El comité de expertos creado por Yolanda Díaz recomienda a Yolanda Díaz subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Justo lo que pedía Yolanda Díaz. Buenas noticias para la ministra, aunque ella ya sabía el resultado del informe encargado por ella misma.
Concretamente, la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional emitió ayer un informe en el que recomienda una horquilla de subida de este renta mínima para 2023 de entre el 4,6% y el 8,2%, lo que situaría el SMI en 1.046 euros brutos al mes por catorce pagas en el primer caso y de 1.082 euros en el segundo. Es decir, el SMI podría subir hasta los 1.262,3 euros en 12 pagas.
¿Dónde está la trampa de esta recomendación de los expertos? Pues que el encargo que tenían estos era, simplemente, el de actualizar la estimación de cuál es el 60 por ciento del salario medio para posteriormente señalar cuál es la senda más conveniente para alcanzarlo. Es decir, no es que los expertos hayan pedido subir el salario mínimo, sino que han calculado cuánto habría que subirlo para llegar al nivel que quiere Yolanda Díaz.
Esta meta de alcanzar el 60% del salario medio se encuadra en el acuerdo de coalición alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos. Y para llegar a dicho nivel, la comisión creada por el Ministerio de Trabajo ha concluido, en base a los datos estadísticas disponibles, que habría que subir el SMI en un rango de entre el 4,6% y el 8,2%.
Los datos han sido comunicados por la coordinadora de esta comisión de expertos, la profesora Inmaculada Cebrián, durante una rueda de prensa en la que ha estado acompañada de la vicepresidenta y ministra Yolanda Díaz. Por su parte, la titular de Trabajo ha adelantado que la decisión final sobre la subida del SMI se intentará acordar con los agentes sociales, de forma que convocará a sindicatos y empresarios para debatir el asunto el próximo miércoles.
Uno de los problemas de fijar una subida nacional unilateral del SMI tomando como referencia el 60% del salario medio, es que el alza puede ser especialmente difícil de asumir en aquellas regiones que ya sobrepasan este ratio. Y esto puede afectar de manera claramente negativa a la creación de empleo en las regiones con menor renta. De hecho, el salario mínimo supera el 60% del sueldo medio en más de la mitad de las Comunidades Autónomas. Solo Cataluña, Madrid y País Vasco se sitúan lejos de esta cifra.
De hecho, este problema es el mismo que habría de afrontarse en caso de aprobarse un sueldo mínimo unificado a nivel europeo, medida defendida por muchos en Bruselas. Como ya contó Libre Mercado, la Comisión Europea emitió en 2020 una propuesta para establecer un nuevo "SMI europeo". Esta idea fue criticada por algunos países miembros, incluidas las naciones nórdicas, ya que estas ni siquiera cuentan con un Salario Mínimo legalmente establecido. Estos países, en cambio, cuentan con mercados laborales descentralizados y eficientes que, en última instancia, proporcionan a los trabajadores sueldos elevados, buenas condiciones laborales y muy bajas tasas de paro.
Pese a que el SMI europeo no es todavía una realidad, la UE ha dado pasos hacia una mayor armonización de los salarios mínimos, como la legislación aprobada en la Eurocámara en septiembre de este año. La directiva se ha encontrado con la fuerte oposición de Dinamarca, que se prepara para recurrir la norma ante los tribunales europeos. "En Dinamarca son las partes del mercado laboral las que negocian las condiciones de los salarios. Sobre esa base, las partes del mercado laboral también están en contra de la directiva de la UE sobre salarios mínimos", sentencia el acuerdo de coalición del nuevo Ejecutivo danés.
El historial de trampas de Yolanda Díaz
La celebración del Ministerio de Yolanda Díaz de las recomendaciones de sus propios expertos es solo la última de las tramposas maniobras de la ministra comunista para justificar su política salarial. Ya en 2021, su cartera encargó un informe sobre los potenciales efectos de subir el Salario Mínimo. El propósito de solicitar este estudio era el de tratar de contradecir los trabajos de otros organismos, como el Banco de España o la AIReF, que habían alertado reiteradamente de un claro efecto negativo en la creación de empleo con motivo de las alzas del SMI.
Sin embargo, ni siquiera las conclusiones alcanzadas por los expertos elegidos por el propio Ejecutivo gustaron a Yolanda Díaz. Y ocultaron ilegalmente el informe durante meses, provocando las denuncias de organizaciones como el Instituto Ostrom. En septiembre de este año, el Consejo de Transparencia finalmente obligó al Gobierno a hacer público el estudio, que no era favorable a las tesis del Ejecutivo. Así que el departamento de Díaz inventó una triquiñuela: se sacó de la manga dos nuevos informes (favorables) sobre los efectos de subir el SMI, y filtró los resultados a medios afines (Cadena Ser y El Diario). El relato estaba listo: la mayoría de los expertos avalaban la revalorización del Salario Mínimo.
