El miedo de los actuales trabajadores a no cobrar la pensión que les correspondería cuando llegue el momento de la jubilación cada vez está más extendido en nuestro país. Y no es para menos. Esta misma semana, se volvía a levantar la liebre de los tijeretazos que prepara el Gobierno en las prestaciones de los futuros jubilados.
De nuevo, una propuesta de José Luis Escrivá corría como la pólvora entre los mentideros de sindicatos y patronales: el Ministerio de Seguridad Social proponía ampliar el período de cálculo a 30 años.
Una estocada sibilina
Elevar a 30 años la fórmula desde los 25 actuales supondría un duro recorte por la puerta de atrás a los futuros pensionistas debido a que en los primeros años de la carrera profesional lo normal es ganar menos salario. Luego, a raíz de que ese trabajador va cogiendo experiencia laboral, lo lógico es que su remuneración aumente.
Por tanto, si en lugar de calcular la pensión que le va a quedar a un trabajador con los últimos 25 años de vida laboral se hace con los últimos 30, como quiere Escrivá, la prestación que le corresponderá al mes a este ciudadano cuando llegue el turno de su jubilación va disminuir en la mayoría de los casos por el efecto de aplicar una simple media aritmética. ¿Que puede haber empleados que ganen un sueldo mucho mayor al entrar en el mercado laboral y mucho menor al salir? Sí, pero no es nada habitual.
La alerta del Banco de España
Tanta polémica llevan generando las diferentes modificaciones en la fórmula del cálculo de las pensiones, que el Banco de España publicó en septiembre un informe en el que analizaba el efecto de los años que se tienen en cuenta para calcular la cuantía de la pensión inicial. Lo hacía a partir de una muestra de altas de jubilación de 2019.
En concreto, el análisis que elaboran Alejandro Muñoz-Julve y Roberto Ramos se desvela la cuantía inicial de las pensiones para períodos de cálculo que varían entre 15 y 35 años. Cabe recordar que fue José Luis Rodríguez Zapatero el que amplió el período de cálculo de la base reguladora de 15 a 25 años en 2011 dando una gran estocada a todos los pensionistas que han venido detrás.
La principal conclusión a la que llega este estudio es que la extensión del período de cálculo de los años de cotización desde los 15 hasta los 25 años (la que llevó a cabo Zapatero) estaría asociada con una caída de la pensión inicial media del 5%, mientras que una ampliación desde los 25 hasta 35 años produciría una reducción adicional del 8,2%.
Más de 1.800 euros de recorte entre Escrivá y ZP
En Libre Mercado nos hemos basado en el informe del Banco de España para averiguar aproximadamente a cuánto podría ascender el tijeretazo de Escrivá a las pensiones con su propuesta de elevar el periodo de calculo de 25 a 30 años.
Según los autores del informe, "el efecto marginal de ampliar un año el período de cálculo sería creciente en el número de años computados. Por ejemplo, entre 15 y 25 años, un año adicional del período de cálculo disminuiría en media la pensión inicial un 0,5%, mientras que, entre 25 y 35 años, dicha reducción media aumentaría hasta un 0,9%". Por lo tanto, pasar de 25 a 30 años supondría una estocada del 4,5% a esos futuros pensionistas. Como se observa en el gráfico, según van ampliándose los años de cálculo, va disminuyendo sistemáticamente la pensión.
Por tanto, si a una pensión media de 1.400 euros al mes le restamos el 0,5% al año que ha supuesto pasar de los 15 años a los 25 actuales (5% en total) sumado al 4,5% (0,9% en 5 años) que supondrá pasar de los 25 actuales a los 30 años como quiere Escrivá estaríamos ante una bajada de la pensión media de 133 euros al mes (en la línea naranja de la gráfica se observa como la pensión disminuye hasta los 1.267 euros al mes). Dicho de otra forma, las medidas de Zapatero y Escrivá suponen un recorte de 1.862 euros al año por jubilado en 14 pagas.
Teniendo solo en cuenta la propuesta del actual ministro de Seguridad Social y partiendo de la pensión media de 1.330 euros que nos quedaría con el cálculo actual a 25 años, pasar a 30 años detraería 60 euros al mes a cada jubilado. Dicho de otra forma, la medida de Escrivá restaría 838 euros al año en 14 pagas por pensionista.
Algunos matices
Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Seguridad Social ha propuesto ampliar el periodo de cómputo de la pensión a 30 años, pero con la posibilidad de descartar los dos peores años cotizados, lo que significaría que la pensión del futuro jubilado se calcularía con los mejores 28 de cotización dentro de un periodo total de 30 años, por lo que el golpe al pensionista sería menor que los 60 euros al mes antes mencionados. Sin embargo, si "los dos peores años de cotización" fueran igual que "los cuatro peores", una hipótesis bastante probable, el ciudadano no podría beneficiarse de este matiz.
Además, también hay que tener en cuenta que existe "una heterogeneidad relevante" dependiendo del nivel de renta. En particular, la pensión inicial media de las prestaciones del primer cuartil experimentaría una reducción menor, mientras que la de las prestaciones del tercer cuartil soportaría una rebaja más intensa que hasta las del cuarto cuartil (por la incidencia de la pensión máxima en las prestaciones más altas).
