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Primer examen al plan de Ribera de reducción del consumo de gas: lejos de bajar, aumenta un 4,2%

Los datos tumban todo el triunfalismo del Gobierno. El mes de agosto ha cerrado con un aumento del consumo del 4,2%.

Los datos tumban todo el triunfalismo del Gobierno. El mes de agosto ha cerrado con un aumento del consumo del 4,2%.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado este martes en La Moncloa. EFE/ Fernando Alvarado | EFE

Pedro Sánchez y Teresa Ribera anunciaron antes del verano todo un plan imperativo de recortes de consumo del gas natural. Aseguraron semanas después que el ahorro era ya evidente y que los objetivos establecidos se iban cumpliendo. Es más, afirmaron que no se podían adoptar otras medidas porque la crisis energética forzaba a recortar el consumo para ayudar al resto de países de la UE por los cortes de gas de Rusia. Los resultados ahora sí son visibles. Y con datos oficiales: no sólo no se ha ahorrado, se ha subido el consumo interanual un 4,2%, sino que, además, España no exporta al resto de Europa para ayudar y, para colmo, los precios no han dejado de subir. Todo un desastre del plan estrella del Gobierno.

Los datos son oficiales y sacados del gestor técnico del gas. Y tumban todo el triunfalismo del Gobierno. La realidad es que el mes de agosto ha cerrado con un aumento del consumo del 4,2%.

La causa es muy fácil de explicar. Efectivamente las pymes fueron forzadas a tener un menor consumo energético. Y así se refleja con una caída del 18,6% en agosto. Y lo cierto es que el alto precio del gas pudo ser el factor determinante para bajar el consumo, ni siquiera el decreto del Gobierno de Sánchez. Cuando no se puede pagar, es difícil consumir.

También el consumo industrial, metido en una evidente crisis económica que también niega el Gobierno, ha bajado: nada menos que un 39%. Y el de las cisternas, un 37,5%. Todo ello medido con respecto a agosto de 2021.

Pero, claro, fruto del mix energético español, muy apoyado en solar, eólica y gas, y del sistema de limitación oficial del precio del gas inventado por Sánchez en aquellas mismas fechas, la generación de electricidad rápidamente se desequilibró en favor de un mayor consumo del gas natural con el que paliar las carencias de la energía solar y eólica. Y el resultado ha quedado claramente plasmado en los datos oficiales con un aumento del consumo de gas de nada menos que un 97% en el sistema eléctrico.

El consumo sube un 4,2%

Resultado: suspenso rotundo del Gobierno en su plan de ahorro de gas natural. No baja el consumo sino que sube un 4,2%.

La guinda a este glorioso decreto de supuesto ahorro del consumo de gas natural la ha puesto el esquema de compensación a las gasistas incluido junto al límite de Sánchez al precio oficial del gas destinado a la generación eléctrica. Y es que, encima, lo pagan los mismos consumidores en otro epígrafe del mismo recibo. Y, para terminar el sainete, el importe de la compensación ya supera muchos días el coste de la propia generación eléctrica.

El colmo de los colmos llega al ver los niveles de no ayuda a Europa. Sánchez y Ribera aseguraron que el plan de ahorro de gas era necesario para poder enviar combustible al norte de Europa. Más en concreto, a los países que, como Alemania, tienen una hiperdependencia del gas ruso y están sufriendo ahora los cortes decretados por Putin. Pues bien, tampoco es cierto que estemos enviando gas al norte de Europa, sino que lo estamos comprando e importando a través de Francia. En concreto, en septiembre, un total de 1.586 GWh.

Y, por cerrar la descripción de la política energética del Gobierno, tras esta recolección de exitazos, encima, la inflación de la electricidad en países como Alemania, que sí han tenido una dependencia histórica del gas ruso, se encuentra en niveles del 16%. Y en España, en niveles del 60%. Todo un desastre de plan global de ahorro de energía.

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