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¿Mentirá Escrivá a los pensionistas? La bomba que está a punto de estallar en la Seguridad Social por la inflación

Con el IPC rozando el 10%, la revalorización de las pensiones amenaza las débiles cuentas de la Seguridad Social ¿Cumplirá Escrivá su promesa?

Con el IPC rozando el 10%, la revalorización de las pensiones amenaza las débiles cuentas de la Seguridad Social ¿Cumplirá Escrivá su promesa?
Un grupo de jubilados jugando a las cartas en un parque al lado de la Sagrada Familia (Barcelona) | Alamy

En el año 2022 se inicia un marco de certidumbre absoluta sobre la revalorización de las pensiones en el futuro, de tal forma que, con independencia y alguna incertidumbre de cuál vaya a ser la inflación en el curso del año 2022, los 11 millones y medio de pensionistas que hay en España, saben, y los futuros también, saben que, en el año 2023, sus pensiones se revalorizarán con la inflación, la que sea, la que esté marcada, la que se registre en el conjunto del año 2022, en el mes de noviembre.

Este es solo un extracto de la intervención del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el pasado mes de enero, cuando el Gobierno aprobó el Real Decreto de Revalorización de las Pensiones. Por primera vez, se ponía en práctica la nueva Ley de Pensiones, con la que el Ejecutivo de Sánchez enterraba definitivamente la reforma de 2013 del PP basada en el famoso Índice de Revalorización (vincular las pensiones al crecimiento de la economía) y en el Factor de Sostenibilidad (vincular las pensiones a la esperanza de vida). Cabe recordar que fue Mariano Rajoy el que renunció a su propia reforma en 2018 a cambio de que el PNV aprobara sus Presupuestos.

Volviendo a las novedades. Escrivá no ha aplicado grandes transformaciones en el Factor de Sostenibilidad, simplemente, lo ha sustituido por uno similar: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). La excusa de la creación del MEI es la de sostener el aumento del gasto en pensiones que experimentará el sistema próximamente debido a la entrada masiva de los pensionistas nacidos en el baby boom (son los nacidos desde finales de los años cincuenta a principios de los setenta). El MEI aplicará una subida de cotizaciones a los trabajadores actuales desde 2023.

Sin embargo, sí ha habido cambios significativos en la actualización de las prestaciones a los jubilados a partir de este año. Y es que, el Gobierno se ha empeñado en que las pensiones queden indexadas al IPC y con una fórmula nueva ideada por el departamento de Escrivá: en lugar de tener en cuenta la inflación interanual de noviembre se hace una media del IPC anual.

¿Por qué se han revalorizado solo un 2,5%?

Esta es la razón que explica por qué en 2022 las pensiones se han revalorizado un 2,5% y no más del doble como correspondería en noviembre (5,5%). Así, este 2,5% es el resultado de la inflación promedio de los últimos doce meses del año hasta noviembre de 2021. Como se observa en el gráfico, la inflación en enero o febrero de 2021 era mínima (del 0,5% y del 0,3%). De ahí el resultado, a pesar de que España haya cerrado el 2021 con una inflación descontrolada del 6,5%.

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Además de ese 2,5%, los jubilados españoles recibieron este año la paga compensatoria (conocida como paguilla) porque la inflación entre enero y noviembre de 2021 superó la proyección con la que se revalorizaron las pensiones el pasado año (se proyectó un 0,9% y la inflación fue del 2,5%).

Una bomba en la Seguridad Social

Pero en 2022, las presiones inflacionistas continúan agravándose. Tal y como hemos conocido esta semana, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se elevó un 3% en marzo respecto a febrero y su tasa interanual se desbocó más de dos puntos llegando a alcanzar la friolera del 9,8%, su nivel más alto desde mayo de 1985.

Ante estos niveles de precios nunca vistos en 37 años, podría parecer que la fórmula de Escrivá ha conseguido amortiguar el golpe que le daría a las cuentas del Estado la actualización de las pensiones con la inflación, pero no es así, La realidad es que solo pospone a 2023 el desorbitado agujero que va a producirse el próximo año en las cuentas públicas.

Con una inflación rozando los dos dígitos y en plena tormenta energética, resulta imposible pronosticar cómo va a terminar la inflación en 2022, aunque en Libre Mercado hemos formulado 3 hipótesis con diferentes grados de optimismo. Nuestro objetivo es poner de manifiesto hasta dónde tendría que revalorizar el Gobierno las pensiones en 2023 para que José Luis Escrivá cumpla su promesa de actualizar las prestaciones con la inflación "sea la que sea".

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Según Funcas, cada punto que sube el IPC se traduce en un aumento del gasto de 1.400 millones, por lo que la factura puede ser histórica para un país que todavía no ha logrado recuperar los niveles de crecimiento de antes de la pandemia.

Son muchos los analistas que vaticinan que los precios seguirán subiendo en los próximos meses, aunque solo en el escenario más pesimista reflejamos que la escalada de precios continuará en abril para luego bajar un punto cada mes. Estaríamos ante una inflación del 8%, lo que supondría un coste insólito de 11.200 millones para el sistema.

En el escenario más optimista, con una inflación que se moderara muchísimo, la media aritmética daría como resultado el 4,8% de revalorización, casi el doble que lo que le ha costado este año al Estado cumplir con lo prometido a los pensionistas.

El pronóstico de Funcas es que el IPC alcanzará el 6,8% en 2022 de media anual, lo que provocará "una pérdida de renta disponible de los hogares en términos reales, frenando el consumo privado y la inversión residencial" y tendrá un coste de 10.000 millones en la revalorización de las pensiones. ¿Cumplirá Escrivá su promesa y pagará lo que él ha querido que les corresponda a los jubilados o cambiará la fórmula a mitad de partido para eludir este gasto desorbitado?

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