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7.000 euros por habitante: la millonaria riqueza que Page no quiere llevar a Villar de Cañas

El almacén nuclear conllevaría asignaciones de seis millones anuales a Villar de Cañas y los pueblos de los alrededores.

El almacén nuclear conllevaría asignaciones de seis millones anuales a Villar de Cañas y los pueblos de los alrededores.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page | Europa Press

Con la congelación del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares tras la llegada de Pedro Sánchez al poder se paralizaron también las expectativas de un pequeño pueblo conquense, Villar de Cañas, convertido en máximo defensor de un proyecto al que en su día optaron otros pueblos que sí estaban en entornos nucleares pero que finalmente ganó la pequeña localidad castellano-manchega.

Aunque según el mandato que en su día hizo el Congreso debía estar terminado en 2017, el proyecto quedó enterrado en 2018 poco antes de que el Consejo de Seguridad Nuclear emitiera el segundo de los tres informes pertinentes, el de construcción. El último borrador del Plan de Residuos Radiactivos sigue contemplando esta solución como la óptima para albergar los residuos de todas las centrales antes de su traslado a un emplazamiento definitivo, pero abre la puerta a otra opción: la construcción de almacenes individualizados en cada una de las centrales, una opción que sería más del agrado del Ministerio de Transición Energética aunque sea más cara.

Seis millones en juego

La posibilidad de que el ATC reviva tras las generales de la mano del PP, tal y como contempla su plan energético, ha puesto en alerta a Emiliano García Page, uno de los grandes detractores del proyecto, que intentó parar en los tribunales. Su batalla contra el almacén, sin embargo, supone ponerse en contra de que lleguen a la región unas inversiones millonarias: según estableció el Ministerio de Industria en 2015 en una orden ministerial relativa a municipios en entornos nucleares, los pueblos en un radio de diez kilómetros en torno al futuro almacén nuclear se repartirían anualmente seis millones de euros que empezarían a llegar "a partir de la fecha en que comience a recibir combustible gastado o residuos radiactivos" y se dejarían de percibir "hasta la conclusión de las actividades de desmantelamiento", un periodo estimado de al menos 60 años.

El pueblo que albergaría el almacén, Villar de Cañas, sería el más beneficiado con una asignación anual de tres millones de euros: una inversión que supondría, para una localidad que en la actualidad cuenta con 422 habitantes, 7.109 euros por vecino. El resto de asignación se repartiría así, siguiendo los criterios de la orden ministerial:

  • Montalbanejo (371.400 euros)
  • Zafra de Záncara (238.200 euros)
  • Villares del Saz (784.200 euros)
  • Alconchel de la Estrella (241.800 euros)
  • Montalbo (371.000 euros)
  • Villarejo de Fuentes (531.000 euros)
  • Cervera del Llano (123.000 euros)

Desde el ayuntamiento, donde enfatizan que el apoyo al proyecto sigue siendo total, afirman que esas asignaciones van a posibilitar "un desarrollo económico y social que asentará población" en la comarca "para mantener una economía alternativa a la derivada de las instalaciones del ATC", que permitirá que el desarrollo continúe en el tiempo una vez que éste desaparezca. "Nosotros confiamos en la capacidad de la comarca y en convertirnos en un foco de desarrollo tecnológico en la provincia de Cuenca", destacan.

También subrayan cómo el proyecto del almacén incluye un parque industrial y un Centro Tecnológico Asociado que podría seguir en funcionamiento una vez clausurado el ATC. En cualquier caso, apuntan, creen que independientemente de las asignaciones de Industria el almacén conllevaría "la creación de puestos de trabajo de calidad" como los que van aparejados a todas las instalaciones de este tipo.

El dinero del ATC que sí está llegando

Mientras siguen a la espera, a la comarca sí está llegando ya cada año el 5% de esa asignación: los municipios del entorno del futuro ATC firman cada año un convenio con Enresa, la empresa encargada de los residuos en España, para la inversión del 5% de la asignación anual en proyectos de carácter socioeconómico y medioambiental que contribuyan "al desarrollo económico de los municipios", a la "generación de empleo" o a la "conservación y mejora del medio ambiente".

En Villar de Cañas, ese 5% en convenios con Enresa se traduce en inversiones anuales de 150.000 euros que han servido, entre otras cosas, para la rehabilitación del colegio, del ayuntamiento, de los caminos municipales, de instalaciones deportivas, de la piscina municipal y del almacén municipal. También han cambiado el alumbrado público a LED, han equipado el centro de día y han rehabilitado zonas verdes, el cementerio y viviendas municipales, entre otras actuaciones.

La "sinrazón" contra el ATC

Desde el consistorio destacan cómo este dinero, una mínima parte del que podría llegar, ya está sirviendo para mejorar infraestructuras y proporcionar trabajo en el municipio y los alrededores. También señalan otra contradicción: se trata de dinero que están ahorrando a la Junta que dirige García Page.

"Nosotros conocemos el proyecto y lo que supone; seguiremos apostando por él y aguantando tanta sinrazón", insisten las mismas fuentes, que cuentan cómo la construcción de los edificios del futuro vivero de empresas y las carreteras a las instalaciones proporcionaron también trabajo a la zona entre 2012 y 2015 y cómo consiguieron que la población subiera, aunque la detención del proyecto ha hecho que descienda de nuevo.

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