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Bruselas exige el "silencio administrativo positivo" para impulsar la invasión de molinos y paneles solares

Una nueva comunicación de la Comisión Europea ha desvelado el camino aún más preferente de la energía solar y eólica.

Una nueva comunicación de la Comisión Europea ha desvelado el camino aún más preferente de la energía solar y eólica.
Molinos de viento | Cordon Press

Los paneles solares y los molinos contarán en breve con un nuevo y decisivo impulso. Una figura diseñada por Bruselas para que su expansión sea aún mayor. Se trata del silencio administrativo positivo. Y literalmente significa que si el alcalde o político de turno no contesta, se retrasa o directamente no quiere exponer el motivo para permitir la implantación de paneles solares, la instalación no se detendrá y se construirá. Justo lo contrario de lo que ocurre con la inmensa mayoría de trámites con la Administración.

Una nueva comunicación de la Comisión Europea ha desvelado el camino aún más preferente de la energía solar y eólica a partir de ahora.

El documento europeo empieza por reconocer que su objetivo es "impulsar el despliegue de energías renovables" y explica que el plan persigue acelerar "el procedimiento para conceder permisos para nuevas plantas de energía renovable, como paneles solares o molinos de viento, o para adaptar las existentes".

El texto recuerda que estas energías cuentan ya con notables ayudas y que "en sus enmiendas a la propuesta de la Comisión, los eurodiputados de la Comisión de Industria, Energía e Investigación acortaron el período máximo para aprobar nuevas instalaciones de doce a nueve meses, si se encuentran en las llamadas "zonas de aceleración de las renovaciones".

Pero para Europa todo es poco en materia de apoyo a estas dos fuentes de energía: solar y eólica.

"El nuevo proceso de concesión de permisos" pretende cubrir todos los trámites administrativos para "construir, reempoderar y operar plantas para la producción de energía renovable, incluidas las centrales eléctricas híbridas. También cubriría el almacenamiento, la conexión a la red y la integración de energías renovables en las redes de calefacción y refrigeración", destaca el documento.

Además "los Estados miembros también deberían respaldar las pruebas realizadas a tecnologías innovadoras basadas en energía renovable, donde el procedimiento para obtener un permiso debería ser al menos tan rápido como los de las áreas de aceleración renovable".

De este modo, la UE quiere que el proceso de concesión de permisos oscile entre plazos máximos de seis meses a un año, dependiendo del caso concreto.

Y, en los casos de los permisos para instalar equipos de energía solar en los edificios, aún más rápidos: de tres meses. Para las instalaciones más pequeñas, por debajo de 50 kW, directamente sin permiso: con un simple procedimiento de notificación. Y la instalación de equipos solares estaría exenta, además, del requisito de realizar una evaluación de impacto ambiental.

Pero, posiblemente, la joya de la corona de este paquete de impulso a las energías solar y eólica, sea el principio de "silencio positivo". Es decir, que si los plazos no se cumplen por parte de la Administración, tras haber solicitado permiso para construir la instalación, los molinos o los paneles solares se pueden instalar porque se entiende "que los proyectos de energía renovable son de interés público primordial y pueden beneficiarse de una evaluación simplificada de las excepciones específicas en la legislación ambiental de la UE.

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