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La banca, aterrada con los planes del Gobierno de aplicar quitas a los créditos ICO

El Gobierno podría convertir los famosos créditos con aval del ICO en una auténtica trampa para las entidades financieras y empresas.

El Gobierno podría convertir los famosos créditos con aval del ICO en una auténtica trampa para las entidades financieras y empresas.
Carmen Calvo, María Jesús Montero, Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, en el Palacio de la Moncloa. | EFE

La banca espera aterrada la llegada de la nueva amenaza del Ejecutivo: las quitas a los créditos ICO. Según fuentes de toda solvencia consultadas por Libre Mercado, el Gobierno de PSOE y Podemos ha anunciado a las entidades financieras que, en menos de un mes, aprobarán un Real Decreto-Ley que incluirá quitas sobre la deuda de las empresas con mayor apalancamiento. Quitas sobre la deuda avalada por el Instituto de Crédito Oficial, ICO. Una muy mala noticia, según fuentes financieras.

El Ejecutivo quiere aplicar quitas a las empresas, pymes y autónomos que solicitaron avales ICO con el objetivo de rebajar su carga financiera, como balón de oxígeno ante el recrudecimiento de la crisis provocada por los nuevos confinamientos y las sucesivas olas de contagios de la pandemia.

El sector financiero se opone. Los bancos consideran que serán muchos más los efectos nocivos de esta medida que los que puntualmente puedan aliviar la situación de tensión que viven muchas empresas.

Desde que estalló la burbuja hipotecaria a finales de la primera década de los 2000 (2007-2008) la transformación que ha sufrido el sector bancario ha sido de proporciones bíblicas. El panorama bancario ha cambiado de tamaño y de actores. Se ha reducido y concentrado muchísimo para hacer frente a las terribles dificultades que, desde entonces, han llegado.

Lo primero que se le dijo a la banca es que tenía que dejar de liderar negocios ajenos a su especialización, fundamentalmente la promoción inmobiliaria. Y así lo hicieron. Los grandes fondos de inversión de capital riesgo (mal llamados fondos buitre) ayudaron a drenar los activos tóxicos que mantenían los balances de los bancos en una situación calamitosa. Se redimensionaron y comenzaron a provisionarse. El Gobierno promovió las llamadas fusiones frías y todo ese proceso ha dado como resultado el esquema bancario que tenemos hoy, en el que continúan las fusiones con grandes operaciones, como la última conocida de Bankia y CaixaBank.

Ahora, sin embargo, la extraordinariamente laxa política monetaria de los bancos centrales, vigente desde hace más de una década, convierte en misión casi imposible rentabilizar el negocio propio de los bancos: prestar dinero. Unos tipos de interés en el entorno del 0% imposibilita a los bancos hacer negocio con "el core" de su actividad.

Los ICO-trampa

Y ahora llega un nuevo golpe al sistema financiero. Con la llegada de la pandemia y la desastrosa gestión que ha llevado el Ejecutivo (y que ha convertido a España en el peor país desarrollado en contagios, muertes y caída del PIB), el Gobierno hizo partícipes a los bancos de la solución al problema. Cuando el Gobierno salió a los medios de comunicación a anunciar el mayor y más millonario plan de rescate de la historia de España (así lo vendieron), con "una inversión de 200.000 millones", lo que no contaban es que en realidad querían decir que los bancos pondrían el dinero: el Gobierno, sólo los avales a través del ICO.

Cuando se habla de los créditos ICO, no dejan de ser créditos ofrecidos por los bancos y avalados por el ICO. Por eso, con las quitas que planea el Gobierno lo que pretende es que sean, de nuevo, los bancos quienes asuman esas pérdidas. De momento, fuentes financieras aseguran que el Ejecutivo todavía no ha tomado la decisión en firme, aunque parece dispuesto a aprobar ese Real Decreto-Ley en unas tres semanas.

Hay que recordar que, en lo que va de pandemia la banca ha financiado más de 115.800 millones de euros a casi 600.000 compañías, pymes y autónomos. De estos, tres de cada cuatro están avalados por el ICO. Imaginemos lo que significaría aplicar quitas a estos créditos. Automáticamente, las entidades financieras tendrían que provisionar la pérdida.

Pero son muchos más los efectos nocivos de la llamada quita:

En primer lugar, tendría un impacto negativo en la disciplina de pago generando un efecto contagio entre otras empresas. Todos los beneficiarios de avales, incluso aquellos que no tienen problemas de pago, querrán la misma facilidad que aquellos a quienes se les ha aplicado la quita. Además, las quitas sólo favorecerían a aquellas empresas que han optado por endeudarse y dejaría en desigualdad de condiciones a aquellos que hicieron los deberes y han optado por tratar de aguantar el golpe con fondos propios.

Desde el punto de vista técnico estas quitas provocarán que los deudores entren en la clasificación "Stage 3" y el aumento de la mora y los NPL (préstamo bancario que es poco probable que el prestatario lo reembolse en su totalidad) en el sistema alterarían notablemente la velocidad de crucero que había tomado el aumento del crédito, justo cuando más necesario es ese flujo para la economía.

La situación en la que quedarán los bancos españoles sería terrible respecto a sus competidores europeos, ya que ningún país ha exigido quitas a los bancos y muchos otros han ofrecido garantías públicas del 100%, lo que evita que los bancos sufran el golpe (en el caso de España los bancos asumen entre un 30% y un 20% del riesgo en los sectores más afectados).

En definitiva, de aprobarse esa norma (por la vía rápida) en Consejo de Ministros, habrán convertido la herramienta de los ICO, por la que tanto pecho ha sacado el Ejecutivo, en una nueva trampa para los bancos, que ya se han ofrecido a dar soluciones y han asumido otras medidas de alivio como la moratoria en el pago de hipotecas.

Soluciones

Las fuentes financieras consultadas insisten en que una solución eficaz pasa por un enfoque menos general y más selectivo de las ayudas que se adapte a las necesidades de cada sector y casi cada empresa. En este sentido, se ofrecen las entidades financieras, a intermediar en este proceso, ya que "nosotros somos quienes mejor conocemos los problemas de nuestros clientes" para buscar soluciones a medida y apoyos específicos.

Hay muchas alternativas a las quitas porque "el problema fundamental es de ingresos, no de deuda". Así, existen alternativas, otorgando más plazo, aliviando la carga de intereses, ayudas directas a algunos sectores o empresas en concreto, o incluso alivio fiscal, ese que todavía no ha llegado desde que hace un año estalló la crisis.

Es más, la banca cree que hay mejores soluciones a la situación actual sin quitas, pero sí con reestructuraciones de créditos ICO para pymes y autónomos (alargamiento de los plazos, moratorias de intereses y capital, carencias hasta la recuperación económica, etc.) y con mecanismos de subvención a medio plazo sobre la parte avalada que estimule la consecución de objetivo públicos a cambio de subvenciones.

Para las empresas proponen analizar los datos de apalancamiento y negocio para diseñar soluciones a medida que les permitan sobrevivir una vez pase la tormenta. De nuevo, las reducciones de impuestos y cotizaciones sociales amén de las subvenciones directas se adivinan mejor herramienta para solucionar los problemas sin producir efectos nocivos de alcance desconocido.

El informe de Oliver Wyman

De momento, y hasta que el Gobierno tome la decisión, estas medidas están en el aire. Alternativas a las quitas hay muchas y la disposición del sector es total. No obstante se prevé que no se alcance ningún acuerdo hasta que Oliver Wyman elabore el análisis de situación en el que evaluará el impacto que generarían en las empresas esas quitas.

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