El sector energético argentino, en pleno auge de inversiones, está viviendo algunas transformaciones que sorprenden que haya tenido que llegar Milei para que se produzcan.
En su cruzada por desregular la economía, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, anunció el inminente decreto que permitirá a los consumidores cargar combustible por sí mismos en las estaciones de servicio. Una medida que, aunque en Europa es habitual, ahora se convierte en un símbolo de libertad económica en Argentina: "Esto no tendría que ser por un tema de seguridad, es un tema de libertad. Vos organizás tu relación comercial de la manera más libre que quieras, ¿no?", enfatizó.
La desregulación no termina ahí. El ministro adelantó que se eliminarán las restricciones sobre el tamaño de las estaciones de servicio. "Queremos liberar totalmente las restricciones de tamaño, que son bastante restrictivas. El decreto está escrito y ya está en proceso para el autoabastecimiento", aseguró.
En paralelo, el Gobierno prepara medidas para democratizar la carga eléctrica de vehículos, rompiendo la exclusividad de las estaciones. "Queremos dejar claro que el despacho de energía eléctrica para el transporte se haga en un espacio de total libertad. Cuando vos tengas autos eléctricos, vos vas a ir a un restaurante y vas a querer cargar el auto cuando estás comiendo. O en el shopping. No queremos nichos de negocios particulares", explicó.
Reformas para el sector petrolero
En su afán de eliminar obstáculos para la competitividad, Sturzenegger anunció la eliminación de normativas obsoletas. "Estamos eliminando la que regía para la limpieza de los tanques petroleros. Y la que prohibía importar maquinaria usada. Imaginen a la industria metalmecánica de nuestros piamonteses que van a Italia y ven esos equipos. Había que tener un certificado especial para los bienes usados. Ahora los podrán traer", explicó.
Sturzenegger ofreció una visión crítica sobre las décadas de intervencionismo que, según él, han sumido al país en una crisis estructural. "Cuando nací, el país era más rico que España, y a mis diez años también. Tuvimos una catástrofe en 50 años. En los 60, la pobreza era 5%, hoy 50%, por el modelo empobrecedor de la casta. Y algo que alarma es que en los últimos 10 años, 2 millones de jóvenes de todos los estamentos sociales se fueron del país", sentenció.
A pesar del diagnóstico sombrío, se mostró optimista respecto al presente: "Hace unos días el Presidente observó una encuesta que muestra que muchos ya no quieren irse y es lo que más contento lo puso", compartió, subrayando la importancia de un modelo en el que el Estado deje de ser la fuente de los problemas.
Nuevas oportunidades para la inversión
El equilibrio fiscal también fue motivo de orgullo. "La motosierra sigue porque el equilibrio fiscal se logró con la baja del gasto y no con suba de impuestos", afirmó, dejando claro que el ajuste estatal continuará.
"Cerrando su intervención, Sturzenegger ofreció una visión estratégica sobre el futuro energético. Advirtió que las reservas actuales de petróleo y gas podrían no ser suficientes para los próximos 50 años, pero destacó la oportunidad única que esto representa para Argentina: "Habrá una fuente que reemplace el petróleo y gas en un contexto en que se acelera la innovación tecnológica. Hay que aprovechar agresivamente la ventana de oportunidad".
Con un brindis, Sturzenegger dejó un mensaje final para los empresarios del sector: "Hay muchas razones para ser optimistas. Vos organizás tu relación comercial de la manera más libre que quieras, pero hay que animarse y tomar la iniciativa". La pelota, como señaló el ministro, está ahora en la cancha del sector privado, en un momento en el que las reglas del juego parecen haberse reescrito para favorecer la inversión y el crecimiento.