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Las propuestas en pensiones: de las promesas a la griega de Podemos a la reforma total de VOX

El PP promete ampliar los beneficios de los planes de pensiones a todo tipo de activos. El PSOE derogar las reformas de 2013. Y Ciudadanos calla.

El PP promete ampliar los beneficios de los planes de pensiones a todo tipo de activos. El PSOE derogar las reformas de 2013. Y Ciudadanos calla.
Cientos de pensionistas se manifiestan en Bilbao, el pasado sábado, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral. | EFE

Nadie quiere hablar de pensiones. No en campaña electoral. Y es curioso, porque durante los últimos diez años (y ocurrirá lo mismo en los próximos diez) hay pocos temas que ocupen más espacio en el debate público. Los partidos echan en cara a sus contrarios, día sí y día también, que sus propuestas, su desempeño económico o sus reformas laborales ponen en riesgo el modelo de Seguridad Social. Luego hablan todos del Pacto de Toledo y de no hacer electoralismo con este tema, pero hay pocas cuestiones que estén más presentes en la refriega diaria.

Eso sí, según se acerca la campaña electoral, comienza a extenderse un manto de silencio. Ya nadie quiere hablar de pensiones, que están extrañamente fuera de los temas centrales ante este 28-A.

También es cierto que los programas electorales suelen ser una sucesión de buenas intenciones sin demasiada concreción. Tiene sentido que así sea y no iba a ser diferente en el caso de las pensiones, sobre todo en los partidos con más aspiraciones de Gobierno. Así, PP, Ciudadanos y PSOE apenas dicen nada relevante: promesas genéricas del tipo "sanear las cuentas del sistema" o "asegurar la revalorización". Vamos, la nada en politiqués.

De esta manera, las sorpresas llegan de los outsiders -Podemos y VOX- que en teoría serán socios menores de la coalición de Gobierno resultante (o eso dicen las encuestas… aunque como para fiarse tras el fiasco de las andaluzas). Las formaciones de Pablo Iglesias y Santiago Abascal sí entran de lleno en el debate de las pensiones. Y lo hacen con un planteamiento opuesto: los morados no ven límite a sus ambiciones y promesas, mientras que los verdes plantean una reforma radical del modelo, para pasar del actual sistema de reparto a uno mixto con una parte muy relevante de capitalización. En cualquier caso, parece complicado que una u otra propuesta tengan éxito: en una legislatura tan peculiar como parece que tendremos, con una fragmentación nunca vista en el Congreso, sacar adelante una reforma de las pensiones se intuye como casi imposible. De todos los cambios que necesitaría la economía española, quizás éste sea el más perentorio (no olvidemos que supone más del 30% del gasto público total no financiero); pero también es uno de los más complicados.

Las propuestas

Apunte previo: cuando se habla de pensiones, lo primero que hacen todos los partidos (en esto no hay diferencias a derecha e izquierda) es recurrir al comodín del mercado laboral. El mensaje viene a ser el siguiente: "La mejor garantía para el sistema público de pensiones es la creación de puestos de trabajo. Con más empleo y mejores sueldos, subirán los ingresos de la Seguridad Social y se podrán pagar las pensiones del futuro".

Esto encierra, al mismo tiempo y aunque parezca contradictorio, una perogrullada y una mentira. Lo primero cae por su propio peso: si tienes tres millones más de empleados y estos ganan un 30% más… pues los ingresos por cotizaciones se disparan y la tensión sobre las cuentas de la Seguridad Social es menor.

El problema es la segunda parte, la mentira o media verdad que nunca se explica: incluso disparando la tasa de ocupación (porcentaje de la población en edad de trabajar que tiene un empleo), que en nuestro país es muy baja respecto a los que mejor lo hacen en la UE, tenemos una restricción demográfica. Es decir, sí podemos mejorar algo las cifras de ocupados: haciendo que más españoles se incorporen al mercado laboral y sumando a los extranjeros que lleguen. Por ejemplo, el INE calcula una llegada neta de población inmigrante de 3,4 millones de habitantes de aquí a 2033, aunque no todos ellos serán personas en edad de trabajar (aunque sí la mayoría). Pero, a cambio, el número de españoles de entre 20 y 65 años ya ha comenzado a declinar.

