La elevada incertidumbre, las altas tasas de inflación, los efectos de la normalización de la política monetaria y el menguante pulso de la actividad económica privada conducen a España a un escenario de estanflación de cara al próximo ejercicio 2023. Así lo considera el Instituto de Estudios Económicos, cuyo más reciente Informe de Coyuntura alerta de una importante caída del crecimiento de cara a 2023.
El decano de los centros de estudios españoles estima que, tras el rebote del 4,5% experimentado en 2022, el crecimiento pasará a ser de un magro 1,2% a lo largo de 2023. Estamos, pues, ante una reducción del 75% en el ritmo de avance de la economía que vendría a confirmar el progresivo declive de la producción, lastrada por los distintos factores que enumera el IEE.
No solo eso: a cierre de 2022, los niveles de producción de la economía española seguirían estando un 2% por debajo de las cotas pre-covid. Se confirma, pues, lo que advirtió este diario a mediados de 2020: España va a necesitar más de tres años para recuperar el PIB previo a la pandemia.
El organismo que preside Íñigo Fernández de Mesa y dirige Gregorio Izquierdo Llanes también considera que el mercado de trabajo va a experimentar un escenario complejo en 2023. Así, mientras que la ocupación habría crecido un 3,8% durante 2022, el año siguiente se saldará con un aumento de apenas un 0,3%. Así, mientras que el crecimiento se ralentiza un 75%, la mejora del empleo se reduce más aún, con un desplome del 92%.
Según el IEE, aunque es cierto que el empleo supera los 20 millones de ocupados, lo cierto es que el número de horas trabajadas sigue por debajo de los niveles alcanzados en 2019, antes de la pandemia. Asimismo, la tasa de paro cerrará 2022 en el 13,1%, para aumentar hasta el 13,5% durante el año 2023, en línea con el deterioro esperado.
En cuanto a la inflación, la expectativa del Instituto de Estudios Económicos es que la inflación cierre 2022 con un aumento medio del 8,5%. De cara a 2023, se produciría un aumento adicional de casi el 4%, situándose la inflación subyacente en el 3,5%. Se consolida, pues, el empobrecimiento de empresas y familias, que no dejan de perder poder adquisitivo a raíz del aumento continuado de los precios.
Conviene recordar que el IEE fue el think tank con mejores previsiones macro en los años 2021 y 2022, coincidiendo con un periodo de especial incertidumbre económica. Es por eso que su Informe de Coyuntura ha sido recibido con especial interés, puesto que la credibilidad que ha alcanzado este organismo le da más valor aún al análisis de sus expertos.