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La otra bomba en la Seguridad Social: se dispara el gasto por bajas de trabajadores

El gasto por bajas incapacidad temporal y otras prestaciones contributivas se ha disparado hasta los 19.459 millones.

El gasto por bajas incapacidad temporal y otras prestaciones contributivas se ha disparado hasta los 19.459 millones.
Elma Saiz Delgado | EFE

Las cuentas de la Seguridad Social hacen aguas a pesar de la recaudación récord por cotizaciones sociales que viene cosechando el Gobierno y, también, a pesar de la insistencia de la ministra Elma Saiz en calificar como "negacionista" a todo aquel que ose poner en tela de juicio la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Ayer lunes, era el think tank Fedea el que ponía encima de la mesa todas las alarmas que saltan en las cuentas de la Seguridad Social (y que el Ejecutivo de Sánchez prefiere ignorar). Fedea ha desagregado los datos de ingresos y gastos de 2023, así como información sobre su saldo presupuestario y stock de deuda.

El estudio presta una "especial atención" a la construcción de dos indicadores del déficit de la Seguridad Social "que miden los recursos adicionales que el Estado ha de inyectar (posiblemente en parte mediante deuda) para cubrir la brecha entre el gasto del sistema y sus ingresos propios, detrayéndolos por tanto de otros posibles usos" señalan.

El primero, denominado "déficit básico", es simplemente el déficit total del sistema sin tener en cuenta las transferencias corrientes del Estado. El segundo, el déficit contributivo, es la diferencia entre los gastos y los ingresos contributivos del sistema y "puede interpretarse como el plus de generosidad que el subsistema contributivo de protección social ofrece por encima de lo que sería sostenible con una lógica de puro seguro social de reparto" apuntan. "Ambos indicadores recogen la presión indirecta del sistema de protección social (fundamentalmente el de pensiones), o de su componente contributivo, sobre la hacienda general del país" añaden.

El siguiente cuadro compara la liquidación de las cuentas del sistema con el presupuesto aprobado del mismo año. La primera columna muestra el dato liquidado, la segunda el presupuestado, la tercera la diferencia entre ambos en millones de euros y la cuarta esta última magnitud expresada como porcentaje de la cantidad inicialmente presupuestada.

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El problema del absentismo se agrava

En el cuadro anterior Fedea remarca en negrita las principales desviaciones sobre lo inicialmente presupuestado, y resulta que hay una subida que destaca sobre todas las demás. Se trata del gasto por bajas incapacidad temporal y otras prestaciones contributivas, que se han disparado un 16% por encima de lo previsto. Fedea explica que este aumento se debe "fundamentalmente a la partida de incapacidad temporal y, en menor medida, en la de maternidad y paternidad". Así, vemos que esta "sorpresa" en el presupuesto de la Seguridad Social alcanzó los 19.459 millones de euros en 2023.

Esta situación está directamente relacionada con la subida del absentismo laboral en España, una lacra que está lastrando sobremanera la productividad del país, está asfixiando a las empresas españolas y, además, está presionando las cuentas de la Seguridad Social.

En este sentido, la patronal de mutuas Amat ha publicado un informe en el que denuncia que el número total de procesos de baja iniciados por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes para el total del Sistema de la Seguridad Social a nivel Nacional, se ha incrementado un 6,93% entre los ejercicios 2023 y 2024. Igualmente, señalan que ha habido un aumento de un 121,55% en los últimos diez años.

Según la patronal de mutuas, si se tiene en cuenta el coste del absentismo en prestaciones económicas de la Seguridad Social y el coste directo para las empresas, en 2024 se alcanza una cifra de 28.987,11 millones de euros, un 14,45% más que hace un año y un 185,69% más en la última década.

A pesar de este problema, llama la atención que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, acaben de pactar empezar a tramitar la reducción forzosa de la jornada laboral como si en España hubiera una crisis de exceso de trabajo.

Los números rojos de la Seguridad Social

Dentro de las cuentas que desgrana Fedea también resulta preocupante que cada vez son más las transferencias que necesita el sistema de Seguridad Social del Presupuesto Estatal para no quebrar.

Aunque, en términos nominales, los ingresos del sistema aumentaron un "más que respetable 9,7%", gracias fundamentalmente al buen comportamiento de las cotizaciones a la Seguridad Social, que crecen un 10,1%, los gastos, sin embargo, aumentaron "aún más rápido como resultado del fuerte crecimiento del gasto en pensiones contributivas (10,6%) y de las prestaciones no contributivas (17,3%)" señalan. Si nos centramos en el saldo básico del sistema (antes de las transferencias, que son 52.942 millones de euros), el déficit real ha aumentado en más de 6.000 millones en un año, hasta superar la friolera de los los 61.600 millones (el 4,12% del PIB).

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