Por lo tanto, sí hay margen de mejora en el mercado laboral, pero no podemos esperar milagros. Y no sólo eso: al final, lo que ocurra con el empleo es una variable externa al sistema de pensiones. Si las cosas salen bien por ahí, mejor; si salen mal, pues habrá que hacer más ajustes. Pero en teoría las propuestas para la Seguridad Social deberían ser consistentes tanto en un escenario como en otro. Además, esto se puede hacer con cualquier otra partida del Presupuesto: si se recauda más, habrá más dinero para pensiones… pero también para educación, sanidad, defensa o seguridad ciudadana.

Por todo esto, en este análisis de las propuestas de los partidos nos centraremos sólo en lo que tiene que ver exclusivamente con las pensiones y dejaremos al margen lo que se refiere al mercado laboral.

1 – PP:

El titular: Revolución con su "blindaje fiscal al ahorro" y ambigüedad sobre las reformas del sistema de Seguridad Social

Las propuestas

  • Impulsaremos el equilibrio en las cuentas públicas, que es la principal garantía de las pensiones. Consolidaremos las reformas implementadas en el sistema público de pensiones para asegurar su sostenibilidad y suficiencia. Eliminaremos el déficit de la Seguridad Social profundizando en la separación de fuentes de financiación y a través de una política económica dirigida a la creación de empleo
  • Las pensiones deben mantener su poder adquisitivo. La revalorización tendrá en cuenta tanto el IPC como otros indicadores
  • Mejoraremos la transparencia del sistema de pensiones con el fin de que los cotizantes sepan en todo momento el importe de la pensión con la que contarán
  • Seguiremos aproximando el período de cálculo a toda la vida laboral de forma progresiva, para evitar que los años de la crisis afecten a la cuantía de las pensiones en el momento de la jubilación
  • Impulsaremos en el marco del diálogo social, los pilares complementarios del sistema, planes de empresa y planes voluntarios de pensiones
  • Crearemos un Blindaje Fiscal del ahorro para la jubilación que, entre otras cosas, extienda los beneficios fiscales de los planes de pensiones a la vivienda habitual y a los planes de ahorro [esta propuesta forma parte del epígrafe de política fiscal]

El análisis: Como puede verse, lo más novedoso de las propuestas del PP (aquí el programa completo) no está tanto en el capítulo de las pensiones. La medida más revolucionaria de los populares reside su promesa de permitir que los españoles ahorren para la jubilación con cuentas destinadas a tal fin y en las que podrían incluir todo tipo de activos, incluida su vivienda. Esas cuentas individuales supondrían un enorme incentivo al ahorro y la inversión, y marcarían un enorme cambio respecto a la situación actual. Además, ese compromiso se une a la propuesta de "impulsar los planes complementarios de empresa y los planes voluntarios" de pensiones. La idea es acercar las tasas de ahorro de las familias españolas a lo que es frecuente en los países del norte de Europa (en este aspecto, estamos a años luz de los países más ricos de la UE). Y lo mismo puede decirse de ese segundo pilar de las pensiones (los planes de empresa) tan descuidados en España y tan habituales en países como Dinamarca, Holanda o Reino Unido.

En el resto de cuestiones, sobre lo que afecta de forma directa al sistema de Seguridad Social, no hay demasiado novedoso en el programa de los populares. Y lo que hay está redactado en ese lenguaje ambiguo que tanto gusta a nuestros políticos, con mensajes que no reflejan la realidad de la medida.

Por ejemplo, cuando dice que "eliminaremos el déficit de la Seguridad Social profundizando en la separación de fuentes de financiación" (algo parecido dice el programa del PSOE, Cs o Podemos, por lo que lo que aquí digamos vale también para los demás): ésta es la típica medida que en realidad no implica absolutamente nada. No hay propuesta de reducción de gasto o aumento de ingresos. Sólo de llevarse al Presupuesto general lo que antes pagaba la Seguridad Social. Trilerismo presupuestario o maquillaje contable sin sustancia real.

