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Seis voces contra el "error monumental" de cerrar Almaraz: "Nos va a hacer más vulnerables"

La comarca de la central de Almaraz se echó a la calle contra el cierre. Seis expertos dan sus motivos a LD para seguir defendiendo que siga abierta.

La comarca de la central de Almaraz se echó a la calle contra el cierre. Seis expertos dan sus motivos a LD para seguir defendiendo que siga abierta.
Cordon Press

En una semana en que el Gobierno, a través de la ministra Sara Aagesen, ha vuelto a decir que el plan de cerrar las nucleares sigue en pie, y las empresas han avisado de que en cualquier caso no seguirían con las condiciones actuales, la comarca donde se levanta la central nuclear de Almaraz salió a la calle en defensa de su principal motor económico avisando, además, de que las consecuencias de esta decisión las va a sufrir toda España.

El mismo mensaje está lanzando el sector nuclear, que advierte de que este cierre, que está a punto de hacerse irreversible, va a suponer también el principio del fin de una industria que agrupa a miles de profesionales: "Si Almaraz cae, se acabó", resumían esta semana avisando del efecto bola de nieve que conllevaría el cierre de la primera de las centrales en el calendario. Más trascendentes aún serán las consecuencias para el futuro energético de España en un momento en que la nuclear genera, según los datos de 2024, el 19,57 por ciento de la producción eléctrica y funcionó 7.314 horas frente a las 1922 de la eólica y las 1417 de la fotovoltaica. Estas son algunas de las reflexiones que expertos en energía nuclear han compartido con Libertad Digital, coincidiendo con la movilización en la región:

Luis Enrique Herranz Puebla, Profesor de Investigación en Seguridad Nuclear y Responsable de la Unidad de Investigación en Seguridad Nuclear del CIEMAT: "No existe ninguna razón objetiva para el cierre de la central nuclear de Almaraz I. La operación de la central ha sido ejemplar. Entre 2019 y 2023 (5 años) ha estado funcionando más del 90% del tiempo y generando el 90% de la cantidad máxima de electricidad posible en ese mismo período. Teniendo en cuenta las paradas habidas para recarga de combustible y mantenimiento, las cifras son extraordinarias (particularmente, si se comparan con las de otras tecnologías alternativas, bien sean fósiles o renovables). Habida cuenta de que la producción eléctrica vía nuclear no emite CO2, proporciona fiabilidad al sistema eléctrico, y resulta económicamente competitiva y con precios estables en el tiempo, no parece que exista argumento tecno-económico alguno para cerrar Almaraz. En cuanto a su seguridad, los registros del Consejo de Seguridad Nuclear muestran que Almaraz I en los últimos años sólo ha notificado desviaciones; es decir, sucesos sin relevancia en la operación segura del reactor. Si a todo ello se añade el beneficio económico y social en las poblaciones vecinas, sólo resta cuestionar el origen de tal decisión y su legitimidad moral.

Más allá del entorno local, en un momento en que Europa y el mundo está haciendo una apuesta decidida por la energía nuclear, y donde las tecnologías avanzadas (como los centros de gestión de datos o la electrificación masiva de la industria) están demandando potencia que garantice el funcionamiento de una sociedad moderna, resulta impropio prescindir de un activo-país incuestionable".

Alfredo García @Operador Nuclear, operador y supervisor nuclear en Ascó: "La experiencia internacional demuestra que cuando se cierran centrales nucleares, su producción constante se sustituye esencialmente por la de centrales de gas natural. La consecuencia de cerrar Almaraz y el resto de centrales nucleares españolas sería quemar mucho más gas natural, aumentando las emisiones de CO2, la polución atmosférica y el precio de la electricidad para empresas y familias".

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Construcción de la central de Almaraz | CNAT

Manuel Fernández Ordóñez, doctor en Física Nuclear: "El cierre es un error desde cualquier punto de vista que se mire, económico, de la seguridad de suministro, de las importaciones, climático; desde cualquiera que se analice, es un error monumental. Desde el punto de vista económico nos ayuda a reducir los precios de la electricidad en el mercado mayorista; si la cerramos, su producción de electricidad será sustituida fundamentalmente por gas de los ciclos combinados, lo que hará que los precios del pool mayorista aumenten y los españoles tengamos que pagar más por la electricidad. Al quemar más gas emitiremos más gases de efecto invernadero y los españoles tendremos que pagar más dinero en derechos de emisiones de CO2 y desequilibraremos aún más la balanza de pagos al vernos obligados a importar mas combustibles fósiles que no poseemos internamente.

Desde el punto de vista de la estabilidad y seguridad de suministro, produce el 20 por ciento de la electricidad de España de manera estable, segura y fiable las 24 horas del día los 7 días de la semana sin depender de fenómenos meteorológicos. Nos va a hacer más vulnerables y que el sistema sea más vulnerable y no podamos asegurar el suministro bajo ciertos eventos de alta demanda de electricidad y baja producción de energías renovables. Y desde el punto de vista medioambiental, climático, cambiar una energía que no emite gases de efecto invernadero por otra que sí emite es contraproducente y vamos en sentido contrario a lo que se propugna y queremos hacer en la lucha contra el cambio climático, descarbonizar cada vez mas la economía. Lo que estamos haciendo es carbonizar mas la economía".

