
Ray Dalio no necesita presentación, pero la merece. Fundador de Bridgewater, el mayor fondo de cobertura del planeta, Dalio lleva décadas dedicándose al estudio de los grandes ciclos históricos que moldean el mundo. En "Principios para el nuevo orden mundial" (Deusto, 2022) un libro que tuve el honor de traducir y que ya suma diez ediciones en España, plasmó su análisis de los patrones repetitivos qexplican el auge y la caída de los imperios, relacionando sistemas monetarios y órdenes políticos.
Su tesis sobre la situación geopolítica y económica global es ambiciosa y el diagnóstico, inquietante. En su opinión, estamos viviendo uno de esos momentos de quiebre histórico que solo ocurren "una vez por generación". Así, Dalio advierte que "no debemos cometer el error de pensar que lo que está pasando ahora es esencialmente una cuestión referida a los aranceles". Aunque el debate político y económico se obsesiona con las trabas al comercio, y sin negar que esta circunstancia es preocupante, el creador de Bridgewater insiste en que esto es simplemente la espuma de la ola, y no el mar revuelto que se esconde debajo.
Un panorama sombrío
En un ensayo que avanza las tesis de su próximo libro, dedicado a procesos que han conducido a la quiebra a imperios y países varios, Dalio habla ya abiertamente del actual momento como uno de "ruptura simultánea del orden monetario, político y geopolítico". En lo económico, alerta de que "el orden monetario/económico se está rompiendo porque hay demasiada deuda existente", alimentada por "tasas de interés que permiten acumular niveles de endeudamiento insostenibles que han generado un sistema que depende de ello para funcionar". Acusa a los Estados Unidos de haberse convertido en una suerte de adicto al endeudamiento, que ha recurrido al crédito para financiar sus excesos, pero advierte también de que China también está atrapada en esta relación, al ser uno de sus principales acreedores y necesitar el acceso al mercado norteamericano para despachar sus productos y sostener su economía.
Este esquema de dependencia mutua es, según Dalio, inviable en un mundo donde "los grandes jugadores no pueden confiar en que los otros no les corten el acceso a lo que necesitan", ni en que "les pagarán lo que se les debe". El telón de fondo es la creciente desconfianza geopolítica, y lo que se vislumbra es un cambio abrupto en la arquitectura del comercio y las finanzas globales. Ante esta situación, "el viejo orden monetario/económico tendrá que cambiar" porque "estas circunstancias obviamente insostenibles han llevado al deterioro de la industria estadounidense", con consecuencias sociales graves. Lo que viene será doloroso: "el nivel de deuda del gobierno estadounidense y la velocidad con la que sigue aumentando son insostenibles", señala. Y lo más preocupante: "estamos en la fase inicial del proceso de cambio".
Lo que Occidente debe hacer mejor
Aunque el auge de China es un factor de máxima preocupación en Occidente, Dalio considera que los líderes del mundo democrático no han sabido preservar "el orden político interno, que está colapsando debido a enormes brechas en campos como la educación, la productividad, la riqueza o los valores". Las instituciones políticas "se muestran incapaces de cerrar estas brechas, lo que alimenta una lucha a muerte entre populismos de izquierda y de derecha." En este contexto, "la democracia se debilita, porque requiere compromiso y respeto al Estado de derecho, y ambos factores están desapareciendo". La historia, recuerda Dalio, ofrece advertencias claras: "los líderes autocráticos fuertes emergen cuando la democracia clásica y el Estado de derecho dejan de ser obstáculos". La inestabilidad política doméstica no solo se ve agravada por la economía, sino que también retroalimenta el caos global.
Dalio es contundente: "el orden geopolítico internacional se está rompiendo porque la era de una sola potencia dominante que dicta las reglas ha terminado". El sistema multilateral que diseñó y lideró Washington está siendo sustituido por uno en el que impera la lógica del poder. El "America First" es solo una manifestación más de esta transformación. Y no es la única fuerza en juego: "los actos de la naturaleza (sequías, inundaciones, pandemias) son cada vez más disruptivos", y a ello se suman "cambios tecnológicos asombrosos como la inteligencia artificial". Todos estos factores "se entrelazan", modificando el orden económico, político e internacional a una velocidad vertiginosa.
Para Dalio, lo que vivimos no es nuevo, sino "una versión contemporánea de lo que ha pasado innumerables veces en la historia". Por eso anima a estudiar lo que hicieron otros líderes en situaciones similares: "suspensión de pagos a países enemigos, controles de capital, impuestos especiales". Políticas que parecían impensables hace poco, pero que podrían estar al caer, en opinión del fundador de Bridgewater.