
El aceite de oliva es uno de los sectores económicos españoles más afectados por la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de imponer aranceles del 20% a las importaciones procedentes de la Unión Europea. El sector español se prepara para afrontar el impacto en un escenario que distorsiona completamente el mercado internacional y en el que el gran perjudicado, aseguran, es el consumidor estadounidense.
La clave es que el sector del aceite de oliva español quedará gravado con un 20%, mientras los aranceles de otros países productores no pertenecientes a la Unión Europea se limitan a un 10%, por lo que nuestro aceite (también el italiano y el griego) sale "gravemente perjudicado", en opinión de Asoliva, la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Aceites de Orujo.
"Las diferencias arancelarias entre mercados fomentan un mayor impacto y una pérdida de competitividad de nuestro país frente a otros países exportadores que no se verán afectados por la medida". Concretamente, los países productores de aceite más beneficiados son Marruecos, Turquía, Australia, Argentina y Chile, todos ellos con un 10% de aranceles recíprocos, según el anuncio de Trump. Sin embargo, uno de nuestros competidores más potentes, Túnez, quedaría perjudicado por unos aranceles recíprocos del 28%, al igual que Siria (41%).
"Sin duda, la aplicación de estos gravámenes en desigualdad contribuye a fomentar más capacidad exportadora y de venta en suelo americano de otros mercados, en detrimento del producto español, lo que puede suponer el deterioro económico para toda la cadena de un sector que tiene un valor económico de 6.000 millones de euros y supone el 12% en las exportaciones alimentarias de nuestro país", señala Asoliva.
Adicionalmente, se debe tener en cuenta que el consumo del 98% de los aceites de oliva en Estados Unidos procede de la importación, por lo que estos aranceles se traducirán en "un encarecimiento del precio de compra que deberá ser asumido por el consumidor estadounidense", afirma Asoliva.
¿Aceite envasado o a granel?
Luis Carlos Valero, responsable del grupo de Aceite de Oliva de Asaja y experto de Asaja en Bruselas, ha calificado esta noticia como negativa, aunque reconoce que el sector ya cuenta con experiencia previa en este tipo de situaciones y están a la espera de conocer si el nuevo gravamen afectará exclusivamente al aceite envasado o también al granel.
"Ya estamos ensayados del anterior Gobierno de Trump, donde puso al aceite de oliva un arancel del 25%", señala Valero, agregando que muchas empresas han adaptado su modelo exportador, estableciendo envasadoras en EEUU para evitar aranceles en el aceite a granel. "Por tanto, hay que esperar un poco a ver el desarrollo general de ese planteamiento del 20% si es general o no", señala Valero
En este sentido, apunta a que el mercado se va a compensar por la propia caída de los precios del aceite: "Si hemos estado vendiendo a 9 o 10 euros, ahora a 5 va a entrar también". En este sentido, ha recordado que el mercado estadounidense es muy maduro y con capacidad adquisitiva. "Llevamos tiempo y mucho dinero invertido para conseguir que nuestro aceite se posicione en ese mercado, con un consumo de 360.000 toneladas, que solo produce un 5%, en torno a las 20.000, por tanto no hay que abandonarlo. Habrá que mantener una estrategia clara", indica.
Para mitigar los efectos de estos aranceles, Asaja apuesta por una estrategia basada en tres pilares fundamentales: reducción de costos de producción, diversificación de mercados y refuerzo de la promoción de los beneficios del aceite de oliva para la salud.