
El Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), ese documento en el que el gobierno de España plasmó cómo iba a ser la transición energética en nuestro país, hace agua por todos sitios. Hemos hablado largo y tendido en esta tribuna del error descomunal del cierre de las centrales nucleares que postula el PNIEC, pero contiene otros errores de bulto que conviene no pasar por alto.
Uno de ellos es la penetración del vehículo eléctrico, cuya previsión va a quedarse muy lejos de la realidad si el mercado se sigue comportando como hasta ahora. El PNIEC postula que, en el año 2030, habrá 5,5 millones de vehículos eléctricos circulando por nuestras carreteras. Sin embargo, la realidad demuestra que cerraremos el año 2024 con menos de 400.000 vehículos eléctricos matriculados. Es decir, estamos a más de 5 millones de coches del objetivo y nos quedan cinco años. Tendríamos que matricular un millón de vehículos eléctricos al año para cumplirlo.
¿Cuál es la realidad? Vamos a finalizar este 2024 con unas ventas ligeramente por encima del millón de vehículos, de los cuales únicamente unos 50.000 serán eléctricos. Es decir, no solo es que se estén comprando veinte veces menos coches eléctricos al año de los necesarios para llegar al objetivo, es que por cada vehículo eléctrico que se vende, se venden veinte de gasolina o diésel. Como ustedes comprenderán, no es que estemos descarbonizando el transporte, precisamente. De hecho, estamos lejísimos de empezar siquiera a hacerlo.
La gente no quiere vehículos eléctricos. Es un hecho. No es una opinión, son los datos. Solo una de cada veinte personas que compra coche se decanta por uno eléctrico. Y eso a pesar de todas las ayudas y beneficios a la compra de ese tipo de vehículos. El coche más vendido en España es el Dacia Sandero, un vehículo en el entorno de los 15.000 euros. En cambio, un Opel Corsa eléctrico supera los 27.000 euros. Y es un Opel Corsa, con todos los respetos.
Personalmente, considero que los vehículos eléctricos tienen muchas ventajas. Pero considero también que no son para todo el mundo. El coche más vendido en España hace diez años era el Renault Megane y hoy lo es un coche mucho más modesto. La edad media de los coches en España era de 8 años en 2008, hoy casi alcanza los 15 años. Estos datos son síntomas inequívocos de que el poder adquisitivo de los ciudadanos ha empeorado de manera apreciable y no están dispuestos a desembolsar un sobrecoste por un vehículo eléctrico, por muy sostenible que sea.
Estos datos son muy evidentes y hablan por sí mismos, pero desde el gobierno nos siguen jurando que en 2030 vamos a tener 5,5 millones de vehículos eléctricos circulando por nuestra red viaria. Sinceramente, si nada cambia drásticamente, me van a permitir que lo dude.