En su balance del curso, Pedro Sánchez ha vuelto a presumir del impuestazo a la banca y al sector energético alegando que desde su Ejecutivo están intentando que "ningún beneficio particular esté por encima" de los ciudadanos". Tras apuntar que se trata de impuestos a sectores que a su juicio "se benefician del alza de los precios", ha afirmado que "arrimar el hombro no es un eslógan, es una obligación". "Las grandes empresas pueden y deben ayudar al país a salir de esta situación igual que España ayudó a salir de la crisis financiera", ha insistido, lamentando que PP y Vox combatan "con ahínco esta "medida de justicia social". "Invito a todos a descubrir qué intereses está defendiendo en este punto la derecha y ultraderecha", ha dicho.
Ya en el turno de preguntas, Sánchez ha puesto directamente en la diana a los directivos de energéticas y bancos, incluso con nombres concretos: "He escuchado a algunos dirigentes de bancos, a la señora Botín, al señor Galán, en fin, creo que si protestan es que vamos en la buena dirección".
Según ha dicho, "son los mismos que protestaron y dijeron que subiendo el salario mínimo y la reforma laboral se iba a caer España, y ha sucedido todo lo contrario".
La proposición de ley que presentaron este jueves en el Congreso, propone gravar temporalmente con un tipo del 4,8% los intereses y las comisiones netas de las entidades financieras con ingresos superiores a los 800 millones de euros, y con un tipo del 1,2% las ventas totales de las energéticas que facturen más de 1.000 millones de euros al año, así como una sanción para aquellas compañías que trasladen el impuesto a los usuarios. Según ha publicado LD, los técnicos de Hacienda llegaron a espetar a los directivos de estas empresas "necesitamos 4.000 millones y los vamos a recaudar".
Los directivos de la banca y las energéticas no han sido los únicos en recibir reproches: Sánchez también ha criticado unas "declaraciones bastante desafortunadas" del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, citando al dramaturgo Bertolt Brecht para oponerse a estos dos nuevos impuestos.
"Primero los judíos, luego fueron los comunistas y luego me tocó a mí", parafraseó Garamendi al dramaturgo, criticando los impuestos a la banca y a las energéticas. Ante esto, Sánchez ha pronunciado que "el sufrimiento de muchos conciudadanos de clase media trabajadora que están sufriendo el recorte de su bolsillo no puede ser la alegría de unos pocos".