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La ferocidad del ataque a Ferrovial asusta en Holanda y España: "Prefiero no comentar nada"

Así han contestado algunas empresas y despachos de abogados holandeses cuando han sido preguntados por Libre Mercado.

Así han contestado algunas empresas y despachos de abogados holandeses cuando han sido preguntados por Libre Mercado.
Sede de Ferrovial en Madrid | Europa Press

Decía el economista de cabecera de todo socialdemócrata, John Maynard Keynes, que no hay nada más tímido que un millón de dólares. Una reflexión que se ha actualizado con el tiempo: "Sólo hay una cosa más tímida que un millón de dólares: dos millones". Otras autores han parafraseado a Keynes para advertir que "sólo hay algo más cobarde que un millón de dólares: un millón de euros".

Sea cual sea la variante de la reflexión que tomemos, llegamos a la misma conclusión, y es el sano temor a la arbitrariedad de los distintos legisladores que con su hiperactividad normativa pueden hacer que se pierdan millones de euros de ingresos en las compañías que operan en los distintos sectores afectados por esas decisiones. La decisión de establecer un límite máximo a la revalorización de los alquileres en España o la permisividad legal con la okupación y la "inquiocupación", es un ejemplo claro de cómo afectan estas decisiones arbitrarias en los modelos de negocio de las compañías dedicadas, por ejemplo, al alquiler de inmuebles. Que en cuatro años el salario mínimo haya crecido un 47% en plena espiral alcista de precios y con una inflación similar en la industria, también hace mella en los márgenes empresariales y obliga a las compañías a redimensionar sus estructuras para esquivar las pérdidas.

Sorpresa en el Ibex por la dureza de los ataques del Gobierno

Estos días Libre Mercado, en conversaciones informales con fuentes de distintas compañías del Ibex 35, ha escuchado expresiones como "la que le está cayendo a Ferrovial es impresionante" o "no pensábamos que fueran a atacar tanto y de esta manera a una compañía como Ferrovial". Lo que ha hecho "Ferrovial es normal y se veía venir, han sido valientes al ser los primeros", decían otros.

Y es que el Gobierno ha ido con todo, tanto que ni siquiera le ha temblado el pulso al insinuar que Ferrovial habría recibido favores de este Gobierno en su actividad en España. El argumento empleado por la vicepresidenta Nadia Calviño y otros miembros del Gobierno como el presidente Sánchez, ha sido que esta compañía le "debe mucho a España". Calviño se sonrió al ser reconvenida por un periodista como Carlos Alsina quien explicó que si Ferrovial ha acudido en libre competencia a las concesiones de los distintos contratos que ha ganado y ha efectuado las obras con limpieza nadie le debe nada, ya que simplemente se ha dedicado a cumplir su parte de un contrato público.

Pero los ataques no se han quedado en Ferrovial. La propia vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, extendió sus críticas a Holanda a quien acusó de hacer "dumping fiscal", olvidando que el dumping fiscal entrañaría que Holanda cobrase impuestos por debajo de sus posibilidades sólo para monopolizar el mercado. Cosa que no sucede. Ni siquiera se considera "paraíso fiscal".

En Holanda, mejor no hablar

España sigue teniendo relaciones comerciales con Holanda. Es más, hay bastantes clubes de negocios de empresas holandesas que operan en España y de empresas españolas que quieren operar en Holanda. Sin embargo, parece que el miedo a posibles represalias de un Gobierno que ha reaccionado con violencia a la noticia de la deslocalización de Ferrovial ha impuesto la ley del silencio. Y eso es lo que hemos obtenido:

Un empresario holandés que opera en el sector turístico en el levante español atiende a Libertad Digital: "Off the record, por favor, no quiero hablar en público", dice justo antes de señalar que esto no favorece a las relaciones comerciales y lamenta que tarde o temprano "si estamos en la Unión Europea nos obligarán a subir nuestros impuestos en Países Bajos", se lamentaba.

En Libre Mercado hemos intentando ponernos en contacto también con despachos especializados como Euro Economics, de propiedad holandesa y especializado en asesorar a compañías holandesas y también de otros países para instalarse en España: "Despacho especializado para compañías extranjeras que quieren establecer una oficina en España", reza su página web.

Sin embargo el despacho ha dado la callada por respuesta. Es más, cuando finalmente hemos logrado hablar con uno de sus especialistas, éste ha declinado hacer declaraciones.

Lo mismo ha sucedido en la embajada de Holanda en España. Su servicio de prensa nos invitó a cursar la consulta vía correo electrónico y este no obtuvo respuesta.

"No es miedo, es auténtico terror"

Otro de los despachos especializados con los que hemos podido conversar en Libre Mercado, Balms Abogados, que llevan décadas asesorando a compañías nacionales e internacionales para establecerse, bien en España, bien para ayudar a compañías españolas a establecerse en otros países, analiza lo sucedido desde un punto de vista técnico: "En clave legal no hay nada que reprochar a lo que ha hecho Ferrovial, quien ha tomado una decisión estratégica buena para sus intereses y los de sus accionistas", dice Jorge Martín Losa, socio de Balms Abogados.

Además, recuerda Martín Losa que España tiene algunas figuras parecidas a las que fomenta Holanda para atraer inversiones como el régimen ETVE, Empresa Tenedoras de Valores Extranjeros, Sociedades Limitadas con el objeto social de gestionar acciones y/o participaciones sociales y cuyos dividendos tienen una bonificación del 95% lo que supone que, a efectos prácticos, no tributan en España. Una figura similar a los Holdings en Holanda, con acuerdos de tributación con el país de los tulipanes.

Sin embargo Jorge Martín Losa no se sorprende por el temor a pronunciarse. "Lo que se vive en España no es miedo, es auténtico terror" a las represalias administrativas. "No sólo las grandes compañías, también empresas medianas que tratan de pasar desapercibidas para no recibir la persecución del Estado mediante Hacienda", advierte.

En cuanto a la ira del Estado con Ferrovial, Martín Losa comprende que se trata de cierto temor a que otras grandes y medianas empresas crucen la puerta que acaba de abrir Ferrovial, lo que sería nefasto para los intereses del Gobierno y evidenciarían las carencias de nuestra economía como destino seguro para las empresas.

También se pronuncia sobre la acusación de "dumping fiscal" a Holanda. Martín Losa, jurista de prestigio, se revuelve: "¡No existe el dumping fiscal! Por definición es un invento. El dumping es una práctica comercial mediante la cual una empresa vende a pérdidas para tratar de llevarse a toda la competencia. Pero no existe el dumping fiscal. En cambio sí existe la competencia fiscal, y las mismas herramientas las tienen unos países y otros para bajar impuestos en lugar de subirlos", afirma.

En definitiva, una actitud, la del Ejecutivo, que puede empujar a otras compañías a seguir los pasos de Rafael del Pino.

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