También puede llevar a equívoco la afirmación de que aproximarán "el período de cálculo a toda la vida laboral para evitar que los años de la crisis afecten a la cuantía de las pensiones en el momento de la jubilación". Lo cierto es que ampliar el período de cálculo perjudica a la gran mayoría de los trabajadores (incluso a muchos que hayan perdido su empleo unos años antes de su jubilación). La propuesta es más vendible con esa coletilla de proteger a los damnificados por la crisis, pero puede llevar a engaño.

Del resto de medidas, destaca la indefinición:

  • "Consolidaremos las reformas implementadas en el sistema público de pensiones": ¿quiere esto decir que el PP va a defender su reforma de 2013, esa que Rajoy entregó al PNV a cambio de su apoyo en unos Presupuestos que nunca tuvo?
  • "Mejoraremos la transparencia del sistema de pensiones": ¿Se compromete a mandar la famosa carta con la información de las pensiones futuras, como se hace en Suecia? ¿Qué es "mejorar la transparencia"?

2 – PSOE

El titular: La culpa es del PP

Las propuestas:

  • Retomar el Pacto de Toledo y el diálogo social
  • Eliminar el Índice de Revalorización y garantizar la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC real, aumentando en mayor medida las pensiones mínimas y las no contributivas. Reformar la actual regulación del factor de sostenibilidad, recuperando el diseño compartido con los interlocutores sociales en el año 2011
  • Establecer una senda de cinco años para superar y eliminar el déficit del sistema de Seguridad Social. Incrementar progresivamente la aportación del Estado, para hacer frente al aumento del gasto ligado a la jubilación del baby-boom. Redefinir las fuentes de financiación, de manera que las cotizaciones sociales soporten primordialmente gastos de naturaleza contributiva.

El análisis: Ni sol, ni sombra ni mediopensionista. El PSOE ha decidido que las pensiones no son su tema en estas elecciones. Como algo había que poner en el programa electoral, recurre a los tópicos -"recuperar el diálogo" en el Pacto de Toledo- que en realidad no significan nada y a la derogación de las reformas que aprobó el PP en 2013 (y que, en la práctica, ya están derogadas).

Por eso, su principal ¿propuesta? es reducir el déficit de la Seguridad Social recurriendo a los mismos trucos contables que antes explicábamos para el PP (que se pague todo vía impuestos).

Hay, eso es verdad, un compromiso para erradicar las reformas de 2013 del PP: Índice de Revalorización de las Pensiones y Factor de Sostenibilidad. Pero ¿a cambio de qué? No se dice. ¿Quizás con una vuelta de tuerca a las reformas paramétricas, como las que se aprobaron en 2011? Tiene toda la pinta por dos razones: 1. Lo explicó claramente, no hace mucho, Octavio Granado, su secretario de Estado de Seguridad Social; 2. Y es una reforma muy efectiva en costes pero que sale casi gratis en términos de opinión pública. La AIReF calcula que se recortan las nuevas pensiones más del doble con la reforma del PSOE de 2011 que con la del PP de 2013… pero las manifestaciones se las comió Rajoy. Pero ni siquiera eso se atreven a decirlo en el programa. Mejor no meter la pata, a ver si alguien se da cuenta, habrán pensado.

3 – Podemos

El titular: Pensiones a la griega… de 2009

Las propuestas:

  • Actualización por ley de las pensiones al IPC de manera inmediata y buscaremos blindar esta garantía constitucionalizándola de forma expresa
  • Derogar el factor de sostenibilidad. La medida retrasa la edad de jubilación en un país con grandes problemas de empleo juvenil. Los y las pensionistas ya consiguieron que el Gobierno del PP de Rajoy tuviera que suspender la entrada en vigor de este mecanismo en 2019, pero no se eliminó, sino que se pospuso al año 2023; por eso, hay que derogarlo de una vez
  • Incrementar las pensiones mínimas y las no contributivas. Establecer una garantía universal de ingresos suficientes de, al menos, 600 euros por persona sola
  • Las personas que lleguen a la edad de jubilación podrán elegir libremente los años de cómputo para el cálculo de sus pensiones entre todos los de su vida laboral
  • Fortalecer los ingresos del sistema de Seguridad Social. Eliminaremos, además, los topes de cotización, así como los beneficios fiscales por las inversiones en planes de pensiones privados
  • Las personas que hayan cotizado al menos 35 años podrán jubilarse anticipadamente sin penalización en sus pensiones. Aplicaremos la medida también de forma retroactiva a quienes se hayan visto perjudicados o perjudicadas al ver reducida su jubilación por el hecho de hacerlo anticipadamente bajo la regla en vigor
  • Compensar las lagunas de cotización (una medida especialmente pensada para "empleados y empleadas del hogar, autónomos y autónomas y trabajadoras y trabajadores agrarios)
  • Jubilación anticipada en sectores especialmente duros (como camareras y camareros de piso, extinción de incendios, ayuda a domicilio, buceo, rederas y rederos, trabajo en astilleros y en la estiba, trabajos industriales penosos y de transporte en carretera, entre otros)

