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Nuevo golpe de Sánchez al campo: quiere ahora que los ganaderos controlen cada paso de sus vacas u ovejas

Si los ganaderos no adoptan el sistema de control geográfico verán restringida la recepción de ayudas europeas y nacionales.

Si los ganaderos no adoptan el sistema de control geográfico verán restringida la recepción de ayudas europeas y nacionales.
Un gran rebaño de ovejas en Soria. | David Alonso Rincón

Alberto Garzón afirmó tras su ataque a la carne española que no pretendía hacer daño a la ganadería sino a las "macrogranjas". El Gobierno en pleno descartó que ese bombardeo al sector fuese a continuar y que todo era un error. El siguiente paso del Ejecutivo de Pedro Sánchez demuestra que todo ello era mentira: Sánchez ataca de nuevo a la ganadería, e, incluso, a la extensiva: exigirá costosos controles del movimiento de cada animal gracias a un sistema de información geográfica de parcelas agrícolas denominado SIGPAC. En resumen, quiere ahora que los ganaderos controlen cada paso de sus vacas u ovejas e informen de ello para garantizar la protección de los suelos.

Si la vaca cruza tres parcelas mientras pasta, pues a informar. Y si la oveja cruza cinco mientras come, pues también a informar. Y todo ello multiplicado por todas las cabezas de ganado. Y si en una misma finca el sistema SIGPAC identifica, por los distintos tipos de suelo o vegetación, 20 parcelas, pues a detallar todos los movimientos de los animales, no vaya a ser que produzca un daño irreparable en el suelo y la madre naturaleza.

Porque, por lo visto, el daño irreparable para los ganaderos no importa. Y si, para poder detallar esos movimientos tienen que contratar costosos sistemas de seguimiento digital, pues a pagarlos. Que, por lo visto, en plena crisis y ataque al sector, sobra el dinero. Eso sí, el de los ganaderos.

El Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas, SIGPAC, es un mecanismo que permite identificar geográficamente las parcelas declaradas por los agricultores y ganaderos, en cualquier régimen de ayudas relacionado con la superficie cultivada o aprovechada por el ganado.

Fue concebido inicialmente con el propósito de facilitar a los agricultores la presentación de solicitudes, con soporte gráfico, así como para facilitar los controles administrativos y sobre el terreno. Pero el SIGPAC se ha convertido en una compleja herramienta con gran capacidad de control en campos diferentes del agrario (geología, infraestructuras, urbanismo...), "lo que obedece a su concepción y desarrollo, en el que se hace uso continuo y permanente de las tecnologías más avanzadas en información geográfica automatizada", señala el propio Ministerio de Agricultura en su documentación.

Y el castigo, en caso de no colaborar con los sistemas de control está decidido: restricción de la recepción de las ayudas europeas o nacionales. Todo un castigo en época de crisis.
Lo cierto es que el Gobierno está dando una protección prioritaria a la protección del suelo frente al cuidado del sector ganadero. Y ello que España acaba de pasar una ola de incendios y el pastoreo puede evitar la expansión del fuego. Y que el propio campo ha bramado por el abandono de los bosques y el crecimiento descontrolado de la masa forestal que ha permitido una brutal ola del fuego.

De hecho, este sistema de seguimiento aplicado al control de los animales no es el primer golpe a los ganaderos en este sentido.

Otra de las recientes decisiones del Gobierno ha sido anunciar en las últimas semanas a los ganaderos que los días del pastoreo como sistema de control de la masa vegetal en suelos leñosos llegan a su fin. Asaja ha puesto ya el grito en el cielo por este tipo de políticas ecologistas ultra que están diezmando la rentabilidad, y por lo tanto la vida, del campo.

Los ecologistas ultra no han tardado en considerar a la ganadería un potencial enemigo, cuando la realidad es que siempre ha sido y puede seguir siendo el mayor amigo de la conservación del campo y el bosque. Pero el Gobierno ha comprado las tesis ultra y no lo ve así. Resultado: Pedro Sánchez y Luis Planas, ministro de Agricultura, quieren aún más limitaciones a la ganadería bajo el argumento de que arruinan ese suelo.

Asaja Córdoba ha disparado las alarmas ante estas iniciativas del Gobierno. Y es que entre las explicaciones lanzadas por el Ministerio de Agricultura con respecto a la nueva PAC, figura un avance de otro golpe al pastoreo: el Ministerio ha publicado recientemente un documento de preguntas y respuestas sobre los eco-regímenes donde, "más que aclarar dudas, ha incrementado la incertidumbre existente en el sector", señalan desde Asaja.

La organización agraria explica que en el documento se afirma que "no está permitido el control de la cubierta vegetal en leñosos mediante ganado". Traducido: fin al pastoreo en suelos leñosos. "Eso supone una auténtica barbaridad", señalan desde Asaja. Y ponen un ejemplo rotundo: "En explotaciones de olivar de sierra muy presentes en Córdoba, donde, debido a la pendiente, es muy costoso y en ocasiones imposible manejar la cubierta con maquinaria; siendo además mucho más sostenible y ecológico manejar las cubiertas vegetales con el propio ganado de la explotación", quitar el ganado es "sencillamente una barbaridad".

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