El gobierno de España sigue demostrándose incapaz de controlar la deuda de la Seguridad Social. Pese a los ingresos récord del sistema, sus obligaciones ya se sitúan cerca de los 100.000 millones de euros, de acuerdo con las cifras publicadas por el Banco de España. De hecho, si comparamos las cifras registradas en 2018 con las del séptimo mes del presente curso, encontramos que los pasivos del sistema se han duplicado desde que Pedro Sánchez llegó al poder, pasando de 41.194 a 99.185 millones de euros.
Semejante desempeño ha hecho que el gobierno se empiece a manifestar a favor plantear distintos recortes "ocultos" con los que pretende equilibrar las cuentas. El mejor ejemplo lo tenemos en la fórmula con la que se ha extendido el periodo de cálculo de la base reguladora, desde los 15 años que se toman como referencia hasta 25 o incluso 35.
¿Qué supondría, en la práctica, una modificación así? El Banco de España ha modelizado ambos escenarios y ha concluido que la rebaja "oculta" asociada a este tipo de modificación regulatoria se movería entre el 5% y el 8,2%, dependiendo del periodo que se adopte (25 o 35 años). Así lo vemos reflejado en el siguiente gráfico, que pone de manifiesto el efecto monetario de semejante caída, cercano a quitarle casi 200 euros mensuales a los pensionistas y recortando su prestación media de 1.400 a 1.200 euros.
El servicio de estudios del organismo supervisor señala que sería posible introducir diferentes elementos moduladores, como fórmula para amortiguar parte del golpe. Por ejemplo, si se adopta el cálculo a 35 años pero se permite dejar fuera de la ecuación los años de menos ingresos/cotizaciones, se puede aminorar el impacto del recorte, pero solo en algunos supuestos.
El cálculo presentado por el Banco de España considera que una medida así puede aumentar la desigualdad, puesto que los pensionistas de menos renta salen precisamente más golpeados con este tipo de modificación. Así, el cuartil 1 (es decir, el 25% de mayores ingresos) experimentaría un descenso del 2-3% con el planteamiento a 35 años, mientras que el cuartil 2 sufriría una caída del 10% y los cuartiles 3 y 4 se dejarían alrededor de un 15%.
La postura de Escrivá
Partiendo de estas cifras, ¿qué escenarios maneja el gobierno? José Luis Escrivá, ministro responsable de la Seguridad Social, ha afirmado recientemente que "en ningún caso" se llegará al ajuste de 35 años. Sin embargo, no ha reconocido en ningún momento que ya se haya elevado el periodo de cálculo a 25 años, como contempla la reforma de 2011 del PSOE.
¿Y qué efecto tendría este escenario? Según el trabajo del Banco de España, la caída media de las pensiones que provocaría esta medida sería del 5%. Para un jubilado medio, su paga mensual se reduciría de 1.400 a 1.325 euros, lo que supondría 1.050 euros menos cada año. En cuanto al efecto de la medida por niveles de ingresos, el cuartil 1 experimentaría una caída testimonial, pero los cuartiles 2 y 3 se dejarían un 5% y el cuartil 4 perdería un 8%.
No hay que olvidar que el Tribunal de Cuentas Europeo ha evaluado la reforma de las pensiones planteada por Escrivá y ha concluido que el sistema de pensiones español camina hacia un escenario límite en el que cada vez serán necesarios más impuestos para sostener el modelo. Esto explica que el Ejecutivo se haya abierto al recorte "por la puerta de atrás", aunque este tipo de medida va frontalmente contra toda la retórica que ha venido cultivando el PSOE en la última década, con sus continuas críticas a los "recortes" del PP.