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El nuevo timo energético de Sánchez: vende como remedio un gasoducto con Italia que tardaría una década en funcionar

Trazar un nuevo gasoducto submarino para unir España con Italia, supondría un brutal retraso y coste para un objetivo, una vez más, sinsentido.

Trazar un nuevo gasoducto submarino para unir España con Italia, supondría un brutal retraso y coste para un objetivo, una vez más, sinsentido.
El primer ministro italiano Mario Draghi recibe a Pedro Sánchez. | Europa Press

Los expertos en energía no terminan de dar crédito a la última promesa de Pedro Sánchez. Europa necesita soluciones urgentes a la falta de suministro de gas provocada por los cortes rusos. Soluciones de cara al próximo invierno. Y el presidente español acaba de anunciar que su gran aportación puede ser un nuevo gasoducto submarino entre España e Italia. Un proyecto que podría tardar hasta diez años en estar plenamente operativo.

El último plan Sánchez ha surgido como alternativa al Midcat: el gasoducto al paso por Cataluña que debería haber estado ya construido por completo, pero que la ministra Teresa Ribera desestimó hace un año porque veía como un proyecto "ruinoso". El Midcat ha sido ahora exigido por Alemania, acosada por los cortes de gas rusos. Pero este tubo ha encontrado ahora dos obstáculos: el primero, la negativa de Francia a aceptar una nueva conexión por tierra que cruce por su país, y, el segundo, la debilidad y falta de decisión de España, que no ha querido presionar y exigir a Francia que dé prioridad a las necesidades europeas, antes que a sus intereses particulares.

Pedro Sánchez acaba de lanzar ante la opinión pública una alternativa al Midcat: renuncia a negociar con Francia y ofrece un gasoducto que una "Barcelona" e Italia, según el término exacto usado por el presidente español.

Ribera aseguró que el Midcat podría estar operativo en "ocho meses", algo casi imposible. Terminar un gasoducto terrestre no es un proyecto sencillo ni rápido. Pero es que la alternativa del Gobierno español -un tubo submarino hasta Italia- supera cualquier planificación temporal imaginable y asumible teniendo en cuenta la crisis energética actual.

"Los estudios de lecho marino y de simas y la labor de planificación suelen durar hasta cinco años para este tipo de proyectos", destaca un alto directivo de una compañía energética. "Y la construcción puede extenderse otros cinco años", sentencia.

Los plazos son orientativos. Dependen por completo de las dificultades encontradas. Y, hoy por hoy, a los expertos en esta materia consultados por Libertad Digital no les consta que estén realizados los estudios necesarios.

Lo cierto es que trazar un nuevo gasoducto submarino, en este caso, para unir España con Italia, supondría un brutal retraso y coste para un objetivo, una vez más, sinsentido: cerca de diez años de espera hasta que estuviese operativo, con un precio desmesurado, para algo que ya existe: el envío de gas directamente desde Argelia hasta Italia por un gasoducto de mayor capacidad que cualquiera de los trazados entre Argelia y España. Y ese gasoducto italiano ya existe.

Es más, Italia ha aprovechado la pérdida de tiempo de España y la ruptura de relaciones de amistad de Sánchez con Argelia para colarse en los contratos del gas. El presidente español decidió regalar el Sáhara a Marruecos y Argelia respondió cortando las relaciones comerciales con España. Y, en ese momento, Italia firmó el envío a su país por su gasoducto de prácticamente todo el gas que Argelia dejara de vender España. A partir de ese momento, Italia es el socio preferente para introducir en toda Europa el gas argelino y, por lo tanto, un gasoducto que enviara gas argelino desde España hasta Italia sería perfectamente sustituible por el gasoducto ya operativo y a pleno rendimiento de Italia. Entonces, ¿para qué esperar una década a tener el plan Sánchez de conexión entre "Barcelona" e Italia?

Lo cierto es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha rendido en la pelea por el mercado energético en la UE. Sánchez lo hizo al reconocer abiertamente esta semana que renunciaba al proyecto del Midcat, el nuevo gaseoducto español con el norte de Europa, por el rechazo de Francia y por renuncia a dar la batalla en la UE en defensa de los intereses de España. "Si no se puede hacer hay una alternativa que también está contemplada en el proyecto de la UE y que es hacer la interconexión a través de Italia", dijo al ser preguntado por el rechazo de Macron al gaseoducto.

En la rueda de prensa que ofreció Sánchez en Bogotá junto al presidente de Colombia, el líder socialista recordó que desde que llegó a la Presidencia del Gobierno trasladó a Macron la necesidad de acelerar las interconexiones: "Le vine a decir, si me permiten la broma, que cuando él y yo llevábamos pantalones cortos, Mitterrand y Felipe González ya hablaban de esas interconexiones", comentó. La frase en otra falsedad. Hace un año su Gobierno calificó el Midcat de proyecto "ruinoso" y comunicó su rechazo a la finalización del tubo.

También aseguró que desde entonces "poco o nada se ha hecho", lo que ha llevado a España y Portugal a ser una isla energética, señaló. No obstante, recordó que la Comisión Europea presentó hace unos meses su proyecto de futuro energético en el que se fijan las inversiones energéticas prioritarias y, entre ellas, está la interconexión pirenaica entre España y Francia. Ocultó, eso sí, que también aparecen los proyectos de refuerzo del tránsito del gas por Italia.

Sánchez recalcó el interés del canciller alemán, Olaf Scholz, para impulsar ese proyecto pese a la oposición del Gobierno de Macron, que alega que el conducto tardaría demasiado en ser construido para responder a la crisis energética y socavaría los "objetivos contra el cambio climático". Y anuncia ahora, uno alternativo aún necesitado de más tiempo.

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