El 28% de las empresas prevé que el fin de la moratoria concursal tenga efectos significativos en su cartera. De este modo, que incrementen los concursos entre sus clientes, según la oleada de otoño del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España impulsado por Crédito y Caución e Iberinform.
Para frenar las declaraciones de quiebra durante la pandemia, los procesos concursales han vivido un periodo de gracia excepcional de 27 meses debido a la moratoria concursal decretada inicialmente en marzo de 2020.
Al decaer el pasado 30 de junio su tercera prórroga, los acreedores recuperan su capacidad legal para solicitar la declaración concursal de un deudor. A su vez, los empresarios en una situación de insolvencia vuelven a estar obligados a solicitar la declaración concursal, lo que anticipa un incremento progresivo de los procesos concursales.
Desde hace meses, los empresarios prevén el cierre de muchos negocios debido a la crisis que han arrastrado desde el Estado de Alarma provocado por la COVID-19. Este cambio permitirá a los acreedores solicitar el pago de sus deudas, lo que para muchos empresarios supondrá un cese irreversible de sus establecimientos.
Según el estudio, el balance de la moratoria concursal tiene "su cara y su cruz". Por un lado, el 14% de las empresas admite que el periodo de excepcionalidad ayudó a sus clientes a sortear los problemas de liquidez durante la pandemia. Por otra parte, el 13% señala que la moratoria limitó su capacidad para detectar y gestionar el posible impacto de una situación concursal y la posibilidad de dejar de vender a los clientes que no eran viables.
Asimismo, el 5% no pudo instar el concurso de acreedores de sus clientes insolventes como medio para tratar de recuperar las cantidades adeudadas.