El análisis: Y dos huevos duros.

Hay que reconocerle a Podemos que en este punto no es ambiguo. De hecho, en buena parte recupera su programa de máximos de 2015: pensiones más altas para todos, no sólo no retrasar la edad de jubilación sino adelantarla para la mayoría de los trabajadores (los que tengan 35 años cotizados), destrozar la contributividad del sistema (subiendo mucho más las mínimas que las máximas y eliminando los topes de cotización), reparto de jubilaciones anticipadas a todos los sectores posibles, compensar lagunas de cotización (es decir, que te cuente como cotizado hasta lo no cotizado)… Incluso, se insinúa una vuelta a los 65 años, que no se dice claramente pero que aparece como la edad de referencia cuando se habla de jubilaciones anticipadas.

Si lo consiguieran, hay que admitir que el nivel de vida de los jubilados españoles se dispararía: cobrarían más, durante más tiempo, con un nivel de prestaciones en relación a los salarios más altos…

Lo único que falta por saber es cómo se pagará. Sobre eso hay menos detalles. Sólo ese apunte sobre la subida de las cotizaciones a los que cobran más del máximo de la actual base (eso sí, sin ninguna referencia a los posibles efectos sobre la tasa de actividad o el empleo muy cualificado que esto pudiera tener).

Y en este punto hay que decir que el modelo de Podemos tiene un claro referente en la UE. La formación morada propone, más o menos, replicar las medidas que aplicaba la Seguridad Social griega antes de la crisis: jubilaciones contributivas para todos y muy generosas, con decenas de políticas especiales para otros tantos colectivos y una tasa pensión/salario entre las más elevadas de los países de la OCDE. Eso sí, desde ese año, las pensiones se han recortado más de una decena de veces y, para muchos jubilados helenos, suponen poco más de la mitad de lo que eran entonces. También es verdad que eso no lo promete Podemos en su programa. Sus propuestas hablan sólo del modelo y la dirección está clara: quieren ser Grecia en 2009.

4 – Ciudadanos

El titular: La nada

¿Las propuestas?:

  • Garantizaremos unas pensiones dignas y unos servicios sociales que no dejen a nadie atrás. Propondremos una solución que garantice el poder adquisitivo de las pensiones de nuestros padres y nuestros hijos. Recuperaremos el Pacto de Toledo para buscar el consenso sobre una reforma que permita mantener el poder adquisitivo de las pensiones presentes y futuras y garantizar la sostenibilidad del sistema en el largo plazo.

El análisis: esto es todo lo que Ciudadanos tiene que decir sobre las pensiones, cinco líneas con una declaración de intenciones buenista ("garantizar el poder adquisitivo y la sostenibilidad del sistema") y una referencia al Pacto de Toledo.

Y éste es todo el análisis que se puede hacer al respecto: ------ .

Hablamos de un partido que se enorgullece cuando sus rivales les acusan de "usar hojas de Excel", que asegura que detalla cada gasto e ingreso en su programa, que presenta las memorias económicas más precisas de las grandes formaciones, de responsabilidad frente al populismo, de decir la verdad aunque ésta sea poco electoralista… Pues bien, este partido dedica apenas un párrafo de su programa electoral a una partida que supone más del 40% de los PGE (y más del 30% del gasto público total en España). Y sin ninguna propuesta concreta. ¿Miedo? ¿Falta de ideas? ¿Creen que no es relevante? ¿Todo lo fían al Pacto de Toledo? ¿Y allí, en el Pacto de Toledo, cuál será su postura? No hay respuesta a ninguna de estas preguntas.

