Yolanda Díaz ha acusado formalmente a Países Bajos de practicar dumping fiscal, como consecuencia de la decisión de la empresa española Ferrovial de abandonar España y trasladar su domicilio social a Holanda. En la reflexión de Yolanda Díaz hay implícitos dos asuntos que denotan una ignorancia brutal para una vicepresidenta del Gobierno: la primera de orden técnico, y es que el dumping fiscal sencillamente no existe, es una figura lingüística a la que se le quiere dar un barniz de delito económico, pero detrás de esas dos palabras ni siquiera existe una explicación jurídica posible.
El dumping es una práctica comercial según la cual una compañía vende su producto a pérdidas para tratar de hacerse con más cuota de mercado. Trasladado a impuestos... ¿qué significaría? ¿Que un país ofrece no cobrar impuestos, sino pagarlos? Expertos económicos consultados por Libertad Digital certifican que la figura a la que alude Yolanda Díaz (y todo el Gobierno cuando se habla del régimen fiscal madrileño) es un imposible jurídico.
Ahí la cosa. La segunda parte es la de dar a entender que Holanda, a través de sus "holdings" está haciendo competencia desleal y "hay que terminar con esto", olvidándose, o directamente ignorando, que en España existe una figura todavía más favorable para empresas extranjeras que quieran hacer optimización fiscal en nuestro país y son las ETVE, empresas de tenencia de valores extranjeros.
Una compañía que venga a España con el objeto único de ser propietaria de participaciones de fondos propios de filiales o compañías que operan fuera de nuestras fronteras ofrece la posibilidad a esta empresa de no tributar nada por los rendimientos o dividendos de estas participaciones. Al menos, los holdings holandeses no están exentos de impuestos, sino que pactan la tributación más adecuada a cada compañía.