El reciente informe de Cáritas sobre exclusión social ha levantado polémica. En primer lugar por los intentos del Gobierno en frenar o posponer la publicación del mismo, tal y como desveló Libertad Digital; pero también por la interpretación de los datos del trabajo de Cáritas.
Este martes el coordinador del informe, Francisco Lorenzo, ha intervenido en el programa de esRadio Es la Tarde de Dieter, donde ha explicado de forma pormenorizada cómo se ha elaborado el informe y, sobre todo, cómo se han dividido las categorías sobre exclusión social.
En este sentido, Lorenzo destacaba que por excluidos sociales Cáritas no entiende únicamente a aquellos que están en una situación de "pobreza de gente buscando en cubos de basura". En realidad, cuando hablan de "exclusión social", no hacen referencia sólo " a las situaciones más extremas, sino a aquellos hogares donde se dan situaciones distintas, por ejemplo problemáticas referidas al empleo, a los ingresos, a los derechos sociales en términos de vivienda, educación, salud o relaciones sociales".
Después de destacar que "en absoluto este informe pretende ser tremendista", pese a que su titular era que el 25% de la población española vive en situación de exclusión social, Lorenzo ha explicado de qué modo han seleccionado los grados de exclusión porque "no es sólo una problemática económica, sino que contemplamos otra serie de elementos". Juan Ramón Rallo lo explicaba en Libre Mercado hace unos días. Las categorías de Caritas son:
- Personas que no están afectadas por ninguno de los 35 indicadores contemplados en el informe. Es considerado el grupo de integración plena
- Personas que están afectadas por alguno de los indicadores pero no está en una situación dramática y viven normalmente.
- Grupo de exclusión social moderada. Gente que "se ven afectada por varios indicadores" aunque no sufren problemas severos. No obstante, "no podemos olvidarnos de ellos", advertía Lorenzo.
- Grupo de personas en situación de exclusión social severa, "donde se acumulan muchas problemáticas".
Lorenzo aclaró que dos de cada tres personas en esa situación, ya se encontraban en ella antes de la crisis.
No es es sólo un problema económico
Dado que en los medios de comunicación se ha relacionado directamente el grado de exclusión con un problema de recursos económicos, Lorenzo ha aclarado a preguntas de Juan Ramón Rallo y de Dieter Brandau que "no es sólo una problemática económica" sino que "el problema que se pone de manifiesto es nuestro modelo social" porque "pese a venir de épocas de crecimiento económico y de generación de empleo por encima de la media europea, dos de cada tres personas que están en exclusión ya lo estaban antes".
Ante esta respuesta, y preguntado por si se consideraría exclusión social el hipotético caso de una chica adolescente que se queda embarazada y que tiene una situación difícil en casa porque sus padres se pelean, pese a que tienen un alto poder adquisitivo, Lorenzo asintió y explicó que "se pueden dar situaciones en las que el problema del día a día no sea el económico, sino que se den otros problemas". "Claro que puede ser que a lo mejor económicamente la situación sea lo que se llama tradicionalmente una clase media, pero donde a lo mejor se da una situación donde hay problemáticas para las que no reciben ayuda o donde hay una situación de malos tratos", explicaba.
Terminaba Lorenzo destacando que lo que invita a reflexionar el informe es que "si han parado los temblores de un terremoto no podemos olvidarnos de los que están debajo de los escombros" y proponía "apostar por un modelo más o menos solidario y más o menos redistributivo" porque "hay un tema que tiene que ver con los derechos fundamentales" por los que tiene que velar, decía Lorenzo, el Estado. Para eso, insistía "nos hemos cubierto de un aparataje público para que defienda ese bien común".