Las finanzas del FC Barcelona atraviesan un momento muy delicado. El pasado verano, su presidente Joan Laporta activó una serie de "palancas" con las que aumentó los ingresos a corto plazo, pero a costa de hundir la facturación a medio y largo plazo en más de 470 millones de euros. Este 2023, las cuentas de la entidad ponen de manifiesto que la operación ni siquiera redujo las pérdidas del club, que cerrará el curso registrando números rojos por valor de 150 millones.
Por si no fuese suficiente, la eliminación del equipo en la Liga de Campeones, la Liga Europea y la Copa del Rey ha hecho que la facturación por triunfos deportivos quede limitada a la la Liga y la Supercopa de España, dos triunfos insuficientes para cubrir el abultado presupuesto de una de las cinco plantillas más caras del fútbol mundial. Además, las revelaciones sobre los supuestos pagos que habría realizado el equipo a uno de los máximos responsables del arbitraje español han golpeado severamente la imagen de los culés.
En esta tesitura, la operación de renovación del Camp Nou se antoja más delicada que nunca. Como explicó Libre Mercado el pasado mes, los blaugranas han salido golpeados por el cambio a peor de las condiciones monetarias y financieras. El fin del dinero barato facilitado por los bancos centrales ha endurecido notablemente el acceso a crédito y, con ello, ha complicado de forma significativamente la financiación del nuevo estadio. Así, aunque el equipo directivo que preside Joan Laporta ha decidido desbloquear finalmente la operación, lo cierto es que lo hará pagando un precio desorbitado en concepto de intereses.
De acuerdo con la información que ha compartido el propio club, la reforma del Camp Nou se pagará emitiendo cinco emisiones de bonos: 100 millones a pagar en 2028, 250 millones a pagar en 2030, 350 millones a pagar en 2032, 400 millones a pagar en 2044 y 200 millones a pagar en 2047. En total, la operación está valorada en 1.500 millones, pero ponerla en marcha requiere pagar un coste de capital muy elevado, con un interés que rondará el 6%, un 20% más de lo que se barajaba hace escasos meses. Bajo estas nuevas circunstancias, la entidad tendrá que desembolsar más de 930 millones de euros en concepto de intereses.
Por comparación, el Real Madrid ha financiado la reforma del estadio Santiago Bernabéu con un tipo de interés cercano al 2,5%. Además, el desembolso del proyecto será cercano a los 440 millones, a razón de una obra valorada en 800 millones que vino acompañada de la venta del 30% de los derechos de explotación del nuevo estadio a la firma estadounidense Legends por un total de 360 millones.