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Sube la presión sobre el BCE para que intervenga

Francia y España aprietan para acelerar los acuerdos de la última cumbre; la prima de riesgo cae tras las palabras del gobernador austriaco.

Ewald Nowotny ha provocado este miércoles un gran movimiento en los mercados europeos. Puede que muchos de los inversores no tuvieran ni idea hasta este día de quién era este austriaco de 67 años, actual gobernador del banco central de su país y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Pero lo más comentado de toda la jornada han sido sus palabras a Bloomberg admitiendo la posibilidad de que el BCE otorgue una licencia bancaria al fondo de rescate permanente (MEDE) que le faculte para financiarse en el organismo regulador y ampliar así su capacidad de préstamos muy por encima de los 500.000 millones de euros.

El efecto ha sido inmediato y la prima de riesgo española, que abría la jornada tocando un máximo histórico en el nivel de los 650, caía casi 40 puntos para cerrar en los 611, con el bono en el 7,38%, 25 centésimas menos que en la apertura.

La razón de todo este alboroto está en que si esta posibilidad finalmente saliera adelante a los países periféricos les sería muchísimo más sencillo financiarse y ya no habría duda de la capacidad del MEDE de acudir al rescate de España e Italia. Por eso, pese a que el propio Nowotny ha asegurado que el BCE no se plantea comprar deuda a corto plazo, sus palabras han tenido resultados en apenas unos minutos.

Es importante destacar que tanto el BCE como Alemania se han mostrado en las últimas semanas en contra de cualquier opción que supusiera facilitar a los gobiernos en problemas colocar su deuda. Su criterio es que son estos países, con reformas y recortes de gasto, los que deben convencer a los inversores de su capacidad de hacer frente a sus obligaciones. Según este planteamiento, una ayuda desde Fráncfort o Bruselas podría servir para retrasar las medidas que los gobiernos español o italiano no están dispuestos a tomar.

En realidad, las palabras de Nowotny van en una línea que se ha hecho popular en los últimos días y que reclama al BCE que actúe ya, cuanto antes y de forma decidida en ayuda de la deuda europea. Este martes, un grupo de economistas europeos, entre los que se encontraban los españoles Luis Garicano y Guillermo de la Dehesa, ponía sobre la mesa una propuesta para que el banco emisor conceda la licencia bancaria a los fondos y se mutualice la deuda actual que sobrepase el 60% del PIB de cada país, mientras se mantiene la condicionalidad macroeconómica para los países periféricos.

Según escribe el propio Garicano en el blog de Fedea, Nada es Gratis, la propuesta "pone sobre la mesa los elementos mínimos necesarios para una solución del problema, y, crucialmente, sin exigir Eurobonos o una mutualizacion de la deuda en el steady state", aunque "si considera necesario mutualizar la deuda pasada acumulada en parte por el mal diseño de la Eurozona".

De Guindos y Moscovici

También este miércoles, Luis de Guindos y Pierre Moscovici se reunían en París con el objetivo de presionar a la UE para que ponga en marcha cuanto antes los acuerdos alcanzados en la Cumbre Europea del pasado 29 de junio. Según reza el comunicado oficial hecho público, los ministros de finanzas de España y Francia coincidieron en la necesidad de que a la mayor brevedad posible se proceda a "la creación de un mecanismo integral de supervisión para los bancos de la zona euro que implique al Banco Central Europeo (BCE)". De esta manera, se facilitaría que el fondo de rescate permanente pudiese prestar directamente a los bancos, sin pasar por los estados soberanos.

Por eso, los titulares de Economía de los dos países han confiado en que las propuestas de la Comisión estén listas de aquí a septiembre y se han comprometido a llevar a cabo "una negociación rápida" para abrir la vía a recapitalizaciones directas con condicionalidad apropiada.

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