5 – VOX

El titular: Una reforma integral y novedosa... pero faltan por explicar detalles muy importantes

Las propuestas: Vox plantea dos tipos de medidas.

  • 1. Ajustes en el modelo actual de Seguridad Social: "Incremento en el número de años cotizados necesarios para obtener una pensión. Retraso en la edad de jubilación. Revalorización de las pensiones. Reducción en el % sobre la base reguladora por cada año extra de cotización. Introducir incentivos a la prolongación de la vida laboral"
  • 2. Reforma del sistema: "Transformación progresiva en un sistema mixto basado mitad en la capitalización y mitad en el reparto"
  • 2. ¿Cómo se transita del actual modelo de reparto al sistema mixto? ¿Cuánto cuesta esa transición? La propuesta sería la siguiente: Los menores de 25 años y quienes se afilien por vez primera a la Seguridad Social se incorporarían de manera automática al sistema mixto y la mitad de sus cotizaciones irían directamente a una AFP. Los trabajadores con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años tienen libertad bien de permanecer en el régimen de reparto bien de trasladarse al sistema mixto. Los mayores de 45 años permanecerían en el sistema de reparto

El análisis: VOX ha retrasado mucho la presentación de su programa económico, pero cuando lo ha hecho, hay que reconocerle al menos que ha generado ruido. Las propuestas de la formación de Santiago Abascal son rompedoras (para bien o para mal, eso dependerá del gusto del votante) también en este aspecto.

En pensiones, podemos dividirlas en dos partes. La primera, la destinada a retocar el actual modelo, sigue la senda de las reformas paramétricas aprobadas en 2011 por el PSOE. Básicamente hablamos de endurecer las reglas de acceso al sistema (edad de jubilación, años cotizados, restricción de pre-jubilaciones, más años cotizados para el cálculo de la pensión). Como decíamos en el epígrafe dedicado a los socialistas, todo apunta a que éste será el camino que se emprenda en la próxima legislatura, gobierne quien gobierne.

Pero además, VOX plantea un cambio radical en el modelo. Quiere implantar en España un sistema de capitalización que coexista con el de reparto. Un modelo mixto, más a la sueca que a la chilena, pero con cosas de los dos sistemas. La idea es que los trabajadores jóvenes dediquen parte de sus cotizaciones (en el programa se habla de la mitad) a ahorro privado mientras que la otra mitad mantiene el actual sistema de reparto. Y ahí, en ese detalle, está el principal agujero de la propuesta. En Libre Mercado hemos defendido en numerosas ocasiones la necesidad de reforzar (en realidad, de empezar) la pata de capitalización de las pensiones. Y en este sentido, la promesa de VOX parece comenzar a transitar esa senda.

Pero las promesas hay que pagarlas. Y el problema de una reforma del sistema de pensiones en España es ese período de transición, esos 25-30 años en los que una generación de trabajadores debería pagar doble: por una parte para mantener las pensiones de sus jubilados y por otra para ahorrar para su propia jubilación. Es muy complicado y muy costoso imaginar cómo se podría hacer. VOX habla de dedicar el 50% de las cotizaciones a ahorro individual entre los más jóvenes (ampliable a los 45 años, que es la edad límite para poder acogerse al nuevo modelo). Pero eso deja una pregunta muy complicada de responder en el aire: si la Seguridad Social ya tiene un agujero real y creciente de 30.000 millones y, además, le quitamos la cotización de los más jóvenes, ¿cómo se pagarían las pensiones de los actuales jubilados? ¿Qué otras partidas del Presupuesto se recortarían para afrontar ese gasto? ¿Las cotizaciones totales serían iguales a las actuales o subirían algo para equilibrar las cuentas durante ese período de transición? Éstas son las preguntas a las que debería contestar VOX. Y no son nada fáciles. Pero en pensiones, el diablo (y las claves) están en los detalles.

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