Eduardo Gallego, catedrático de Ingeniería Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid: "La energía nuclear no emite CO2, no contamina el aire con gases de efecto invernadero. Ante la situación de "emergencia climática" declarada por la ONU, soportada en evidencias científicas (IPCC), y continuamente presente en las declaraciones políticas, es urgente la transición a sistemas que reduzcan al mínimo o eliminen la emisión de gases de efecto invernadero (CO2 y metano principalmente), de cara a conseguir un cero neto de emisiones a no tan largo plazo. Tenemos el reto inmediato de reducir las emisiones a la mitad para 2030 y de llegar al cero neto en 2050. Y cualquier paso debe ir en la misma dirección: reducir las emisiones, potenciando el desarrollo de sistemas de producción no emisores… y conservando los que ya tenemos y no emiten. Y entre estos últimos, la energía nuclear es fundamental en mi opinión como parte de lo necesario para lograr el reto. Todos los países que disponen de centrales nucleares están optando por prolongar su operación. Cerrar Almaraz es un contrasentido con afirmar que hay una emergencia climática.

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La piscina de combustible de Almaraz | CNAT

Ese podría ser un argumento suficiente para defender su continuidad. Además, en España, las centrales nucleares llevan más de 12 años produciendo por encima del 20% de la electricidad que consumimos, supone el 28% de la electricidad sin emisiones y cada año nuestras centrales están evitando la emisión de 20 millones de toneladas de CO2. Hay otros argumentos, por ejemplo: es la industria eléctrica más eficiente y estable, ya que las centrales funcionan de forma casi continua (un 87% de las horas del año en promedio en 2023), con menos de un 6% de potencia instalada generan más del 20%. Tenemos así una manera de asegurar el suministro eléctrico, dando estabilidad a la red.

Además, es muy eficiente en cuanto a uso del territorio, ocupando un espacio muy limitado si se compara con el de otras fuentes, en particular con las renovables; un cálculo sencillo basándonos en datos publicados por las propias compañías eléctricas nos indica que, a igualdad de energía producida, la energía eólica necesita ocupar un terreno del orden de mil veces mayor y la solar fotovoltaica más de 150 veces mayor, con todos los impactos sobre la biodiversidad y paisajísticos, entre otros, que ello comporta. Hay que destacar que en España, actualmente la energía nuclear aporta más de 1.000 millones de euros al año en impuestos y mantiene más de 20.000 puestos de trabajo cualificados, de ellos unos 3.000 en Extremadura gracias a la central de Almaraz.

El calendario de cierre fue acordado en 2019: todo el mundo sabe que las circunstancias han cambiado notablemente desde entonces, y por ello, más de 30 países han suscrito la declaración para triplicar la capacidad de energía nuclear a nivel mundial para 2050 adoptada durante la COP28 en diciembre de 2023. En el lado opuesto, el caso alemán es, en mi opinión un mal ejemplo, el paradigma de lo que no se debería hacer. Teniendo centrales nucleares que operaban perfectamente, las han clausurado para dar paso a la utilización del carbón… Incluso aunque se argumente que esto será de forma transitoria, lo cierto es que en la actualidad Alemania es uno de los países más emisores de CO2 en su sector energético. Y por otro lado tiene una gran dependencia del gas. Creo que ha ido en la dirección opuesta a lo que se debería hacer.

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Frente a ellos, el caso francés supone continuar una historia de desarrollo y mantenimiento de la energía nuclear, como sello de identidad nacional. Lo cierto es que mientras que en 2023 Alemania descargó en promedio 381 gramos de CO2 por kWh producido, Francia solamente 56 (España 174). Estos datos deberían merecer una reflexión antes de parar una nuclear como Almaraz, cuyo funcionamiento es reconocido como excelente por parte de la Asociación Mundial de operadores de centrales nucleares (WANO). Y todo ello, sin hablar del precio y el impacto climático del gas que debería emplearse en buena parte como sustitutivo si se cierra la central".

Alejandro Carrasco, presidente de Jóvenes Nucleares: "Desde Jóvenes Nucleares vemos preocupante que no se prolongue la vida de la Central Nuclear de Almaraz porque somos justamente los jóvenes los que nos veremos más afectados por las decisiones que se tomen en materia de medio ambiente, economía y energía.

La Central Nuclear de Almaraz produce energía barata, segura y libre de CO2, además de producir empleo de calidad en la zona. Como explicamos en nuestro manifiesto de #SalvemosAlmaraz creemos que se debe de prolongar la vida de la central con el fin de evitar las consecuencias negativas de su cierre en términos de emisiones, seguridad energética y desarrollo social y económico de nuestro país.

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Sala de control de Almaraz | CNAT

Amparo Soler, presidenta de Women In Nuclear España: "Cerrar la central nuclear de Almaraz sería un grave error estratégico para España. Almaraz es fundamental para garantizar la seguridad energética del país, ya que aporta un suministro eléctrico constante, estable y libre de emisiones de CO₂. Su cierre nos haría depender aún más de fuentes externas y de energías fósiles, comprometiendo nuestros objetivos de descarbonización y sostenibilidad. No podemos hablar de transición energética sin contar con todas las herramientas que nos permitan garantizar un suministro estable, limpio y asequible. La energía nuclear es una de esas herramientas y prescindir de ella sería un error estratégico que afectaría tanto a la economía como al medio ambiente.

Como presidenta de WiN España, quiero subrayar que el sector nuclear también representa una gran oportunidad para impulsar el talento femenino en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). La continuidad de Almaraz es clave para seguir avanzando en la presencia y el liderazgo de mujeres en sectores estratégicos como la energía. Cerrar la planta significaría perder terreno en esta lucha por la igualdad de género en un sector que está abriéndose, poco a poco, a la diversidad y al talento femenino".

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