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El tipo de interés debe fijarlo el mercado

El tipo de interés es demasiado importante como para dejarlo en manos de un comité de planificación centralizada. Es sólo en el libre mercado donde puede coordinarse el ahorro con la inversión.

ignaciom dijo el día 18 de Abril de 2011 a las 01:24:

Extraordinaria reflexión, y estupendos ejemplos, Marga!!

Con lectores de tan alto nivel, cómo no va a ir este periódico como un tiro! ;)

Un saludo,

Ignacio Moncada

marga193 dijo el día 17 de Abril de 2011 a las 20:36:

Un ejemplo que lo deja clarito. Yo quiero ver torear a José Tomás el día de la Mercé. La taquilla se abre a las 11 de la mañana de ese mismo día. La noche antes me pongo en la taquilla para comprar una entrada de 100€. Soy el primero de la cola porque he sido el primero que ha llegado, nadie me puede quitar el sitio si no es violentamente o con algún engaño. Pues bien, a las 10 de la mañana la cola es tan larga que el último ya sabe que no la van a llegar las entradas, se acerca y me ofrece 20 € solo por ponerse en mi sitio -el primero de la fila-. Esos 20 € que yo puedo ganar es el precio de haber estado toda la noche esperando, el haberme puesto antes, el de la preferencia temporal. El que quiere una cosa antes de que le toque tiene que pagar un precio que se llama interés. Si yo ya había comprado la entrada de 100 € y la vendo por 150 € mientras en la taquilla se siguen vendiendo a 100, es porque quien me la compra ha llegado tarde. Los 50 € de recargo es el precio del tiempo, de la diferencia entre el momento en que llegué yo a la taquilla y el que llegó mi comprador. El tiempo es oro (la vida es tiempo).
Si uno tiene, en abril, una finca arada y preparada para sembrar patatas que se recolectan en agosto pero no tiene ni una arroba para sembrar, seguro que está dispuesto a devolver por lo menos dos en agosto, a quien ahora le de una. Porque si ahora no consigue una, en agosto no tendrá ninguna. Se entiende, ¡a que sí! Igual que si quieres tener un coche antes de tener el dinero, habrá que pagar algo para no tener que esperar. Se paga el adelanto, o sea la diferencia de tiempo. Y si se trata de una vivienda exactamente igual. ¿Acaso es lo mismo empezar a vivir hoy bien calentito en una casa, que estar debajo de un puente hasta que tengas dinero para comprarla? El que algo quiere algo le cuesta. El interés es lo que se paga por tener algo antes de que te toque, ni es el precio del dinero ni nada que se le parezca, eso son embelecos de manipuladores y falsificadores del dinero verdadero. Porque el dinero verdadero siempre es un bien, que pueden ser patatas, arroz, trigo, azúcar o cualquier cosa.
Ahora bien, esto es así mientras no aparezca la violencia, bien la institucional a través de leyes que arbitrariamente deciden quien es el primero y quien el último de la fila, o la violencia de cualquier matón que quiere ser el primero habiendo llegado el último. En cuanto media la violencia ni hay interés, ni dinero, ni derecho, ni razón. Por ello razón, derecho y economía participan de la misma naturaleza. Cuando la razón es sustituida por la violencia desaparece el derecho y la economía.