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Cinco datos que tumban el relato del Gobierno sobre la inflación y los beneficios empresariales

Un demoledor estudio del IEE desmonta el último argumento de PSOE y Podemos para evitar responsabilizarse de la escalada del IPC.

Un demoledor estudio del IEE desmonta el último argumento de PSOE y Podemos para evitar responsabilizarse de la escalada del IPC.
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La primera reacción del gobierno de España ante la escalada de precios fue negar el problema. Las persistentes subidas del IPC hicieron que el Ejecutivo se pronunciase nuevamente, afirmando esta vez que el problema sería temporal. Con el estallido de la guerra en Ucrania, la Administración Sánchez cambió nuevamente de discurso y ligó todo a la invasión perpetrada por Vladimir Putin. Y, a lo largo de las últimas semanas, el discurso oficial ha centrado el tiro en los beneficios empresariales, que supuestamente estarían contribuyendo a elevar los precios.

El "pacto de rentas" que propone Moncloa también va por ese camino, puesto que el gobierno pretende incluir la moderación de las ganancias empresariales entre los objetivos que deberían alcanzarse. Pero, más allá de la propaganda, la cruda realidad es que, cuanto más habla el Ejecutivo de esta cuestión, más débiles resultan ser sus argumentos.

Libre Mercado ya alertó el pasado mes de junio de la tramposa retórica que viene trenzando el gabinete conformado por PSOE y Podemos en relación con los beneficios empresariales. No en vano, desde el gobierno se ha llegado a hablar en sede parlamentaria de los "beneficios récord" que estaría consiguiendo el Ibex 35, olvidando que el 70% de las ganancias que obtienen las compañías cotizadas vienen del extranjero y no del mercado español.

Demoledor estudio del IEE

Pues bien, el Instituto de Estudios Económicos también ha analizado a fondo esta cuestión y ha puesto de manifiesto las graves falacias en las que está incurriendo la izquierda al enarbolar este discurso. Entre sus conclusiones, destacan los cinco siguientes puntos:

- "Los resultados empresariales son claramente la variable más rezagada en la recuperación, de manera que aún no han recuperado los niveles previos a la crisis pandémica, al contrario que los costes laborales y los impuestos netos de subvenciones. La pérdida acumulada del Excedente Bruto de Explotación comparando con el nivel de 2019 era de casi 100.000 millones de euros a cierre de 2021(casi 65.000 en 2020 y casi 34.000 en 2021), mientras que la del Excedente Bruto de Explotación de las sociedades no financieras era de casi 75.000 millones. Además, estos indicadores (EBE y EBE de sociedades no financieras) se sitúan todavía claramente por debajo de los niveles previos a la pandemia, con una brecha del -6,2% y del -8,8% respectivamente".

- "Si revisamos los datos de la Central de Balances del Banco de España, se observa que tanto los beneficios brutos de explotación como el resultado neto ordinario de las empresas se situaban a cierre de 2021 todavía un -24% y un -52% por debajo de los niveles pre-crisis, respectivamente. Además, casi un tercio del total de empresas se encuentran en pérdidas".

- "La notable caída de la productividad no se ha trasladado de forma generalizada a la remuneración de los asalariados. Por esta vía, se ha producido un importante aumento de los costes laborales unitarios, que no han dejado de crecer desde el inicio de la pandemia y, a cierre de 2021, se encontraban un 5,8% por encima de los niveles de finales de 2019. Todo ello ha provocado que, con respecto a la situación previa a la pandemia, las rentas salariales han ido ganado peso en el PIB mientras que los beneficios empresariales lo han perdido, ampliándose la brecha existente entre ambas, desde los 2,8 puntos (2019) hasta los 5,5 puntos (2021)".

- "Es fácil inferir que la variable que peor se ha comportado (los resultados empresariales) no puede ser la responsable de los incrementos de los precios (deflactor del PIB), sino, por el contrario, deben serlo aquellas variables que sí han sido más dinámicas (sobre todo costes laborales). Así, los costes laborales unitarios explicarían hasta un 83,4% de la variación del deflactor entre 2019 y 2021, mientras que los resultados empresariales apenas explicarían el 11,7%. Por su parte, llama la atención que, pese a su reducido peso en el total del PIB, los impuestos netos de subvenciones explican hasta el 35% de la variación del deflactor en el ejercicio 2021".

- "A excepción de Portugal que experimenta una caída similar, la evolución de los resultados empresariales (aproximados con el EBE) en España durante los últimos dos años muestran el peor comportamiento de toda la Unión Europea. Así, en la práctica totalidad de países europeos, el EBE no solo ha recuperado los niveles anteriores a la crisis, sino que los ha sobrepasado ampliamente. De igual modo, en el conjunto de la UE-27 el EBE se sitúa un 5% por encima de los niveles previos de 2019 (frente al -6,2% en España). En toda Europa, sólo Italia, Portugal y España presentan un EBE todavía inferior al de antes de la pandemia".

De manera que, con los datos encima de la mesa, el estudio del IEE revela que no tiene sentido vincular los beneficios empresariales al aumento de la inflación y, más bien, resulta evidente que el tejido productivo de nuestro país está enfrentando una situación muy delicada y desfavorable, lastrado por unas ganancias claramente insuficientes y por un entorno macro plagado de incertidumbre e intervencionismo.

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