El Gobierno articuló una respuesta de urgencia para intentar enfriar la prima de riesgo, que por segundo día consecutivo se mantuvo por encima de los 500 puntos alcanzando un nuevo máximo histórico en la era euro. Un plan Económico y Financiero de Requilibrio de la administración central; medida que desde el año 2008 está sin hacer, sumando un terrón más en la montaña de la incertidumbre, y cuya aplicación contempla la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Soraya Sáenz de Santamaría quiso darle la máxima importancia, en plena desazón gubernamental. Y lo hizo porque, según su exposición, marcará un "horizonte de confianza" una vez la administración del Estado se someterá a un estricto cumplimiento del déficit público, se analizarán todas sus partidas -especialmente las dedicadas al gasto- y se darán a conocer sus previsiones.
Los trabajos empezarán este mismo miércoles, en la reunión de Secretarios de Estado y subsecretarios. La prioridad es total, insistió la vicepresidenta. Así, el jueves, la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que preside Mariano Rajoy, ya tendrá encima de la mesa un boceto sobre el proyecto y un día más tarde, tras el Consejo de Ministros, se podrían dar más detalles sobre el plan. Será aprobado en las próximas semanas.
Los planes del presidente es que pase por el Congreso de los Diputados al mismo tiempo que los Presupuestos Generales del Estado. Esto es, después de las vacaciones de verano. Pero el Ejecutivo entiende que anunciar ahora el proyecto lanzará a la Unión Europea un mensaje claro de que España sigue en movimiento, y no ha quedado noqueada tras varias semanas hundida en los mercados. A su estilo, la vicepresidenta quiso borrar de un plumazo el mantra de que "el Gobierno ha hecho todo lo que podía hacer" para volver a la idea de que "cada semana habrá nuevas reformas".
Con este procedimiento, explican desde Moncloa, ya no habrá margen para desviaciones de déficit, como la escondida a sabiendas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "Todo estará especificado, partida por partida. Todas las cuentas al dedillo. El Gobierno lanza un mensaje claro", afirman las fuentes consultadas. Unos informes que, en principio, serían remitidos a la Unión Europea como aval de certidumbre.
La posibilidad de que el Ejecutivo respondiera a la espiral de tensión se coló con fuerza en el Congreso de los Diputados una vez cerró la Bolsa. Pasadas las ocho de la tarde, la vicepresidenta dio la cara por el Ejecutivo para lanzar el titular y emplazar al viernes para conocer la letra pequeña. Puso el acento en recalcar en que no es una cortina de humo, sino una medida "potente", según fuentes gubernamentales. No aclaró si también se aprobarán los hispanobonos, si bien tampoco lo rechazó. De hecho, desveló que Economía está trabajando en el asunto para buscar la mejor solución.
El Gobierno: el BCE tiene que mover ficha
El plan de choque "aporta credibilidad a las cuentas públicas", sentenció la vicepresidenta en los pasillos de la Cámara Baja. Más aún, la refuerza, pues se suma a la propia Ley de Estabilidad. Pero, junto a ello, el Gobierno insiste en que el Banco Central Europeo debe mover ficha cuanto antes e inyectar liquidez para así solventar la crisis de deuda. Fuentes del Ejecutivo destacaron que tanto el organismo que dirige Mario Draghi como Bruselas en general tiene sus tiempos, y estos son mucho más lentos. En otras palabras, se agarran con fuerza a la idea de que si "la cosa se pone muy fea" finalmente habrá actuación para salvar "a un Gobierno serio" y "que cumple".
En este sentido, el Ejecutivo insiste en que puede seguir acometiendo reformas, puede exponer con la máxima transparencia las cuentas de la nación, pero de igual forma es necesario que la UE salga en defensa de quien lo está haciendo bien ante una situación de crisis generalizada, proveniente principalmente de Grecia. El lunes, compareció Rajoy y los mercados no dieron tregua. Habrá que comprobar si este plan de choque los calma el miércoles.