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Crónica del 'Bienestar del Estado'

Las 15 subvenciones públicas más absurdas de EEUU

El despilfarro de dinero público también es un problema en la primera potencia mundial.

El despilfarro de dinero público también es un problema en la primera potencia mundial.

Libre Mercado informa cada semana sobre el despilfarro de dinero público en España con la Crónica del Bienestar Del Estado. Esta semana, sin embargo, nos desplazamos a Estados Unidos para retratar situaciones igualmente alarmantes que demuestran que el mal uso del dinero de los contribuyentes también es generalizado al otro lado del Atlántico.

A continuación, 15 ejemplos escandalosos de despilfarro en el país del Tío Sam, recogidos en el Libro del Despilfarro del Senador Tom Coburn:

1. El aeropuerto fantasma de Oklahoma

A cambio de jugosos subsidios federales, la Comisión Aeronáutica del Estado de Oklahoma ha mantenido abierto el Aeropuerto del Parque Murray pese a que la terminal recibe menos de un vuelo al mes que, además, está a apenas unas millas de dos aeropuertos de uso recurrente.

En el último lustro, la Administración Federal de Aviación ha enviado $750.000 dólares al aeropuerto de Oklahoma, de los que apenas el 1% ha sido gastado en proyectos propios de la infraestructura. Algo similar ocurre con los subsidios federales para mejora de la terminal: aunque en la última década se han comprometido $180.000 dólares para este propósito, la situación del aeródromo es de casi abandono.

2. La cerámica marroquí

En 2009, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) abrió un programa de cuatro años destinado a "mejorar la competitividad económica de Marruecos". Una auditoría interna reconoce el fracaso del proyecto que, no obstante, sigue desarrollándose. Entre las actividades que han pagado los contribuyentes figura "la creación y el diseño de piezas de cerámica".

3. Gastronomía marciana

La NASA comprometió en su Proyecto de Tecnología Alimentaria Avanzada casi un millón de dólares destinado a "investigar y crear un menú para Marte". Cabe destacar que, en la actualidad, la carta de alimentos para astronautas de la NASA ya incluye más de 100 platos diferentes.

4. El ataque de las ardillas robóticas

Más de $325.000 dólares de los contribuyentes fueron a financiar un programa desarrollado en California, cuyo objetivo era construir una ardilla robótica (llamada RoboSquirrel) para comprobar la reacción de una serpiente ante semejante aparato.

5. Caviar para el pueblo

El Departamento de Agricultura gastó $300.000 dólares en 2012 para "promocionar el caviar". Una empresa de Idaho recibió el subsidio a cambio de "crear una web, imprimir folletos promocionales y enviar al Presidente de la compañía a ferias de alimentos". ¿El objetivo? Según el Gobierno federal, "llevar el caviar a las masas".

6. El rescate de un barco turístico

No solamente los bancos y la industria del automóvil son sistémicos. Bajo la Administración Obama, también los barcos turísticos quebrados son salvados por los contribuyentes. El negocio en cuestión está operado por una tribu y opera en Alaska. Si bien la empresa sigue en pie, lo hace tras llevarse la friolera de $3,3 millones de dólares del presupuesto federal. Estos han destrozado el mercado local, llevando a la ruina a las otras compañías que venían operando la ruta.

7. La telefonía subvencionada

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) gasta anualmente $1.500 millones de dólares en subsidios gubernamentales destinados a sufragar el uso de telefonía móvil. El programa original lo implementó F. D. Roosevelt en la década de 1930. En la actualidad, se sostiene con una tasa que pagan los millones de estadounidenses que sí sufragan íntegramente su factura telefónica. La telefonía subsidiada ha sido extendida al ámbito de los teléfonos de pre-pago, lo que beneficia a empresas como TracFone, propiedad de Carlos Slim.

8. Un videojuego... del baile de graduación

Todos hemos visto este tipo de celebraciones en películas y series de televisión made in USA. Ahora, la Fundación Nacional para las Ciencias ha decidido desarrollar un videojuego sobre el tema. ¿La factura? Más de $515.000 dólares.

9. Otro videojuego, en este caso para astronautas

La NASA no solamente despilfarra en menús para Marte. También ha comprometido la friolera de $1,6 millones de dólares para un videojuego llamado "Starlite". Este proyecto, con el que se pretende "simular los viajes a Marte" y las "amenazas a la Tierra", estará disponible en dispositivos como el iPad, la Playstation o la Xbox.

10. Subsidiando la investigación nuclear rusa

El Departamento de Energía ha permitido, a través de un programa diseñado en los compases finales de la Guerra Fría, que Rusia financie numerosos programas de ciencia e ingeniería nuclear con dinero de los contribuyentes estadounidenses. En total, el presupuesto para 2012 fue de $15 millones de dólares.

11. Champú para mascotas

En 2012, la empresa Sergeant’s Pet Care Products Inc. recibió $505.000 dólares del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. ¿El propósito? Fortalecer su actividad, centrada en producir pasta de dientes y champú para mascotas. La compañía se fundó en el siglo XXI y tiene ingresos anuales de $140 millones de dólares.

12. También Pepsi se beneficia de la sopa boba

El Departamento de Agricultura y el Departamento de Comercio se unieron en 2012 para comprometer $1,3 millones de dólares de los contribuyentes en una subvención concedida a PepsiCo Inc. La gigantesca compañía de refrescos y comida desarrollará una nueva fábrica de yogur griego con este manguerazo de dinero público.

13. La imaginación del golf, otro derecho social

La Fundación Nacional para las Ciencias no se contentó con su videojuego sobre el baile de graduación y también invirtió el año pasado más de $350.000 dólares en un informe para golfistas. ¿El objetivo? Estudiar si el resultado del jugador mejora imaginando un hoyo de mayor tamaño. El programa ya contó anteriormente con dinero público tomado de un programa del Instituto Nacional de Salud valorado en un total de $1,1 millones de dólares.

14. Graffiti contra la obesidad

 Un "artista especializado en el mundo del graffiti" se llevó $13.000 dólares de los contribuyentes para crear un mural gigantesco en un colegio local. El objetivo: dibujar una zanahoria gigante para "combatir la obesidad".

15. Pasteles subvencionados

Aunque la industria de la repostería va a más en todo el país, 10 empresas del sector se beneficiaron de varios subsidios federales por un total de $2 millones de dólares.

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