas de ese producto de entre el 10% y el 15%" relatan los supermercados.
Otro caso sucedió en abril, "con una alerta sobre una tableta de chocolate de un conocido supermercado donde se detectó un cuerpo extraño. Un consumidor mandó una foto de la tableta con un plástico, se retiró el lote, pero no se detectó nada en ninguno de los otros chocolates del lote. Esto causó importantes daños en las ventas del chocolate y no sabemos si ese plástico venía de fábrica o no" cuentan.
En cuanto a los episodios relacionados con el bienestar animal, en el sector de los supermercados aseguran que "una foto de un animal enfermo" en una graja causa un gran daño reputacional, "cuando es normal que un animal enferme, pero lo importante es que ese animal no llega nunca a la cadena alimentaria porque el sistema de detección funciona". En este sentido, los supermercados aseguran que las organizaciones ecologistas "nos chantajean con sacar determinadas imágenes o sacan imágenes antiguas para desprestigiarnos. Es constante".
¿Y los alimentos de países en vías de desarrollo?
La distribución también ha hablado de una cuestión controvertida: los alimentos provenientes de países en vías de desarrollo. El sector niega rotundamente que a los productos alimentarios provenientes de Marruecos, India o Senegal se les exija menos requisitos en materia de seguridad alimentaria que a los productos nacionales, aunque reconocen algunos matices.
"No compartimos esa visión. Por ejemplo, los límites máximos de residuos son los mismos en toda Europa y para los que entran. Otra cosa es que en Europa se reduzcan esos límites, que están todo el tiempo reduciéndolos, y a los de fuera se le de más tiempo a adaptarse" aseguran.
Por ejemplo, los supermercados explican que "puede haber un producto de fuera de la UE con un nivel mayor de fitosanitarios, pero porque está en ese periodo de adaptación a Europa". Sea como fuere, "ese producto de fuera de la UE tiene un nivel, que antes del cambio en Europa, se consideraba correcto. Y acabará teniendo el europeo una vez pasado el plazo, que puede ser de un año o dos" explican. Aunque en materia de seguridad los supermercados insisten en que las reglas de juego son iguales para todos, reconocen una evidencia: que "el modelo de producción es diferente". Lo mismo ocurre con productos que no son alimentarios.